Nacional ganó una final que será recordada en el tiempo, perdía por 20 puntos a falta de 14 minutos y lo ganó de atrás, permitiendo solamente nueve puntos del rojiverde en el último cuarto. Santiago Vidal tiró la última para ser campeón, pero falló y el bolso festejó.

La gente tricolor explotó de felicidad al ganar de atrás, con un triple fundamental de Patricio Prieto. No se veía por ningún lado, pero el elenco de Álvaro Ponce se afilió a lo que hizo todo el año: agresividad en ataque y defensa. Fue un partidazo. Michael Smith, con 30 puntos, fue el goleador.

Aguada y Nacional jugaron un primer tiempo de NBA

El marcador final de los primeros 20 minutos de básquetbol fue 60-53, elocuente muestra de que estuvimos ante un período notoriamente ofensivo. Fue de muchas posesiones, largo pero extremadamente intenso.

Hinchada de Aguada.

Hinchada de Aguada.

Foto: Rodrigo Viera Amaral

En el cambio de gol por gol Aguada se sintió mejor, con Donald Sims constante en el goleo y el dominio en la pintura de Frank Hassell y Agustín Zuvich. De los 17 rebotes que salieron del aro de Nacional, el rojiverde tomó nueve, más de la mitad. Eso logró traducirlo en 17 puntos de segunda oportunidad, y se fue ganando por 7 al descanso largo.

La máxima llegó a ser de 11 a favor de los de Germán Cortizas en un pasaje del segundo cuarto. Cada vez que el aguatero sacó una renta, el bolso lo trajo, defendiendo y convirtiendo de ataque rápido. Ante una defensa plantada, los que asumieron fueron los extranjeros Ernesto Oglivie y Michael Smith.

João Pereira, de Nacional y Frank Hassell, de Aguada.

João Pereira, de Nacional y Frank Hassell, de Aguada.

Foto: Rodrigo Viera Amaral

Aguada rompió muy fácil la primera línea y anotó mucho en la pintura, los dos tiraron pocos triples y aun así el goleo fue alto. Vidal volvió a ser influyente cada vez que estuvo en cancha, mientras que el tricolor no encontró socios para sus foráneos anotadores.

Nacional lo ganó de atrás

Aguada no había estado certero desde los 6,75 en el primer tiempo, pero el segundo lo arrancó con triples de Federico Pereiras y Jamil Wilson, al que se sumó el que nunca falta: Sims. Rápidamente sacó 20 de diferencia, ante un rival trancado que no pudo mantener la consistencia ofensiva que traía.

Ernesto Oglivie, de Nacional, y Agustín Zuvich, de Aguada, el 31 de mayo en el Antel Arena.

Ernesto Oglivie, de Nacional, y Agustín Zuvich, de Aguada, el 31 de mayo en el Antel Arena.

Foto: Rodrigo Viera Amaral

A falta de 4.46 para terminar el tercer cuarto, hubo un bombazo de Sims que fue una caricia a la copa. Por como lo festejó el extranjero, por el festejo desaforado de Cortizas y la explosión en la tribuna. Fue la primera vez en la noche que el rojiverde se sintió que podía ser campeón.

Nacional comenzó a jugar un partido de defensa de riesgo, presionando mucho el balón y obligando a tiros incómodos o pérdidas del rival. Adelante fue vertical al aro, hubo descargas cortas y entró algún triple, en especial, en la zurda de Smith. El rojiverde no anotó en los primeros cinco minutos del último cuarto y el tricolor se llegó a colocar a una posesión con gran volcada de Maozinha.

Hinchada de Nacional, el 30 de mayo, en el Antel Arena, en Montevideo.

Hinchada de Nacional, el 30 de mayo, en el Antel Arena, en Montevideo.

Foto: Rodrigo Viera Amaral

El bolso ya estaba en penalización, todas las faltas eran libres y ahí Aguada logró sumar desde la línea, ya que le estaba costando anotar en cancha. Maozinha fue clave ofensivamente y tanto Smith como Prieto pusieron tiros a distancia para sacar 3 a falta de 1.11. Hubo paridad hasta el cierre, Vidal tiró la última para ganarlo, pero la bola salió y Nacional festejó. Habrá séptimo juego.