La inminencia de las fiestas de fin de año ha hecho resurgir las consultas sobre la evolución del Índice de Precios del Asado con Picadita (IPAP). Por eso volvimos al Excel a actualizar las series de datos, para ver en qué andaba el precio de nuestra comida tradicional y ofrecer, como ya es costumbre, información económica de sabor y calidad.
Es verdad que no es el mejor contexto para nuestro querido asado con picadita. Primero, porque en rigor la variedad de la parrilla se amplía en las fiestas y no se limita exclusivamente a la carne vacuna, esencia de este índice. Segundo, porque dada la situación pandémica, el Grupo Asesor Científico Honorario (GACH) emitió un comunicado en que se desaconseja la picadita. ¡Se desaconseja la picadita! Por si algo le faltaba a este fatídico 2020...
Más allá de estas salvedades, igual hemos actualizado nuestro IPAP, que para recordarles está compuesto por tres cervezas Patricia de 1 litro, una Coca-Cola de 2,25 litros, un vino tinto Santa Teresa clásico de 1 litro, un paquete de papas chips Lay’s de 150 gramos, 300 gramos de queso colonia, dos flautas, un kilo y medio de asado de tira, una colita de cuadril de 1 kilo, tres chorizos extra Cattivelli, una lechuga, tres tomates y un helado Crufi de dulce de leche granizado de 1 litro. La canasta está pensada para seis comensales, un número inferior a las diez personas que sugiere el gobierno para las fiestas, así que estamos bien en ese sentido.
La evolución del asado con y sin picadita
Lo que nos muestra el IPAP es que, a diferencia del primer semestre del año, cuando la inflación interanual del asado con picadita llegó a un pico de 22% en abril y duplicó a la inflación general, en noviembre se ubicó en 4,1%. Esta cifra, menos que la mitad de la inflación general (9,6%), es una de las más bajas de la serie; para encontrar un valor menor a 4% hay que remontarse a julio de 2017.
El descenso se encuentra fundamentalmente explicado por el componente parrilla, cuya inflación interanual a noviembre fue de 1%. El asado de tira, rey de esta canasta, está 11% más barato que el año pasado, siendo por lejos el corte de carne que más ha bajado de precio; por su parte, los chorizos compensan esta baja, ya que están 31% más caros que en noviembre de 2019.
El costo total de la canasta del asado con picadita ascendió en noviembre a $ 2.261, $ 89 más que el año pasado.
Como en este suplemento respetamos las recomendaciones del GACH, también les presentamos el costo del asado sin picadita, que asciende en noviembre a $ 1.915, $ 51 más que hace un año. La picadita ocupa 15% del total de la canasta (debo decir, en honor a la verdad, que faltaría un salamín o longaniza en la canasta, pero no tenemos series de precios de este tipo de productos y por lo tanto todavía no hemos podido incorporarlos). En el gráfico se muestra la evolución del asado con y sin picadita. Como es esperable, han tenido evoluciones similares.
En resumen, en este contexto pandémico, en que no se puede hacer picadita, no se puede hacer reuniones, hay que evitar que se aglomere gente alrededor de la parrilla, hay que andar de tapabocas y no se puede brindar, por lo menos se cierra el año con una baja inflación de nuestra comida tradicional. Una pequeña buena noticia en este año que ya, por suerte, se termina.
Los uruguayos comimos menos carne en 2020
Técnicos del Instituto Nacional de Carnes anunciaron la semana pasada que el consumo total de carnes descendió en 2020. En particular, el consumo de carne de vaca disminuyó 9% con respecto al año 2019. La única carne que se consumió más fue el pollo: su consumo creció 14%. ¿Habrá que agregar unos muslos de pollo en el IPAP?