Variación interanual

Según los datos difundidos el viernes por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), la producción de la industria manufacturera cayó 5,3% interanual durante octubre. Si se excluye del análisis la refinería de Ancap, la caída del sector exhibió un retroceso de 3,9%, también contrastando con lo sucedido el mismo mes del año anterior. Destaca, en este sentido, el retroceso del 32% que experimentó la rama correspondiente a los productos de la refinación del petróleo, dado que la rotura de la boya petrolera de José Ignacio afectó la producción durante la primera mitad de octubre.

Finalmente, si además se depura el dato de la incidencia asociada a las principales ramas que operan bajo régimen de zonas francas, que son la 1701 (fabricación de pasta de celulosa, papel y cartón) y la 107B (elaboración de comidas y platos preparados), el núcleo industrial se contrajo 0,8%. Estas dos ramas, que son las que nuclean las plantas de celulosa y la planta de Pepsico, cayeron 16,8% y 6,6%, respectivamente. En particular, la primera estuvo afectada por la parada general de mantenimiento que tuvo lugar en la empresa UPM instalada en Fray Bentos, y que se extendió dos semanas.

En contraposición, las principales divisiones de la industria que expandieron su actividad durante el mes fueron la elaboración de bebidas (9,3%), la fabricación de sustancias y productos químicos (4%) y la fabricación de la maquinaria y equipo (51,4%).

Indicadores laborales

Los nuevos datos difundidos por el INE pautaron una caída de 1,6% en el caso del índice de horas trabajadas y una contracción de 3,4% en el caso del índice de personal ocupado. Con relación a la disminución de las horas trabajadas, la división con mayor incidencia fue la de fabricación de vehículos automotores, remolques y semirremolques, con una retracción estimada en 37,6% con respecto a octubre de 2024. La misma división también explica el comportamiento del personal ocupado, dado que en este caso el retroceso fue de 46,4% interanual.

Promedio anual

Más allá de la variación interanual correspondiente al último mes, la producción industrial muestra un comportamiento positivo si se toma en cuenta lo que ha venido sucediendo en el correr del año. En efecto, la variación promedio del año se ubica en torno a 2,5% considerando la totalidad del sector, aunque, sacando la refinería de Ancap, el desempeño industrial durante este año es más modesto (0,5%).

Además, los dos indicadores laborales también muestran variaciones negativas desde esta perspectiva: en promedio las horas trabajadas cayeron 1,9% en el año y el personal ocupado se retrajo en 1,7%. En ambos casos pesó lo sucedido con la división de fabricación de vehículos automotores, remolques y semirremolques, dado que al interior de esta división las horas cayeron 35,3% y el personal ocupado fue 39,7% menor con relación al promedio del año pasado.

Al indagar sobre el comportamiento de las distintas ramas, la división que viene teniendo mayor incidencia positiva sobre el promedio del año es la de productos de la refinación del petróleo, con un incremento equivalente al 67,3% (esta rama explica dos puntos porcentuales de la variación total del sector que, como fue descrito, fue de 2,5%). También han venido contribuyendo positivamente las actividades que se nuclean dentro de la elaboración de bebidas (8,2%) y de la fabricación de papel y de los productos de papel (2,3%).

En contraposición, pesaron negativamente sobre la variación del promedio anual las divisiones correspondientes a la fabricación de cueros y productos conexos (-19%), la fabricación de productos de caucho y plástico (-5,6%) y la fabricación de vehículos automotores, remolques y semirremolques (-5,3%).

En suma

La actividad industrial volvió a caer durante octubre, aunque detrás del dato pesaron factores de naturaleza transitoria, como la rotura de la boya petrolera y la parada por actividades de mantenimiento en el caso de UPM.

Sin embargo, más allá de estos elementos, el dato preocupante de octubre es el retroceso del núcleo industrial, en tanto constituye el indicador más representativo sobre el devenir del tejido industrial uruguayo (dado que, justamente, excluye las divisiones más grandes que suelen distorsionar las señales sobre lo que ocurre con el resto del sector).