Ancap publicó este martes a la noche en su web el balance del ejercicio 2020, que culminó con un saldo neto negativo en 12 millones de dólares. El resultado se explica por las pérdidas financieras de 71 millones de dólares que sufrió a causa del aumento del dólar en Uruguay: creció 13,4% en el año, cerca de cinco pesos. Esto contando todo el Grupo Ancap, que incluye a las firmas satélites, mientras que sólo la petrolera estatal tuvo ganancias operativas por 34 millones de dólares y pérdidas netas al cierre del ejercicio por 37 millones de dólares.

¿Cuál es la influencia del dólar en los negocios de Ancap? Es la moneda en que cotiza su principal insumo, el petróleo, y por ende, cuando la cotización crece sus costos se encarecen. En cambio, sus ingresos son en pesos locales, que pierden valor para pagar las deudas nominadas en moneda estadounidense.

En el informe, la empresa detalló: “Los ingresos netos mostraron una caída de 15,6% explicada en el menor volumen de ventas, la suba de Imesi [definida por el gobierno pero que no se llevó a precios, por lo que impacta negativamente en el balance], de los márgenes de las distribuidoras y las bonificaciones a estaciones de servicio en el marco de un precio de venta al público que se mantuvo sin variaciones desde junio de 2018”. En enero de este año, Ancap ajustó 6,19% las naftas y 6,9% el supergás, sin modificar el precio del gasoil.

El año pasado también estuvo marcado por la pandemia, que afectó el consumo de combustibles principalmente en los primeros meses de la emergencia sanitaria. El mercado interno demandó 5% menos, con 6,8% de reducción en la venta de gasolina y una baja de 2,5% en el gasoil, detalló Ancap.

¿Cómo les fue a cada negocio y a las subsidiarias?

Los números de Ancap por línea de negocio muestran tres con resultado positivo: en combustibles ganó 31 millones de dólares, en lubricantes cuatro millones de dólares y en gas natural 1,4 millones de dólares. En rojo se mantuvo el sector portland, que arrastra varios años así, y que en 2020 perdió 2,4 millones de dólares. “96% de los ingresos brutos corresponden al negocio de combustibles. El resultado de lubricantes y gas natural compensan el resultado negativo de portland”, indicó la petrolera.

A nivel de las subsidiarias, en su conjunto todas las empresas del grupo Ancap aportaron 31 millones de dólares y explican la ganancia operativa registrada en 2020. Como es habitual, Ducsa —distribuidora de combustibles, que además gestiona estaciones y tiendas— fue la que más aportó, con 21,8 millones de dólares de ganancia.

Mientras , Alcoholes del Uruguay, dedicada a la producción de biocombustibles y que está generando diferencias a nivel de la coalición por los cambios que quiere realizar el gobierno en el precio de los combustibles, tuvo ganancias por 11,6 millones de dólares.

Del resto de las firmas satélites, cuatro dieron resultado negativo —Cementos del Plata, Petrouruguay, Gas Sayago y Gasoducto Cruz del Sur— y seis ganancias —Ancsol, Gasur, Matriz, Conecta, Pamacor y Caba—, aunque por montos marginales. Algunas de estas firmas están sin actividad y en proceso de liquidación desde la anterior conducción de Ancap, que lideró Marta Jara.

Las deudas de Ancap

La empresa informó que al cierre de 2020 alcanzó un pasivo en moneda estadounidense de 452 millones de dólares. Lo principal son pagos comprometidos a proveedores a 90 días, es decir deudas comerciales que alcanzan unos 198 millones de dólares, que se suman a deudas financieras por 254 millones de dólares.

En estos números es que impacta directamente la suba del dólar, que hace que Ancap necesite mayores ingresos en pesos para cubrir sus deudas. “La evolución del valor del peso respecto del dólar en el período resultó en una pérdida financiera por este concepto de 2.340 millones de pesos”, consignó la empresa.

Por otra parte, en el informe Ancap señaló que 48% de los ingresos percibidos en el ejercicio fueron a impuestos, tasas y pago a los demás actores de la cadena de distribución, y el restante 52% para la operación. De eso último, 74% se destinó a la compra de crudo y biocombustibles y 4,4% a los salarios del personal. A su vez, la compañía estatal informó que “siguiendo la regla de ocupar un tercio solamente de las vacantes”, redujo 80 cargos en el período y la dotación de personal “está cerca del nivel mínimo en los últimos 20 años”.