Sobre la situación de las empresas

De acuerdo con el relevamiento realizado por el Departamento de Asesoramiento Económico de la consultora KPMG, el 52,2% de las empresas encuestadas exhibió un incremento en el volumen de sus ventas durante 2024, guarismo similar al constatado durante 2023. En contraposición, el 15% verificó una caída, cifra que también se mantuvo relativamente incambiada con respecto a la edición anterior.

En lo que refiere a la rentabilidad, el 45,1% declaró que permaneció igual, 38,1% que aumentó y el restante 16,8% que disminuyó. Por otra parte, el 73,8% señaló que durante el año pasado realizó un ajuste de precios. El principal motivo para el aumentó, según se desprende de la encuesta, tiene que ver con la evolución de los costos laborales (42%), seguido por el aumento del tipo de cambio (28%). Con relación al criterio de ajuste, el 34,5% indicó que tomó en cuenta la inflación pasada, mientras que el 25,6% aplicó ajustes en función de la inflación esperada, considerando para ello la opinión de los analistas privados (17%) y la meta establecida por el Banco Central del Uruguay (9%).

Casi el 30% de las empresas consultadas tiene una mirada optimista sobre las perspectivas, aunque con un “sesgo moderado”: 1,8% considera que son “mucho mejores” y 27% que son “moderadamente mejores”. En contraste, una de cada cuatro empresas tiene una mirada más pesimista sobre el año que comienza.

Por otra parte, y en línea con lo anterior, las perspectivas de ventas son “netamente favorables”, tanto para las que atienden el mercado interno como para las que venden hacia el exterior. En el primer caso, el 56% de las empresas que venden en plaza estima que sus ventas se incrementarán durante este año (19% anticipa que caerán y 25% que no experimentarán cambios significativos), mientras que ese guarismo desciende a 47% en el caso de las empresas que exportan (13% de ellas espera que caigan y el restante 40% que se mantengan iguales).

En lo que hace a la contratación de personal, el 23% respondió que su empresa espera incrementar su plantilla, lo que supone un deterioro con relación a los planes de contratación vigentes hace un año atrás (31,4%). Por otra parte, el 20,4% de las respuestas relevadas sugiere que recortará personal, lo que también encierra un deterioro frente a la edición anterior de esta encuesta (sólo una de cada diez anticipaba una reducción 12 meses atrás).

A su vez, el 50,4% de las empresas considera realizar inversiones en activos fijos, lo que también implica una reducción con respecto a la encuesta anterior (57,8%). Sobre las razones de la inversión, “19,3% dice que lo hará con la finalidad de reponer activo fijo existente, lo cual no implica un aumento en el stock de capital, mientras que el restante 80,7% planea incrementar el stock de capital”.

Perspectivas económicas

Con relación a las perspectivas macroeconómicas, “el 45,1% prevé que en el promedio de los próximos tres años el crecimiento económico será inferior al 2%, frente a un 46,9% que tiene una expectativa de crecimiento entre 2% y 3%”.

En el frente de los precios, casi el 57% de los agentes consultados estima que la inflación se ubicará por debajo del 6% en 2025, siendo el rango que va de 5% a 6% el que acumula mayores respuestas (44% estima que se ubicará dentro de esa franja). En contraposición, sólo el 6% espera una inflación superior al 8% para este año. De forma consistente con lo anterior, el 34,5% de los empresarios consultados prevé que el tipo de cambio cotice por encima de los 45 pesos, en tanto el resto anticipa una apreciación cambiaria para este año (es decir, un retroceso del tipo de cambio).

Clima de negocios

Para el 77% de las empresas encuestadas el clima de negocios es “bueno” o “muy bueno”, lo que implica una leve mejora con relación al sondeo realizado a fines del 2023 (75,5%). Del otro lado, apenas el 1,8% percibe el clima como “malo”. Con relación a este punto, el informe destaca que “en la última medición el 72% de las empresas respondieron con posterioridad a la celebración del balotaje del 24 de noviembre. Lo cual significa que el cambio de signo político del próximo gobierno no afectó la percepción global de las empresas sobre el clima de negocios, lo cual es una buena señal de confianza institucional”.

A nivel de áreas, surge del relevamiento que las categorías que recogen la peor percepción en la evaluación refieren a las relaciones laborales, la competencia interna y el régimen tributario, mientras que las que salen mejor evaluadas son la seguridad jurídica, la estabilidad macroeconómica y el régimen de promoción de inversiones.

Avanzando un paso más, la competitividad destaca como el motivo principal de preocupación para las empresas, dado que casi el 50% ubica esta problemática en el primer plano. “Es interesante subrayar que, si bien en los años previos la preocupación en torno a la competitividad se había dado en un contexto de tipo de cambio real disminuido, en la presente edición la coyuntura es distinta, pues el tipo de cambio real registró un aumento acumulado próximo al 10% en 2024”. De acuerdo al reporte, los costos salariales constituyen el principal factor que afecta a la competitividad de la economía uruguaya, seguido por el atraso cambiario. Asimismo, “la presión fiscal, la insuficiente apertura al comercio internacional y las tarifas públicas son factores que siguen en orden de importancia como limitantes de la capacidad de las empresas para competir”.

El déficit fiscal es el segundo factor de mayor preocupación para los agentes relevados y en tercer lugar aparece la situación regional (aunque en este caso la preocupación es menor con relación al año anterior). En el otro extremo, la preocupación con menor mención es la que corresponde a la inflación.