Sector industrial
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) informó el viernes que la caída de la industria manufacturera continúa sin encontrar piso: en mayo de 2024 el índice de producción se contrajo 14,8% en términos interanuales (frente a mayo de 2023) y acumula una caída de 15,2% en lo que va del año (esa cifra surge de comparar el período enero-mayo entre ambos años).
Este retroceso se extiende hacia el resto de las comparaciones, que incluyen la variación mensual de la serie desestacionalizada (es decir, sacando los efectos estacionales) y también de la serie en tendencia-ciclo (que depura la evolución del indicador de otros efectos irregulares que distorsionan las comparaciones mensuales). En efecto, 15 de las 16 divisiones que se incluyen en la medición cayeron frente a igual mes del año anterior.
Según sugieren los relevamientos entre las empresas del sector, la demanda deprimida y los problemas de abastecimiento de insumos importados son dos de los factores principales detrás del derrumbe de un sector clave para la economía argentina. Además del dato del Indec, la Asociación de Fábricas de Automotores informó la semana pasada que la producción nacional de vehículos en junio fue 16,7% más baja que el mes anterior y se ubicó 40,2% por debajo del nivel vigente un año atrás.
Construcción
La actividad de la construcción (medida a partir del indicador sintético elaborado por el Indec) registró una caída interanual todavía mayor que la industria y exhibe un retroceso de 32,2% interanual en los primeros cinco meses del año. En términos mensuales, la caída del indicador –medida por la tendencia-ciclo– ascendió a 3,4%.
Otro dato que está ligado a la dinámica del sector es el de despachos de cemento, que, según advirtió la Asociación de Fabricantes de Cementos Portland, cayó 7,4% entre mayo y junio, y 32,8% si se considera como punto de comparación a junio de 2023 (variación interanual).
Adelanto del PIB
Por otra parte, según el estimador mensual de actividad económica (EMAE) calculado por el Indec, que funciona como indicador adelantado del PIB, la economía argentina se contrajo 1,7% entre abril de 2023 y abril de 2024. Frente al mes anterior, la caída desestacionalizada (es decir, depurados los factores estacionales que distorsionan la comparación mensual) ascendió a 0,1% (0,4% una vez que se descuentan también los factores irregulares inherentes a la medición, es decir, cuando se considera la evolución de la tendencia-ciclo de la serie).
De acuerdo al informe del Indec, la comparación con abril de 2023 arroja un retroceso para ocho de los 15 sectores que compone la medición y una mejora para los restantes siete. En el primer caso, destacan la caída de la construcción (que ascendió a 25%), de la industria manufacturera (que fue de 16%) y del sector que integra al comercio mayorista, al minorista y las reparaciones (13,1%).
En contraposición, el desempeño mejoró significativamente en el caso de la pesca (197%) y de la agricultura, ganadería, caza y silvicultura (70%), que por su peso fue el sector con mayor incidencia positiva sobre la variación interanual. No obstante, como indica la trayectoria negativa del EMAE, estas mejoras no fueron suficientes para compensar el efecto conjunto de los ocho sectores que se contrajeron durante abril.
Perspectivas
En este contexto, los analistas argentinos consultados por el Banco Central de la República Argentina proyectaron en junio una contracción del PIB equivalente al 3,7% anual para este año, lo que implica una incipiente mejora con relación a la encuesta que fue realizada el mes anterior (de apenas una décima). Según surge del documento, esta caída se habría concentrado en el primer semestre. “De acuerdo con los pronósticos recibidos, el nivel de actividad comenzaría a recuperarse en el tercer trimestre del año”. De hecho, de cara a 2025, las respuestas de los agentes relevados apuntan a un rebote de la actividad, con una expansión del crecimiento del entorno de 3,2% (aunque, dada la situación actual del país, un año de proyección luce como un muy largo plazo).