El dato surge del informe de avance titulado “Argentina siglo XXI: deudas sociales crónicas y desigualdades crecientes. Perspectivas y desafíos”, que recoge la estimación de los efectos asociados al impacto inflacionario de la devaluación para los meses de diciembre y enero.
El salto cambiario que tuvo lugar a fines de 2023 incrementó los precios generales y, por esa vía, el valor de la canasta básica alimentaria y no alimentaria. Más allá del aumento de las transferencias sociales, advierte el informe, “se incrementó en forma significativa el porcentaje de población en situación de indigencia y pobreza”.1
En el primer caso, se estima que la población cuyos ingresos no superan la línea de indigencia pasó de 9,6% a 15% entre el tercer trimestre de 2023 y enero de 2024 (en diciembre se ubicó en 14,2%). Con respecto a la pobreza, el salto para el mismo período fue de 44,7% a 57,4% (49,5% en diciembre). De esta manera, la pobreza alcanza a 27 millones de personas en Argentina y se ubica por encima del nivel que alcanzó en 2004 (54,8%). De acuerdo con el documento, el mayor aumento correspondió a los hogares de clases trabajadoras o medias no beneficiarias de programas sociales.
En este sentido, si se consideran los hogares que son destinatarios de políticas sociales, se observa que “su nivel de indigencia, en el tercer trimestre de 2023, se ubicaba en el 19,7% de las personas, en diciembre de 2023 se incrementó al 28,8% y en enero de 2024 decrece al 23,8%, como consecuencia de las políticas compensatorias”. Para estos hogares, la pobreza pasó de 76,5% (tercer trimestre) a 81,9% (diciembre) y luego escaló hasta 85,5% (enero).
Según Agustín Salvia, director del observatorio, esta tendencia podría acentuarse en febrero producto de los efectos de la inflación, la recesión y la ausencia de ajustes salariales importantes. “La pobreza estructural en la Argentina no es nueva y es de esperar que se agrave, como también que febrero sea más complicado”, advirtió en declaraciones al canal Todo Noticias.
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Las proyecciones se realizaron ajustando los ingresos del tercer trimestre de 2023 en función de las variaciones reales en los salarios y las modificaciones en los programas de ingresos y transferencias monetarias. Las canastas de consumo, por su parte, se actualizaron en función de la variación de los valores correspondientes a su incremento según estimaciones del Instituto Nacional de Estadística y Censos. ↩