La Unidad Reguladora de Servicios de Energía y Agua (Ursea) publicó los Precios de Paridad de Importación (PPI) de gasolinas, gasoil, gas licuado de petróleo y fueloil correspondientes a enero de 2023 en su sitio web.
Para febrero, el informe prevé un aumento en los PPI de las naftas de 7,3% y 6,3% en el gasoil. La unidad estableció una recomendación que, de aplicarse por parte del Poder Ejecutivo, implicará 2,65 pesos de aumento en naftas y 1,18 pesos en gasoil. La decisión será comunicada este martes 31 de enero.
En el artículo 236 de la ley de urgente consideración (LUC) se explicita que deberá determinarse el “precio de paridad resultante de importar los productos terminados y hacerlos disponibles en las plantas de distribución de Ancap, incluyendo las tasas e impuestos correspondientes a este tramo de la cadena”. En el artículo 235 de esa ley se establece que los precios de venta de combustibles por parte de Ancap serán aprobados por el Poder Ejecutivo.
El director de la Ursea por el Frente Amplio (FA), Roberto Chiazzaro, informó a la diaria que “son varios los factores que determinan el precio de los combustibles, incluso a nivel internacional”. A modo de ejemplo, explicó que hay factores políticos y económicos que inciden, “como la guerra que está aconteciendo actualmente entre Rusia y la OTAN establece que el 5 de febrero teóricamente los países de la Europa occidental deberían dejar de comprarle a Rusia cualquier tipo de combustible”.
Por esta razón, “las compras de combustible en el mundo han subido y la demanda de las compras de combustible en el mundo suben porque las grandes compras que hacía Europa a Rusia ahora no las podrá efectuar”, argumentó Chiazzaro.
No obstante, reflexionó sobre el último informe de la Ursea y sostuvo que los PPI “son el inicio de una cadena de precios que luego se va elevando, por lo tanto, se tendría que incrementar” el precio de venta ya que, “de acuerdo al PPI, las naftas y el gasoil han subido de valor”.
“Es posible que suba el precio incluso si el valor del petróleo baja”, dijo el director de la Ursea, dado que depende de qué precio se tome como referencia. Por esto manifestó: “Los PPI basan su información en las naftas y gasolinas que se venden en las refinerías de Estados Unidos de la costa del Golfo de México, donde hay una elevación en los precios”.
Según Chiazzaro, “la realidad está marcando que evidentemente estamos en una situación en que el Poder Ejecutivo tiene este dato de la Ursea, pero el precio no es el precio de venta al público (PVP)”, ya que este último “es único y se maneja a nivel nacional”.
El PVP lo fija el Poder Ejecutivo y toma en cuenta dos informes: el informe de Ursea que arroja el PPI y un informe que le hace Ancap que informa sobre su rentabilidad. “Con esos dos informes se define el PVP, que es un precio político. Desde el Ejecutivo se evaluará qué es lo que conviene política y económicamente”, apuntó el director de la Ursea. En enero se estableció la baja de 3 pesos en el precio de la nafta y de 6 pesos en el del gasoil.
Para el director, este mecanismo de fijación del precio de los combustibles “es erróneo” y “no le está sirviendo al gobierno porque hay muchos factores internos y externos que inciden” y hace “que todos los meses estemos haciendo el estudio de valor de los precios lo cual genera una tremenda inestabilidad económica para las empresas, ya que hay una incertidumbre sobre cuáles van a ser los precios finales de los productos”.