El Banco Central de la República Argentina (BCRA) divulgó el viernes el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), correspondiente al mes de julio. El cambio más notorio, pero que igualmente está dentro de lo esperable, corresponde al salto que registraron las proyecciones de inflación para este año y el próximo.

Concretamente, los analistas encuestados a fines de julio estiman la inflación en torno a 90,2% interanual para este año, lo que supone, en relación a las estimaciones previas, un incremento superior a los 14 puntos porcentuales. Esa cifra es todavía mayor si nos restringimos a las previsiones que realizan quienes mejor proyectan esta variable, que anticipan un incremento anual de 95% para este año. En junio, previo a que se desatara este nuevo capítulo de la larga crisis argentina −que dejó atrás a dos ministros de economía en menos de un mes−, las previsiones se situaban en el entorno de 76% interanual.

En términos mensuales, del nuevo relevamiento se desprende un aumento de los precios de 7,5% para el mes de julio, casi tres puntos por encima de lo previsto el mes anterior (el dato se dará a conocer en los próximos días). Para el resto del año, la variación mensual del índice de precios al consumo será, en promedio, cercana a 5,4%.

La corrección alcista alcanza también al período 2023-2024. Para el año que viene, las nuevas estimaciones apuntan a un incremento de los precios al consumo equivalente a 76,6%, lo que supone una revisión de 12 puntos porcentuales respecto a la encuesta previa. Para 2024, por su parte, la dinámica inflacionaria se moderaría y dejaría el registro anual próximo a 60% (9,8 puntos por encima del relevamiento de junio).

Naturalmente, la corrección de las estimaciones se extendió hacia el resto de las variables relevadas por la autoridad monetaria. Por ejemplo, en el caso del tipo de cambio nominal, los nuevos pronósticos sugieren que la cotización llegaría a $167,16 el próximo diciembre. De esta manera, el peso argentino medido a partir de su cotización oficial (hoy en torno a $136) terminaría el año con una depreciación superior al 63%.

En lo que refiere al Producto Interno Bruto (PIB), se espera una expansión del entorno de 3,4% para este año, es decir, dos décimas más de lo previsto en el marco del relevamiento anterior. En 2023 el crecimiento económico sería de 1,5% (tres décimas por debajo del mes pasado) y en 2024 se encontraría en el eje del 2% (sin cambios en relación a lo esperado en junio).

Si bien la tensión financiera se descomprimió parcialmente en la última semana, la incertidumbre sobre el devenir de los acontecimientos sigue siendo inusitadamente alta, pese al anuncio de las nuevas medidas que realizó el miércoles Sergio Massa, el nuevo “superministro” de economía.