El dólar en Uruguay registra en el año una caída en su cotización superior a 10% y el viernes llegó a su menor valor desde inicios del 2020, al ubicarse por debajo de 39 pesos a nivel interbancario. La situación provocó una nueva alerta por parte del sector exportador, que cuestionó la política del gobierno y planteó que las empresas que venden al exterior sufren “impactos”, porque con la evolución a la baja del dólar reciben menos pesos al exportar.
Se trata de un reclamo habitual de los privados que colocan sus productos en otras partes del mundo, ya que Uruguay pierde competitividad si el dólar baja en lo local y no en los competidores. La cuestión de fondo es si la evolución de la divisa responde a los fundamentos internacionales o si se trata de una variación particular en Uruguay.
Para la Unión de Exportadores, en lo que va del año “Uruguay ha sido un caso atípico en el mundo por la fuerte baja de la moneda estadounidense, que el pasado viernes llegó al menor nivel de 34 meses”. En esa línea, indicaron que “el tipo de cambio real global acumula un descenso de 11% en 10 meses, lo que incide en una fuerte pérdida de competitividad frente a clientes y competidores”.
La gremial manifestó que “la exportación es un motor fundamental para la economía uruguaya” y si el escenario es “poco competitivo” se transforma en “un sector que no invierte, que no crece y que no genera empleo”. Ante esto, manifestaron: “Esperamos que las autoridades entiendan la gravedad de la situación y actúen en consecuencia”.
“La situación internacional cambió en comparación con el primer semestre del año. Los precios internacionales bajaron y la inflación en Uruguay comenzó a ceder. En ese contexto, es necesario modificar el rumbo de la política monetaria que viene llevando adelante el Banco Central del Uruguay (BCU)”, indicó la Unión de Exportadores en un comunicado.
La mira apunta al BCU por la decisión que ha tomado en los últimos meses de subir la tasa de interés, que en noviembre se ubicó en 11,25%, llegando a diez aumentos consecutivos de la referencia.
La tasa de interés es una referencia sobre el valor del dinero, porque es lo que pagan los bancos por obtener liquidez a un día de plazo. Al subir su nivel se busca contener la inflación mediante el manejo del dinero circulante, ya que una tasa más alta hace más atractivo el ahorro y desestimula el crédito. Como contracara, esto aprecia el valor del peso uruguayo, es decir que empuja a la baja al dólar.
La suba de la tasa de interés del BCU significó adoptar una política monetaria contractiva, que busca incidir en las expectativas de inflación de los agentes, en el entendido de que hoy la prioridad es frenar el aumento de los precios. En tiempos de pandemia, con la actividad resentida, en Uruguay y el resto de los países del mundo se bajó la tasa de interés como forma de incrementar el dinero circulante y el crédito para lograr un repunte económico. Tras la recuperación, todos los bancos centrales están haciendo el proceso inverso.
Un artículo de la diaria Economía analizó días atrás las distintas perspectivas acerca del atraso cambiario y los impactos de la evolución del dólar en la competitividad. Tomando como indicador el tipo de cambio real global efectivo, que releva el BCU, el actual nivel se encuentra 30% por debajo del promedio entre los años 2000 y 2022, lo que mostraría un atraso cambiario como plantea el sector privado. Los mayores desvíos se dan respecto de Argentina (47%) y de Brasil (36%), mientras que el encarecimiento relativo de Uruguay es de 21% al compararse con los países extra región y 37% desde la perspectiva regional.
Acerca del reclamo exportador por el valor del dólar, la ministra de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche, dijo a finales de noviembre en entrevista con el diario El País: “Las comparaciones del precio del dólar entre países son muy difíciles de hacer”; “la respuesta a por qué el dólar está teniendo esa trayectoria [descendente] es que tenemos una enorme oferta de dólares de los exportadores”, es decir que “lo que es bueno en términos de exportaciones, se convierte en este obstáculo para que el dólar tenga un nivel más alto”.
Además, dijo respecto a la competitividad: “Uno lo que puede hacer son los deberes que le corresponden como gobernante, la agenda de Uruguay, en eso estamos trabajando para dar una mayor competitividad a las empresas. Hoy en Uruguay hemos tenido, en lo que va de este período, tres mejoras en las agencias calificadoras de riesgo y eso significa que también esa mejor nota del país se traduce en una situación mejor para las empresas que están en nuestro país”.