El dato
Según se desprende del documento de trabajo del Centro de Estudios Etcétera,1 entre 2019 y 2022 la distribución funcional (entre categorías de perceptores de ingresos) cambió significativamente en detrimento de los trabajadores. De acuerdo con estos cálculos, en la comparación entre 2019 y 2022, la pérdida total de los trabajadores asciende a más de 1.000 millones de dólares en relación a la que hubieran obtenido de mantenerse la distribución funcional del ingreso de 2019. En términos del PIB, esto representa una caída cercana a 1,2 puntos porcentuales.
El contexto
¿Qué es la distribución funcional del ingreso?
La distribución funcional del ingreso permite observar las retribuciones a los diferentes factores productivos. Por tanto, a través de ellas, interpretar la apropiación que los diferentes sectores o clases sociales hacen del ingreso generado.
Esto aporta una mirada complementaria a la tradicional distribución personal del ingreso, centrada en individuos u hogares, de los que se derivan otras medidas de desigualdad (por ejemplo, el coeficiente de Gini).
¿Cómo se realizaron los cálculos de distribución funcional?
Los cálculos que soportan los datos que se presentan en esta nota siguen el siguiente procedimiento. En primer lugar, se parte de los últimos datos respecto a la distribución funcional del ingreso publicados por el BCU, correspondientes a 2017.
En segundo lugar, se utiliza la información observada o estimada sobre las variaciones en el PIB, la cantidad de empleo y los salarios reales para cada año para actualizar la información de distribución funcional para 2018 a 2022.
Finalmente, se compara la estructura de la distribución funcional del ingreso de 2019 aplicada a 2020 a 2022 con la estimada para esos años, con el objetivo de comparar los cambios relativos en la apropiación funcional del ingreso por los diferentes grupos.
¿A cuánto ascendió la pérdida de participación del conjunto de los trabajadores?
Para 2022, se observa que la pérdida respecto a 2019 expresada en dólares asciende a 827 millones para las remuneraciones de asalariados, mientras que para el ingreso mixto (por ejemplo, trabajadores por cuenta propia) suma otros 178 millones y supera, entonces, para el conjunto de los trabajadores, los 1.000 millones de dólares.
¿Y cuánto cambió la participación de los trabajadores en términos del PIB?
Los trabajadores pasaron de percibir 41,5% del PIB en 2019 a 40,3% el PIB en 2022. Esto implica una pérdida de participación de 1,2 puntos porcentuales en el PIB.
¿Y la de los capitalistas?
Por su parte, la participación del capital pasó de 37,8% a 39,3%. Esto implica un aumento importante, al que debe sumarse el aumento del total de ingresos debido a un nivel de PIB superior al de 2019.
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“Aproximación a los cambios en la distribución funcional del ingreso en Uruguay 2019-2022”. Elaborado por Fernando Isabella y publicado por el Centro de Estudios Etcétera. ↩