Luego de que el Poder Ejecutivo reconociera esfuerzos de la Udelar aportando algunos recursos incrementales en la ley de presupuesto, el escenario que se presenta es un escenario de achique. Según estimaciones de la institución, luego de dos quinquenios consecutivos en los que el incremento real de presupuesto superó 20%, de no revertirse la asignación, en este quinquenio el presupuesto universitario se verá reducido 7,36%1.

Días atrás la Udelar elevó al Parlamento y al Poder Ejecutivo su propuesta para atender necesidades mediatas e inmediatas, tales como la posibilidad de construir un instituto de producción de vacunas, abordar situaciones de salud emergentes en pandemia, fortalecer la estructura de becas y generar condiciones para continuar formando jóvenes investigadores y docentes.

Una propuesta hija de su tiempo y nieta de su historia

Uruguay está viviendo una crisis económica, social y sanitaria. Nos encontramos frente a datos alarmantes en materia de actividad, empleo, salario real y aumento de la desigualdad económica y educativa. Las pérdidas materiales, el aumento de la pobreza, el deterioro del consumo y las miles de muertes se ubican como entretelón en esta nueva discusión presupuestal en el parlamento.

En este marco la Udelar realiza su rendición de cuentas y una propuesta que atiende las restricciones financieras, se centra en las necesidades del país, plantea alternativas urgentes para los problemas del momento y prioriza aquellos elementos más pertinentes. La propuesta es una reivindicación de las capacidades públicas construidas en el largo aliento, capacidades que son patrimonio de todos los uruguayos y que son puestas al servicio de la población.

El gigante que camina: Hospital de Clínicas al servicio de la pública salud

El primer eje de propuestas se centra en el Hospital de Clínicas, pieza clave de la salud pública. Son propuestas concretas que buscan atender los problemas más urgentes de la salud de los uruguayos y sobre los cuales el hospital ha construido capacidades de respuesta durante años.

Cáncer de mama. La primera propuesta apunta a la rápida detección y tratamiento del cáncer de mama, con el objetivo de que toda mujer con un nódulo o una mamografía sospechosa pueda acceder a una evaluación y tratamiento en tiempos acotados. Estudios han constatado una reducción de consultas y detección durante 2020, lo que tendrá consecuencias serias en el corto y mediano plazo; frenar esta tendencia es urgente.

Síndrome poscovid. El diagnóstico de este síndrome está afectando a una proporción alta de las personas que atravesaron la enfermedad y aún no hay una respuesta contundente y clara desde el sistema de salud. El estudio minucioso de los casos, así como de las consecuencias de la enfermedad, abren al Hospital de Clínicas la posibilidad de plantear respuestas.

ACV. La segunda causa individual de muerte en Uruguay aún no tiene una respuesta sistemática para su prevención y para la recuperación de quienes lo atraviesan. Por eso la tercera propuesta pasa por expandir el alcance del tratamiento y recuperación de pacientes con accidentes cerebrovasculares (ACV).

Estas propuestas redundan en beneficios directos para la población y apelan al aprovechamiento de las capacidades que fueron construidas durante muchos años de priorización e inversión en el Hospital de Clínicas.

Un crecimiento saludable: más estudiantes y su contexto

Avanzar en la generalización y democratización de la educación terciaria debería estar en el centro de cualquier política de desarrollo moderna. En Uruguay se ha avanzado mucho, pero aún estamos lejos de contar con un nivel satisfactorio de jóvenes en nivel terciario. Las inscripciones a la Udelar volvieron a batir récord en 2021, con más de 20.000 jóvenes que comenzaron a cursar estudios universitarios (y todavía faltan los ingresos a mitad de año). Esta gran noticia es acompañada de cierta preocupación, dado que en ausencia de un incremento que permita al menos mantener la cantidad de estudiantes por docente y funcionario, se corre el riesgo de otorgarle a los jóvenes de hoy peores condiciones materiales respecto de los jóvenes de ayer.

Al mismo tiempo, las condiciones socioeconómicas con las que llegan estos jóvenes están signadas por un escenario de crisis. En un marco como este, las becas de apoyo para continuar los estudios se vuelven un instrumento fundamental. En ese sentido, el incremento para becas otorgado en 2020 permitió, pese al aumento de la demanda, mantener la tasa de satisfacción. Sin recursos adicionales no se podrá garantizar que esto continúe.

La soberanía es salud: producción de vacunas en Uruguay

Llegamos a la apuesta más innovadora en materia institucional: los institutos centrales. La Udelar propone a Uruguay la posibilidad de comenzar un proceso de construcción e instalación de un instituto de producción de vacunas. Es una apuesta de largo aliento, pero podría dar pasos firmes de ser otorgadas las primeras partidas en esta instancia de rendición de cuentas. En conjunto con varias instituciones, y con aportes de académicos de diversos rubros, hoy la Udelar le está ofreciendo al país la posibilidad de poner recursos y capacidades para construir respuestas oportunas ante la eventual necesidad de vacunas en un futuro cercano.

Al mismo tiempo, se propone la creación de un instituto para estudiar los aspectos sociales, económicos y de salud mental. Los fenómenos que estamos viviendo rompen fuertemente con la lógica en la que se venían pensando los problemas sociales y las respuestas de política; asuntos emergentes que se han puesto en evidencia, al igual que la salud mental, la violencia y las restricciones de acceso a una casa digna, que deben ser incorporados e integrados a esta agenda. Es necesario valorizar las ciencias sociales y ponerse a la vanguardia con espacios que generen conocimiento de calidad para el país.

¿Qué les queda a los jóvenes? Apostar al ganador

Si el país no revierte el camino de ajuste global iniciado en 2020, no se podrá generar mayores y mejores espacios académicos para recibir jóvenes que se están formando al más alto nivel. Les dimos señales, les dijimos que se formen y sean los mejores, y durante varias cohortes pudimos recibirlos y darles condiciones dignas. De esas condiciones surgieron varios integrantes del GACH y también muchos jóvenes investigadores que han deslumbrado por sus capacidades. Una vez más, el problema es que si no generamos condiciones similares para el futuro, le estamos cerrando las puertas a la calidad de investigación que Uruguay merece.

No hay procesos educativos ni de construcción de capacidades para la investigación de calidad que sean rápidos; los frutos se ven en el mediano plazo: estamos atravesando una época de cosecha de las apuestas hechas hace decenas de años. En esta propuesta para la discusión de rendición de cuentas, la Udelar está ofreciendo respuestas inmediatas por capacidades construidas durante años, ubicadas en su contexto y con resultados visibles.

La velocidad con la que avanzó la crisis evidenció que no hay tiempo para esperar. La tarea de apuntalar la recuperación es urgente porque su demora, y la incapacidad para atender adecuadamente las nuevas necesidades, generarán grietas y brechas cada vez mayores. Una sociedad que no encuentra la forma de apostar a sus jóvenes no tendrá el futuro sostenible que todos los uruguayos queremos.

Joaquín Toledo es economista y miembro del Consejo Directivo Central de la Udelar por el orden de egresados.