Muchos prefieren ganar por goleada, pero hacerlo en la hora es el éxtasis absoluto de la emoción en un partido de fútbol. Nacional sacó el triunfo con gol agónico de Christian Oliva, pero no le dio la diferencia para llegar a la Copa Sudamericana, y fue de las victorias más amargas de los últimos años.
Sin aquel tanto en la hora de contra Inter en el Parque Central la historia era otra, pero de hipótesis no se hace el fútbol. La gente se fue de La Blanqueada masticando la bronca; el tricolor quedó afuera de toda competencia internacional y deberá enfocarse solamente en el torneo local.
Nacional fue sometido por Atlético Nacional
El primer tiempo fue un vinillo, como se decía antes. Lo único positivo para Nacional fue irse 0-0 al descanso, cuando Atlético Nacional hizo méritos suficientes para estar ganando.
Los colombianos tuvieron movilidad, tenencia, combinaciones, precisión y velocidad por las bandas. Solamente le faltó puntería para mover la red del arco que defendió Luis Mejía.
Nacional asumió riesgos al buscar salir jugando ante la presión y le salió mal. Sucumbió constantemente y perdió balones, aunque nunca decidió saltar líneas para dividir más adelante en el campo.
En la mitad de la cancha el tricolor corrió mucho pero siempre a destiempo, falló en la recuperación y terminó con tres amarillas producto de los cortes con faltas. El primer tiempo fue para el olvido y el plantel se fue al vestuario mientras la hinchada en la tribuna pedía “un poco más de huevo”, aunque daba la sensación que necesitaba más fútbol y encontrar una sucesión de pases para avanzar.
Nacional elevó la intensidad
En el segundo tiempo, el equipo dirigido por Pablo Peirano mejoró y superó la intensidad de su rival, presionó mejor y jugó más lejos de su arco.
El trámite se hizo más parejo y el tricolor se aproximó, sin tantas ideas claras pero empujado por su gente. Le hizo bien el ingreso de Exequiel Mereles por izquierda para ser más punzante por las bandas. En el cierre, Oliva la calzó de volea tras buen centro de Emiliano Ancheta en el único gol de la noche.
Pitó el juez y la gente se quedó mirando monitores para esperar el tercero de Inter, que no llegó. Sin eso, se esfumó la ilusión y Nacional quedó eliminado.
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