El mismo día de la reunión entre el presidente electo, Yamandú Orsi, y el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, en el vecino país, el dólar estadounidense cerró por primera vez a seis reales para la venta, lo que supone un máximo histórico. Esta semana, y a tres días de que comience la Cumbre del Mercosur, que se desarrollará en Uruguay, la agencia de noticias Efe consignó que este lunes el dólar sufrió su cuarta suba consecutiva en Brasil, con un alza diaria de 1,13%, y se situó en 6,06 reales.

El aumento se dio en medio de un paquete de medidas anunciado por el gobierno brasileño para hacer un recorte en el gasto público de 70.000 millones de reales, que equivalen a 11.700 millones de dólares, para 2025 y 2026. El paquete de medidas incluyó una exención en el impuesto sobre la renta, a partir de 2026, para las personas que ganen hasta 5.000 reales (825 dólares al cambio de hoy) al mes. Según Efe, el mercado reaccionó con pesimismo ante la medida, ya que considera que esto puede dificultar el control del déficit público, que en estos momentos significa 9,5% del producto interno bruto (PIB) del país.

Además de cómo estas medidas van a incidir en el mercado brasileño, la pregunta también es cómo el aumento en la cotización en el país vecino puede afectar a Uruguay, sobre todo en las exportaciones y en el turismo, con el inicio de temporada asomándose.

Para María Laura Rodríguez, responsable de asesoría económica de la Unión de Exportadores del Uruguay (UEU), el hecho de que el socio del Mercosur “se esté abaratando en términos relativos a Uruguay” significa una “preocupación” para cualquier empresa exportadora que tenga a dicho país como destino.

En diálogo con la diaria, Rodríguez recordó que en estos días Uruguay “estuvo acompasado un poco a esa situación en Brasil”, ya que hubo un aumento del dólar, que hoy está a 44,3 pesos la compra. “En noviembre, Uruguay tuvo un aumento del dólar o una depreciación de la moneda de 3,6, mientras que en Brasil fue 4,2”, señaló, y agregó que si se observa el año, desde enero a noviembre, “Uruguay tiene una depreciación de 10,6 y Brasil de 24,11”.

Por lo tanto, esto lleva a tener una brecha cambiaria que lo que “termina haciendo [es] que Brasil esté barato” y, en contraste, Uruguay “está caro”. Eso, según Rodríguez, “siempre incide en los negocios” y para las empresas exportadoras “es un tema a seguir con atención”.

La presidenta de la Cámara de Turismo consideró que la devaluación no va a generar “una afectación muy fuerte”

De acuerdo con un informe del Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social, realizado junto a la Cámara Uruguaya de Turismo (Camtur), en los primeros ocho meses del año ingresaron 169.000 extranjeros no residentes menos que hace un año, “lo que significó una llegada menor de argentinos, brasileños, chilenos, estadounidenses y [de] otros orígenes”.

La presidenta de Camtur, Marina Cantera, explicó a la diaria que cuando el salario real argentino sube, el ingreso de turistas a Uruguay aumenta, lo que, valoró, es “bien interesante” para la temporada, ya que “seguramente” va a haber más argentinos que en la temporada pasada.

“Esa alza de argentinos que va a haber este año va a ser bastante mayor que la cantidad de brasileños”, afirmó. “Nosotros tenemos un 60% del turismo que es argentino y sólo un 20% es brasileño”, precisó.

Señaló que los turistas brasileños son de “muy alto poder adquisitivo”, por lo que “no es un segmento de mercado que vaya a estar muy afectado por cambios bruscos de la moneda”. Por eso, consideró que la devaluación “no va a afectar demasiado” en esta temporada, al menos, y que quizá para el año que viene “estemos hablando de otra cosa bien distinta”. “Por lo menos para esta temporada creo que no va a haber una afectación muy fuerte”, comentó.

Por otro lado, Rodríguez dijo que la situación significa un “estrés” y que “es lo más complejo para el turismo”, debido a que la temporada está empezando y “el momento de llegada principal de brasileños es en las fiestas”.

Con respecto a lo que dijo Cantera sobre el segmento de turistas de alto poder adquisitivo, Rodríguez coincidió en que “los vaivenes de las monedas no lo mueven” y en que para los brasileños que van a Punta del Este en Maldonado “tal vez esto no afecte”, así como tampoco a los “argentinos que tienen sus inmuebles en la costa uruguaya, y no sólo en Punta del Este, que vienen a pasar sus vacaciones y que ya lo tienen como parte de su vida”.

Asimismo, dijo que lo que “siempre ha impactado cada vez que tenemos un tema cambiario es [la llegada de turistas de] esa clase media que puede tomar decisiones rápidamente de decir ‘voy para acá, voy para allá, según cómo me convenga’”, y que en eso “el tipo de cambio incide”.

“Si hay argentinos que estaban pensando en venir a Uruguay y ven que está más barato ir a Brasil, es posible que decidan ir a Brasil”, razonó, y agregó que si bien quizá estos “ya alquilaron y ya no lo pueden cambiar”, es posible que haya “algunos que se iban a venir en auto y todavía no alquilaron”. “Esos pueden decir ‘sigo de largo y me voy a Brasil’”.

Así, resaltó que quizá esto “no es algo masivo” porque “las reservas ya están hechas y eso hace que no cambien”, pero que el tipo de cambio “hace su trabajo”.

Con todo, Cantera no cree que esto implique una alarma en el sector turístico, pero sí percibe que “hay que hacer un trabajo más fuerte en Brasil” en cuanto a la promoción, ya que ese país “es un mercado muy bueno” y observan que “está subexplotado”. “Tenemos margen como país para hacer más acciones para alcanzar ese mercado, más allá de los presupuestos, que sabemos que siempre son escasos en nuestro país; creemos que hay que poner un análisis y un pienso muy especial”, insistió.

“Uruguay necesitaría no ser tan caro, y eso va más allá de la coyuntura en Brasil”, afirmó Rodríguez

La responsable de asesoría económica de la UEU apuntó que depende “de cada empresa, de cómo sea su relacionamiento con el cliente” y de las “cosas que ya tienen pactadas para adelante” las negociaciones que se “puedan ir haciendo”. En ese sentido, señaló que “no hay un único resultado”.

A su vez, detalló que también depende de “si los clientes de nuestros exportadores tienen necesidad de ese producto, porque en Brasil no hay producción suficiente o no hay producción”. “Si hay un relacionamiento de largo plazo con el cliente, también, de repente, hay formas de ir manejando la situación para no perderlo”, planteó, y contempló que “hay distintos factores que se van desencadenando según cada situación”.

En ese sentido, Rodríguez subrayó que “Uruguay necesitaría no ser tan caro” y “eso va a depender más allá de la coyuntura de Brasil”. Comentó que es un tema que desde la UEU ya venían planteando en su agenda de prioridades: “Uruguay tiene que bajar sus costos para producir, porque estamos caros con respecto al mundo”, indicó.

“Obviamente que si vos tenés uno de tus principales socios comerciales que se abarata, es más desafío de parte nuestra en cuanto a ‘tenemos que lograr ser capaces de producir de forma más barata’, pero más barata estructuralmente”, remarcó, y continuó: “Uruguay tiene que tener menos costos logísticos, tarifarios”, y que eso “desafía a trabajarlo más rápido.

En el marco de la transición de gobierno, Rodríguez destacó que esto implica un desafío para el gobierno actual y también para el entrante, “para que se vaya haciendo este planteo de cómo lograr cambiar un poco estructuralmente ese país caro que tenemos”.

Además de bajar los costos para producir, Rodríguez consideró que hay que “tener un tipo de cambio lo más competitivo posible”. “Siempre decimos que queremos un tipo de cambio real, competitivo, dentro de la estabilidad macroeconómica necesaria, que todas las variables estén alineadas y dentro de los mejores valores posibles”, sostuvo.