Las desigualdades de género en el ámbito laboral y doméstico continúan siendo un desafío en nuestra sociedad. Estas disparidades no sólo afectan las oportunidades de bienestar de los miembros del hogar, sino que también limitan la autonomía económica de las mujeres. Entender estas inequidades como problemas normativos es fundamental para abordar la verdadera magnitud de la situación.

Foto del artículo 'Las mujeres dedican casi el doble de horas a tareas domésticas y de cuidado en comparación con los hombres'

El aumento en el tiempo dedicado al trabajo remunerado por las mujeres se debe a una mayor participación en el mercado laboral, aunque todavía existe una brecha significativa en comparación con los hombres. La creciente participación de las mujeres en el trabajo remunerado sugiere un avance hacia una mayor independencia económica y profesional.

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En 2007 las mujeres dedicaban un 48% más de tiempo que los hombres a tareas domésticas. Esa cifra se ubicó en torno a 44% en 2013 y cayó hasta 34% en 2021. La disminución en la carga horaria para tareas domésticas se debe a un aumento en el trabajo remunerado de las mujeres. No obstante, las mujeres aún llevan una carga desproporcionada en el trabajo no remunerado, lo que afecta su ocio, descanso y desarrollo profesional. Esto se debe a la falta de infraestructura social adecuada, como servicios de cuidado infantil y sistemas de apoyo para el cuidado de personas mayores y personas con discapacidad. Aunque la participación masculina en el trabajo no remunerado ha aumentado, el cambio es demasiado lento para lograr una igualdad real.

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Sobrecarga invisible

Las mujeres siguen dedicando casi el doble de horas semanales a tareas domésticas y de cuidado en comparación con los hombres, reflejando roles de género tradicionales que les asignan la mayor parte de estas responsabilidades. Aunque ha habido una reducción en sus horas, esto se debe al aumento del trabajo remunerado de las mujeres; el incremento en la participación de los hombres en las tareas domésticas y de cuidado, por su parte, se debe a la disminución en las tareas remuneradas, donde las jornadas laborales para el género masculino han disminuido y le han permitido dedicar horas a las tareas no remuneradas.

Carga global de trabajo

En términos de horas semanales totales (sumando trabajo remunerado y no remunerado), las mujeres siguen teniendo una carga de trabajo mayor en comparación con los hombres. Este patrón se mantiene a lo largo de los años estudiados: 2007, 2013, 2021.

Desigualdades persistentes

A pesar de algunos cambios, las desigualdades de género en el uso del tiempo persisten. Por ello, es fundamental implementar políticas que fomenten una distribución más equitativa del tiempo entre hombres y mujeres para reducir estas disparidades. Uno de los avances más significativos hacia la igualdad de género a mediados del siglo XX fue el aumento de la participación laboral femenina. Aunque esto ha permitido reducir las horas dedicadas por las mujeres al trabajo no remunerado, existen aún desigualdades en los salarios promedio entre géneros, incluso cuando las mujeres participan en el mercado laboral remunerado.

Cuando hombres y mujeres eligen convivir en pareja, las mujeres suelen aumentar sus tareas domésticas sin reducir significativamente sus horas de trabajo remunerado, mientras que los hombres tienden a disminuir su participación en el hogar. La carga de trabajo no remunerado se intensifica considerablemente cuando hay niños y niñas en la familia, y recae en gran medida sobre las mujeres, alcanzando niveles que superan el doble en comparación con los hombres.

Según el tipo de hogar, esta dinámica varía: en hogares unipersonales y parejas sin hijos/as, la diferencia en la carga total de trabajo es mínima, pero en hogares nucleares monoparentales, biparentales o compuestos, las mujeres enfrentan hasta 14 horas semanales adicionales en comparación con los hombres.

CEPAL | ONU Mujeres. (2020, mayo). Brechas de género en los ingresos laborales en el Uruguay. Amarante, V., Barro, P., & Colacce, M. (2023). Patrones de uso del tiempo de hombres y mujeres en Uruguay.

Coordinación: Agustina Romero, Maite de los Santos.
Equipo docente de Taller de Diseño de Comunicación Visual 5: Gastón Croce, Maite de los Santos, Germán Dotta, Beatriz Leibner (docente responsable), Micaela Villanueva.
Infografía original: Victoria Gonçalvez, Evelyn Mora, Giuliana Oudri, Juliana Rebollo, Ana Laura Santana.
Adaptación: Victoria Gonçalvez.