Tal como reportó Ámbito Financiero, la cadena de supermercados Ta-Ta planteó la posibilidad de no cumplir con uno de los requisitos de sus obligaciones negociables, “debido a que las ventas de este año registraron una caída de 2%, como consecuencia del derrumbe en las tiendas en ciudades fronterizas con Argentina, las cuales representan 30% de las ventas totales de la empresa”.
Por este motivo, y a afectos de aclarar la situación y solicitar una dispensa, la empresa convocó a una asamblea de obligacionistas, es decir, a los tenedores de los títulos que habían sido emitidos por la empresa a través de la Bolsa Electrónica de Valores del Uruguay. La ronda de emisión había sido por un monto total máximo de 100 millones de dólares, la mayor oferta privada que se encuentra actualmente activa en el sistema financiero uruguayo, según indicaron fuentes del sector a la diaria.
En efecto, al no cumplir con uno de los ratios presentados en el prospecto de la emisión (mantener su relación entre deuda financiera neta y EBITDA -ingresos netos antes de intereses, impuestos, depreciación y amortizaciones- a un nivel menor a 4,5 veces), la empresa quedó expuesta a que los obligacionistas pudieran exigir el repago de las obligaciones de manera anticipada, enfrentando potencialmente problemas en el flujo de caja.
Los obligacionistas, que son en 99% AFAP, resolvieron renunciar a “(i) exigir anticipadamente el pago de las obligaciones negociables Serie 1, y; (ii) considerar a Ta-Ta SA incurso en mora, así como al devengamiento de intereses moratorios”.
A su vez, para renunciar a estos derechos Ta-Ta se obliga, entre otras cosas, a “no distribuir dividendos, realizar rescates de capital o adelantos a accionistas hasta que se verifique el Ratio de Endeudamiento II” -sobre el que se prevé el incumplimiento-, “transferir a la Cuenta de Reserva del Fideicomiso de Garantía […] un monto correspondiente al servicio de deuda de marzo de 2023 en pesos uruguayos equivalente al Servicio de Deuda (capital e intereses) en UI del día de la transferencia de acuerdo al importe que confirme el Agente de Pago al Fiduciario”. Esto es lo que se desprende del documento presentado por la gerencia de Ta-Ta a la Superintendencia de Servicios Financieros del Banco Central del Uruguay el 20 de diciembre.
En resumidas cuentas, la gerencia de Ta-Ta, frente a este incumplimiento, toma medidas tendientes a preservar el flujo de caja de la empresa y brindar mayores garantías a los tenedores de obligaciones. A cambio, se asegura no tener que enfrentar desembolsos anticipados mientras busca estabilizar la situación de sus sucursales fronterizas y reducir el ratio de Deuda Financiera Neta / EBITDA a un valor menor a 4,5.
Este incumplimiento de garantía no implica necesariamente un impago de la deuda asumida. De hecho, como consignó El Observador: “El último informe elaborado en octubre por la firma FixXcr (afiliada a Fitch Ratings) confirmó la calificación de perspectiva estable a la ON. Expuso que la calificación se encuentra relacionada con la calidad crediticia de la compañía, a la vez que consideró la elevada participación de la deuda garantizada respecto a la deuda de la misma”.