La Juventus de Turín está en Washington. Este martes, aprovechando su paso por la capital de Estados Unidos, algunos futbolistas del club junto a su entrenador y directivos visitaron a Donald Trump en el Despacho Oval de la Casa Blanca.

Algunos integrantes del equipo italiano, como Weston McKennie, Timothy Weah, Manuel Locatelli, Federico Gatti, el serbio Dusan Vlahovic y el neerlandés Teun Koopmeiners, el entrenador Igor Tudor, el dueño del club y dos directivos, entre ellos Giorgio Chiellini -recordado por el mordisco de Luis Suárez en Brasil 2014-, acompañados por el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, le entregaron a Trump una camiseta de la Juventus.

Pero el hecho no terminó ahí, sino que la rueda de prensa prevista para después de la visita comenzó con la delegación deportiva presente, frente a todas las miradas del mundo. El presidente Trump no dudó en referirse al conflicto con Irán, y dijo “Todavía no he decidido si atacaremos a Irán. Un cambio de régimen podría ocurrir, veremos”.

Trump continuó respondiendo a las preguntas y cuando tuvo que hacerlo sobre su antecesor, Joe Biden, señaló que “Él nunca estuvo a favor de las fronteras abiertas, y nunca estuvo a favor de lo transgénero para todos, o de que hombres jueguen en deportes femeninos”.

En ese momento giró para dirigirse a la delegación italiana y les preguntó “¿Alguna vez han tenido mujeres? ¿Una mujer podría formar parte de su equipo? Dime. ¿Tú qué piensas? Estás siendo amable. ¿Qué piensas? ¿Crees que una mujer podría formar parte del equipo? Gerentes generales, ¿ustedes qué piensan?”.

Uno de los directivos le respondió que tenían un muy buen equipo femenino de fútbol a lo que Trump señaló que “pero deberían jugar con otras mujeres, ¿verdad? Ya sabes, una de esas cosas”. El presidente de Norteamérica volvió a girar para volver a la conferencia de prensa y dijo socarronamente que la delegación y el directivo que le respondió eran “muy diplomáticos”.