La exposición tuvo lugar en el Patio Andaluz del parque Rodó, pensado como un punto estratégico para que las personas se acerquen a generar un espacio de encuentro con la universidad. Contó con la participación de docentes, investigadoras, investigadores, funcionarias y funcionarios de la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración (FCEA) de la Universidad de la República, así como con representantes de otras facultades de la zona y actores no universitarios.1

Esta instancia de integración contó con espectáculos artísticos y charlas que empezaron sobre las 15.30, con Facundo Balta y su banda, instalados en un improvisado escenario de espaldas a la rambla, que llenaron el ambiente de un candombe funky que invitó a que la gente se arrimara y se instalara en torno a la fuente, en la que estaban dispuestas carteleras con pósteres informativos y recreativos, además de los stands lúdicos e interactivos y espacios de recepción de donaciones para ollas populares. La presentación estuvo a cargo de Jorge Xavier, decano de la FCEA, y de Silvana Pissano, alcaldesa del Municipio B.

El primer encuentro de Economía al Parque fue en 2019 en el marco de la celebración de los 70 años del Instituto de Economía. Pandemia de por medio, Xavier manifestó que al plantearse la idea de retomar la actividad este año “dijimos: ‘Que el tiempo nos acompañe’”, y acompañó.

Puertas abiertas

Xavier dio la bienvenida a la jornada y manifestó que es “propicio” salir al barrio y que no se puede concebir una universidad como un “espacio cerrado o encerrado en sí mismo”. En ese sentido, explicó que el relacionamiento con el medio “exige” salir del espacio físico que ocupan. “Este es nuestro espacio, la nuestra es la Universidad de la República, por lo tanto, es la universidad de todos los habitantes de este país, más allá del lugar que cada uno ocupe”, manifestó.

Por su parte, Pissano destacó la relevancia del vínculo con la gente, con los vecinos, y señaló que para el municipio eso también forma parte del compromiso y de la forma de trabajar a través del diálogo. En conversación con la diaria, la alcaldesa se refirió a los comercios de cercanía como “uno de los puntos” que generan puestos de trabajo y, en esta línea, remarcó la “identidad” del barrio que se crea en torno a, por ejemplo, almacenes, verdulerías, carnicerías, que estimulan la confianza entre vecinas y vecinos. “Eso es comunidad y a nosotros nos importa, estamos comprometidos con eso”, expresó.

El decano de la FCEA dijo a la diaria que esta oportunidad de intercambio e interacción “nos hace bien como universitarios” y permite la divulgación de las actividades de investigación y extensión para que “el barrio nos perciba como parte”. Asimismo, señaló que “no hay vacunas” para las consecuencias sociales que dejó la emergencia sanitaria. “Nosotros tenemos líneas de investigación en ese sentido, tratando de contribuir a partir de lo que es la realidad; primero interpretarla, entenderla y generar propuestas que apunten a mitigar los efectos desde el punto de vista socioeconómico de la pandemia”, estableció. En este sentido, valoró que los resultados obtenidos son “ampliamente satisfactorios”. El objetivo, dijo, es difundir “lo que hacemos sin que se parezca a una clase de facultad”.

Por otro lado, Analía Rivero y Rodrigo Nicolau, integrantes del equipo organizador, reafirmaron el objetivo de aproximarse a la comunidad y al barrio, al tiempo que valoraron la buena recepción de la actividad y el “buen flujo” de gente en relación con la primera edición (que coincidió con el Día del Patrimonio).

Hacia una economía feminista

Diferencias entre sexo y género, por qué se valoran diferente los trabajos para varones y mujeres y por qué las mujeres tienen distintas oportunidades que los varones fueron algunos de los cuestionamientos planteados en el stand de la Unidad Curricular Economía y Género. Desde allí se invitó a los presentes a debatir y reflexionar sobre los contenidos del curso Economía y Género que se dicta en la FCEA.

El puesto contó también con un espacio de juegos. La docente Paola Azar contó a la diaria que la idea era “jugar un poco con esas cosas que a veces tomamos como naturales y ponernos a pensar” y agregó que están “abiertos” a recibir demandas de la gente, “sobre todo de la del barrio”, puntualizó. En un proceso hacia la visibilización de “cosas que no vemos”, apuntó que hay que poder identificar que dentro de los hogares “hacemos actividades con valor económico que nadie paga”. “Todo aquello que no se paga y no se ve hace que todo lo que pasa por el mercado, y que sí se paga, funcione”, afirmó, y recordó que este trabajo “en general” está hecho por mujeres.

A las 16.00 se llevó adelante una charla sobre economía y vida cotidiana: tareas domésticas, cuidados y pequeños comercios del barrio, en la que participaron interlocutores de la Unidad Curricular Economía y Género de la FCEA, del Mercado Popular de Subsistencias y del Centro de Industriales Panaderos del Uruguay.

“Si bien podemos estar igual de capacitados y capacitadas, no todas las mujeres participamos en el mercado del empleo y cuando lo hacemos, no todas lo hacemos la misma cantidad de horas que lo hacen los varones. Cuando trabajamos muchas horas fuera de casa remuneradamente estamos pensando con quién dejar a los niños, si hay adultos dependientes en el hogar, si podemos costear un servicio doméstico, si tenemos pareja, porque capaz que entonces nos conviene quedarnos en casa, y todo eso condiciona la generación de ingresos que podemos tener y las actividades a las que podemos acceder y las oportunidades”, expuso Azar en su ponencia.

Posteriormente, Paula Baleato, socióloga que integra la organización El Abrojo, y Andrea Vigorito, investigadora y docente del Instituto de Economía de la FCEA, presentaron “¿Qué ves cuando me ves? Percepciones y actitudes sobre las políticas de transferencia de ingreso”. Luego siguió la charla “Tropezones y caídas: historia de las crisis en Uruguay”, a cargo de Gabriel Bucheli y Maximiliano Presa, que dio paso al espectáculo artístico de cierre, que estuvo a cargo de Kung-Fú OmBijam.