Era para Manuel Ugarte, que empezó el partido en el banco de suplentes, o para Rodrigo Bentancur, que fue eje central del Tottenham en la final por la Europa League. El partido era trascendental para cualquiera de los dos equipos, ya que en la Premier League han dejado mucho que desear. Si bien el United y el Tottenham se enfrentaban por primera vez en una final de este calibre, en la prestigiosa liga doméstica, el Tottenham está en el puesto 17 y el United en el puesto 16.
El partido fue en el San Mamés de Bilbao, y en la previa Bentancur hizo un asado con el Cuti Cristian Romero para alivianar tensiones. El uruguayo ex Boca dijo que quería “ganar esta final porque es un título muy importante para los hinchas, jugadores y todo el club en general. Hay que aprovechar el momento”. Otro de los que disfrutó del asado sudamericano fue el koreano Heung-min Son, quien señaló que “era muy importante para nosotros reunirnos, compartir tiempo juntos y estrechar lazos”.
Por los diablos rojos, Ruben Amorim paró a André Onana; Noussair Mazraoui, Harry Maguire, Leny Yoro, Luke Shaw, Patrick Dorgu; Casemiro, Bruno Fernandes; Amad Diallo, Mason Mount; y Rasmus Hojlund. Los Spurs dirigidos por Ante Postecoglou se calzaron el traje de protagonistas del partido a sabiendas de que contaban 18 años sin títulos. Con algunas bajas, Postecoglou ubicó en el campo de juego a Guglielmo Vicario; Pedro Porro, Micky Van de Ven, Romero, Destiny Udogie; Bentancur, Yves Bissouma, Pape Matar Sarr; Brennan Johnson, Son y Dominic Solanke.
El partido fue de ida y vuelta y quizás el asado haya marcado el tenor de la búsqueda. El San Mamés estuvo colmado de ingleses que entonaron de sus equipos el repertorio más bélico. Por momentos el Tottenham llegó con más claridad. Tuvo en el uruguayo una guía. Sin embargo, el Manchester tuvo sus momentos y casi convierte cuando Diallo respondió con un disparo cruzado que pasó muy cerca. Jugaron, en general, lejos de los arcos de Onana y Vicario.
Los Spurs contaron con dos ocasiones claras de Richarlison y otra tejida entre Jhonson y Bentancur. Por insistir, los del asado convirtieron un gol, o de alguna manera obligaron a que Luke Shaw lo hiciera en contra. Bentancur rompió líneas y habilitó a Pape Sarr, que envió un centro desde la banda izquierda que entreveró a la defensa y terminó en las piolas.
El segundo tiempo fue la condensación de un partidazo. Manchester se fue arriba. Ambos técnicos se jugaron el todo por el todo. Mucho por ganar y mucho por perder, pero nada por guardar. Así fue que, pisando los 15 minutos, Manchester tuvo el empate. Un cabezazo en el área entre gigantes de Shaw encontró a Van de Ven haciendo una pirueta inolvidable para salvar a su equipo. Minutos después, Amorim mandó al argentino Alejandro Garnacho para buscar el empate y en la primera que tuvo, exigió a Vicario. Lo de Bentancur en Tottenham fue superlativo.
Manchester lo tuvo también con Casemiro de espectacular partido. Con Maguire, que se ubicó en los últimos minutos como un delantero más, y se batió a duelo con Romero, con Shaw que vistió al italiano Vicario en figura. Ugarte finalmente no tuvo minutos. Tottenham festejó después de casi dos décadas y los diablos rojos se terminaron de hundir en las peores páginas de los últimos años.