El miércoles informamos que la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) había decidido bajar a la selección uruguaya juvenil que iba a disputar el torneo de L’Alcúdia que se iba a disputar en Valencia, España, del 19 al 30 de julio. La celeste, además, iba con el objetivo de defender el título logrado en 2024, dirigida por Fabián Coito.

No hacía nada que Diego Ruso Pérez, el entrenador designado, había seleccionado el plantel sub 18, entre otros objetivos, para comenzar el proceso para el Sudamericano sub 20 que se realizará en enero de 2027.

Sin embargo, ese día el director de Selecciones Uruguayas, Jorge Giordano, confirmó a la diaria que la celeste no iba al certamen. Aseguró que los motivos de la decisión “no eran deportivos”. La razón finalmente se dio a conocer y está vinculada a los derechos de televisación, en los que las negociaciones establecidas no llegaron a buen puerto.

Una vez conocida la decisión de Uruguay, el comité organizador del torneo internacional hizo público un comunicado en el que se mostró sorprendido, a la vez que acusa a la AUF de pretender algo que no era posible y de reservarse “el derecho civil de emprender acciones legales”.

Para poner en contexto, en su versión de los hechos la AUF adujo que la decisión se debió “a cambios de último momento en los acuerdos previamente establecidos por la organización del evento, que modifican las condiciones para la participación” de la selección juvenil. Además de esto y de la confirmación de no viajar, el comunicado público que hizo la AUF no dice explícitamente que esos acuerdos que sufrieron cambios de último momento fueran por los derechos de televisación. Por el contrario, fue la organización del evento la que lo puso de manifiesto.

“El Comité Organizador del Torneo Internacional de Fútbol sub 20 de L’Alcúdia, el COTIF, se reserva el derecho civil de emprender acciones legales para la defensa de los intereses del COTIF por el incumplimiento unilateral de los compromisos adquiridos por parte de la Asociación Uruguaya de Fútbol para la participación en el COTIF 2025”, comienza el texto de los españoles, quienes aseguran que “no ha existido cambio alguno en los acuerdos establecidos por ambas partes. A pesar de los compromisos por escritos existentes, un dirigente de la AUF mostró la voluntad innegociable de contar con los derechos televisivos exclusivos, algo que nunca se ha producido y no puede producirse”.

En la misiva, además, el COTIF afirma que “legalmente, los derechos de transmisión de un torneo pertenecen al organizador, salvo que exista un contrato firmado que diga lo contrario. En este caso, no hay ningún acuerdo escrito entre la AUF y el COTIF que transfiriese esos derechos. El COTIF ha comercializado los derechos televisivos del torneo para poder seguir (más si cabe tras los efectos de la devastadora DANA) con la costosa organización de un campeonato en el que este año participan selecciones como Argentina, Arabia Saudí, Mauritania, Venezuela o Chile. Por tanto, la exclusividad de los derechos no se puede ofrecer a la AUF”.

No hubo acuerdo

En ese comunicado, el COTIF, sin embargo, también tendió “la mano a los responsables federativos de Uruguay para lograr una solución inmediata”, donde se comprometía a modificar el cronograma de partidos para facilitar la llegada y participación de Uruguay en Valencia.

Pero la mano no fue tomada. Marcelo García, el presidente del Consejo Ejecutivo Juvenil de la AUF, lo dejó claro este jueves. El dirigente reafirmó la postura de no viajar porque, según él, “no se cumplió con la palabra, con lo hablado y con lo escrito”, con algo que arrancó en 2024: “ese año logramos el título y en agosto, setiembre, empezamos a mantener conversaciones con el COTIF para participar nuevamente [...] dijimos que no teníamos problemas, que íbamos, pero manifestamos, dentro de la charla que tuvimos, una serie de requisitos” que iban desde tratar de jugar contra selecciones y no contra equipos, además de “tener los derechos de televisión en exclusiva para Uruguay”, declaración vertida en la radio Sport 890.

Según García, fuentes de la organización contestaron en ese momento “que no había problema” y que “lo dieran por cerrado”. Con eso, en diciembre de 2024 Uruguay confirmó la participación mediante una nota, en la que “el presidente del COTIF nos pide que no mencionemos los derechos de televisión en la nota; lo respetamos, pero sí, en el mail en el que le mandamos la nota le hacemos saber de lo conversado y que los derechos de televisión tenían que ser para la asociación”.

Pasaron meses. La semana pasada García habló con el presidente del COTIF, Eliseu Gómez, quien el jueves le aseguró que sobre los derechos de televisión “no había hablado con nadie” y que se quedara “tranquilo, que todo estaba arreglado. Por sorpresa, el viernes de tardecita nos enteramos de que los derechos para Uruguay los tenía una empresa, una empresa internacional de deporte”.

Luego de conocer eso, las conversaciones subieron de intensidad durante buena parte del fin de semana pasado. García, con el apoyo del Consejo Ejecutivo de la AUF, hizo saber al presidente del COTIF que, para ellos, “faltaron a la verdad”, porque no sólo no se respetó el acuerdo con la AUF, sino que se le omitió a la empresa con quienes negociaron los derechos. García habló “con un nexo”, “una señora que tienen entre la organización y la empresa, y esa persona tampoco sabía nada del acuerdo que teníamos y ellos venían hablando desde hace dos meses”.

Según el dirigente, así y todo, la AUF planteó ir igual al torneo, pero la condición es que, además de la empresa internacional, la AUF también tuviera los derechos “para poder transmitirlo a los operadores cables que la AUF tiene en relación comercial. Y eso lo negaron”.

“Con dolor en el alma, tomamos la decisión de no jugar”, sintetizó García.