Sobre la coyuntura y el clima de negocios

La consultora Exante divulgó la última edición de su Encuesta de expectativas empresariales,1 que recoge una evaluación “excepcionalmente buena” del clima de negocios: 89% de los encuestados lo evaluó como “bueno” (73%) o “muy bueno” (16%), el máximo registro desde que se realiza este relevamiento. En contraste, se constató un deterioro en lo que hace a la valoración de la evolución reciente de la economía, a pesar de que menos de 20% de las respuestas indican que la situación actual es peor que hace un año. En esa línea, se redujo la proporción de ejecutivos que visualiza que la situación económica será más favorable dentro de un año. En este caso, el porcentaje de respuestas que anticipan una situación mejor pasó de 35% a 26%.

Por otra parte, al ser interrogados por el clima de inversión, menos de un cuarto visualiza que estará mejor el próximo año, aunque el saldo de respuestas (“mejor” vs. “peor”) se mantuvo estable respecto al relevamiento previo (en torno a 13%). Igualmente, como era esperable, este guarismo es sensiblemente menor en relación al de los últimos dos años (dado que la economía fue dejando atrás el lastre de la emergencia sanitaria).

En el caso del crecimiento esperado para este año, los encuestados ajustaron a la baja sus expectativas: en octubre anticipaban una expansión del PIB de 2,7% y ahora la sitúan en el entorno de 1,6%. Esto está en línea con las últimas revisiones que han realizado los analistas, recogidas en la encuesta de expectativas mensual del Banco Central del Uruguay (BCU). En un escenario externo más complejo, la economía uruguaya entró en recesión durante el segundo semestre y arrancó 2023 con un “arrastre estadístico” negativo (a diferencia de lo sucedido en 2022). Igualmente, sólo 7% de las respuestas apuntan hacia una contracción de la actividad para este año. Para el mediano plazo, por su parte, la mirada empresarial no difiere mucho de las estimaciones de crecimiento potencial que surgen en el marco de la nueva institucionalidad fiscal y que apuntan a un crecimiento apenas superior a 2%.

Consultados por la evolución de los precios, el promedio de las respuestas ubica la inflación en 7,6% para este año y en 7,1% para el siguiente. “Ya no hay respuestas de inflación mayor a dos dígitos y también bajó la porción que espera que la inflación se ubique entre 8% y 10% el año que viene”. Ampliando el horizonte temporal, se incrementó la proporción de ejecutivos que anticipan que la inflación ingresará al rango meta en tres o cuatro años, aunque en promedio esperan un guarismo en el entorno de 6,6%.

Sobre la situación de las empresas

En este caso, la fracción de ejecutivos que consideran que la situación de su empresa es mejor que la de hace un año cayó siete décimas hasta 47%, que igualmente es un nivel elevado en perspectiva histórica. Cambiando la referencia, la mitad de los encuestados declaró que la situación general de su empresa será mejor dentro de un año, una cifra similar a la que arrojaba la edición anterior de este relevamiento.

Resultados similares se desprenden en la órbita de la producción e inversión esperada para los próximos doce meses, es decir, la mitad de la muestra prevé un incremento para estas dos variables. Sin embargo, el panorama cambia para la rentabilidad y el nivel de empleo. Concretamente, 35% espera que la rentabilidad mejore y 29% señala que el empleo será mayor. En este último caso, las principales limitantes declaradas para contratar más personal refieren al “salario real elevado” (46%), “la disponibilidad de tecnologías ahorradoras de mano de obra” (43%) y al “bajo volumen de negocios” (40%). En relación con el segundo motivo, más de 75% de los empresarios declaró que introdujo nuevas tecnologías o que está planeando hacerlo, especialmente del tipo de automatización de procesos o tareas.

Por último, en lo que refiere a los desafíos que enfrentan las empresas, las mayores menciones se vinculan a la “presión de costos” (64%), “competencia creciente” (44%), “gestión de recursos humanos” (37%) e “incorporación de tecnología” (34%).

Foto del artículo 'Las expectativas empresariales relevadas por Exante'

Sobre la gestión del gobierno

La proporción de empresarios que aprueba la gestión del gobierno se mantuvo estable en torno a 78%, lo que pauta una “evaluación sumamente favorable”. En ese sentido, la desaprobación alcanza apenas al 3%. Los ámbitos que capturan la mejor valoración continúan siendo la promoción de la inversión, el crecimiento económico, la situación fiscal y el desarrollo de infraestructura. Sin embargo, el documento destaca que “en esta edición mejoró notoriamente la opinión sobre el manejo del desempleo y la inflación”. En contraposición, la peor valoración empresarial refiere al área de la competitividad, con un 30% de los ejecutivos indicando que es mala.

Por otro lado, los encuestados siguen señalando que deberían priorizarse las mejoras en la calidad de la educación y en seguridad pública. Volviendo sobre la competitividad, que en el último año se ha convertido en uno de los principales motivos de descontento para el sector, 39% de los entrevistados señaló que el gobierno debería priorizar una mejora vía tipo de cambio (casi el doble que en el relevamiento de octubre).

Para cerrar, los ejecutivos se mostraron “algo menos optimistas” que hace unos meses en lo que hace a la gestión de la política económica y más de 60% no espera mayores cambios hacia adelante.


  1. Encuesta de expectativas empresariales: clima resiliente pese a la moderación de la actividad económica y un entorno global menos favorable. Exante.