Silvia Emaldi, presidenta de UTE, ha declarado e insistido en que la energía aumentaría el 1º de enero 3,5% en promedio. Si está adherido a la tarifa de Consumo Básico Residencial, prepárese. Las frutas y verduras aumentaron 24,6% en 2022. Y la UTE, para usted, 25,81%.

Los pliegos tarifarios de las empresas públicas son obras de especialistas que cada año deben recoger los precios de todas las alternativas de los servicios que prestan. No sólo son producto de la experiencia institucional acumulada durante años, sino también de los deseos de sucesivos directorios, técnicos de OPP y también del Ministerio de Economía y Finanzas. También presentan curiosidades y muchas veces esconden modificaciones tarifarias que en general pasan por debajo del radar. Además, el pliego tarifario recoge opciones mezcladas de política empresarial y política pública, expresadas en subsidios cruzados que algunas veces son explícitos, pero que en la mayoría de las veces pasan desapercibidos para la mayoría de la población.

El “Considerando” del Decreto 436/022 del 29 de diciembre de 2022 dice que UTE propone un ajuste medio de 3,5% para los precios de energía eléctrica y las tasas de los servicios a su cargo, a regir a partir del 1 de enero de 2023. A su vez, el presidente, en acuerdo con los Ministerios de Industria, Energía y Minería y de Economía y Finanzas, aprobó el pliego tarifario de la UTE.

Como bien dice el “Considerando”, 3,5% es un promedio que se recoge en lo que UTE denomina la UBT (Unidad Básica de Tasa), y como tal contiene una variedad de incrementos y disminuciones según las características del contratante y del contrato. Incluso contiene, para algunos casos, modificaciones que ocurrirán en el segundo semestre del año.

A grandes rasgos, UTE vende en el mercado interno alrededor de 45% de la energía a las familias y 42% a grandes y medianos consumidores. No obstante, 90% de los servicios contratados, casi 1.430.000, corresponden a las familias, que se distribuyen según el tipo de contrato por el cual han optado, y que consumen promedialmente distintas cantidades de energía.

De acuerdo con UTE en cifras, la siguiente tabla considera la cantidad de servicios correspondientes a los años 2010 y 2021, y también el promedio de energía facturado por servicio en 2021.

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En 2022, el pliego estableció la imposibilidad que los clientes se adhirieran al Consumo Básico Residencial, que además tiene un mecanismo automático de pasaje a la tarifa Residencial Simple en caso de superarse los 230 Kwh dos veces en los últimos 12 meses (año móvil). Seguramente, cuando se publiquen los datos de 2022, constataremos una sensible disminución de los servicios correspondientes a esa categoría.

Como en todas las cosas, ni la estructura ni la distribución fue siempre la misma: la Tarifa Triple aparece en 2019, la Tarifa General Simple no aumentó en 2019 a fin de favorecer a las pequeñas empresas y la tarifa de Consumo Básico Residencial viene de febrero de 2010 (fue creada por el Decreto 40 de ese año). En 2010 la nueva tarifa de Consumo Básico Residencial incluyó automáticamente a aquellos consumos de menos de 170 kWh por mes, con el objetivo de promover el acceso universal, regular y seguro a la energía eléctrica.

En 2014 se exoneró del IVA (Ley N° 19.197 y Decreto 70/2014) al cargo fijo de las tarifas residenciales y al cargo mensual de la tarifa de Consumo Básico Residencial, otorgando a UTE un crédito de IVA equivalente a costo del servicio. Esto le dio un nuevo impulso a esta tarifa, que incluya a más de 20.000 de un año a otro.

Existen varios dichos respecto a los números y los promedios. Lo cierto es que, de la mano de ellos, se puede avanzar en inclusión y equidad, y también ocultar cambios en las políticas públicas. Y esto es lo que pasó con la tarifa de Consumo Básico Residencial. El nuevo pliego tarifario establece un aumento de 25,81% en el cargo mensual, con derecho hasta 100 kWh/mes, de la Tarifa Básica Residencial, que pasa de $ 387,5 a $ 487,5.

Obviamente, la mayoría del Directorio de UTE ha resuelto tomar medidas para castigar a los clientes de Consumo Básico, procurando su migración hacia otras categorías. Y esto es lo que quiere ocultar hablando de promedios: seguramente cientos de miles de hogares se enterarán en los primeros días de febrero que su cuenta de UTE no aumentó 3,5%, y que el aumento será superior cuanto menor haya sido su consumo, pudiendo llegar hasta 25,81%.