Cristiano Ronaldo es uno de los jugadores libres más codiciados a menos de un mes del inicio del Mundial de Clubes, torneo que comenzará el próximo 15 de junio.

El delantero portugués anunció el lunes que no seguirá en Al Nassr. En su último partido con su ahora exequipo anotó el gol 800 de su carrera en la derrota 3-2 frente a Al Fateh. La caída le significó a la institución terminar la temporada en tercer lugar y no clasificar a la Copa de Campeones de Asia, el único objetivo que podía retener al Bicho en el club, aunque los rumores marcaban que era muy difícil su continuidad en Arabia Saudita.

Ronaldo es un llamador ineludible para ser contratado de cara al Mundial de Clubes. Palmeiras fue el primer equipo sudamericano en consultar por su situación, y la institución de San Pablo podría ofertar una millonada para hacerse con la ficha de un jugador que marcó una época pero que, además de sus virtudes futbolísticas, es muy marketinero.

Los brasileños, que tienen en su plantel a los uruguayos Joaquín Piquerez, Emiliano Martínez y Facundo Torres, están en un gran presente, con presencia asegurada en los octavos de final de la Copa Libertadores y punteros en el Brasileirão tras 10 fechas disputadas.

Flamengo y Fluminense, ambos de Río de Janeiro, también averiguaron condiciones, pero, en principio, parten detrás del verdão en las aspiraciones a quedarse con Cristiano.

Anhelo revolucionario en Boca Juniors

En la noche del lunes, en medios españoles, explotó la bomba en el popular programa El Chiringuito, donde se especuló con la llegada de Cristiano Ronaldo a Boca Juniors de Argentina y toda la revolución que podría traer consigo en un país muy futbolero y en una de las instituciones icónicas de América del Sur.

El presente de la institución presidida por Juan Román Riquelme no es bueno, sin competencia internacional más allá del Mundial de Clubes y sin definir el torneo doméstico. Recientemente fue contratado Miguel Ángel Russo como entrenador.