Los días 8 y 9 de abril se reunió en París la Conferencia Internacional sobre Tributación de Multimillonarios, organizada por el PSE Stone Center (centro sobre la dinámica de la riqueza global) en colaboración con el Observatorio Fiscal de la Unión Europea (UE), el Laboratorio de Desigualdad Mundial, el Instituto de Políticas Públicas de Francia y la Escuela Normal Superior. La actividad contó con la participación de más de 200 personas entre autoridades, legisladores, académicos, juristas y representantes de organizaciones internacionales, y se centró en la tributación efectiva de los milmillonarios con el objetivo de fomentar la colaboración internacional y generar información concreta basada en datos.

Uno de los paneles más destacados de la conferencia estuvo centrado en las perspectivas globales sobre el tema y tuvo como ponentes al secretario de Política Económica del Ministerio de Hacienda de Brasil, Guilherme Mello, el director del Observatorio Fiscal de la UE, Gabriel Zucman, y la responsable global de Justicia Fiscal de Oxfam Internacional, Susana Ruiz.

Vale recordar que a pedido del gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva para el G20, Zucman presentó en junio de 2024 un informe en el que propone un impuesto global a los milmillonarios, consistente en que se grave a unos 3.000 multimillonarios, con más de 1.000 millones de dólares de patrimonio, para que paguen un impuesto de 2% de su renta, lo que generaría una recaudación anual de entre 200.000 y 250.000 millones de dólares.

Según Zucman, esas 3.000 personas milmillonarias han amasado una riqueza de 14,4 billones de dólares, equivalente al 13% del PIB mundial. Esta fortuna “se ha acelerado vertiginosamente en los últimos 30 años, si pensamos que en 1993 su riqueza acumulada equivalía al 3% del PIB mundial”.

A partir de la iniciativa de Brasil, la declaración final de la cumbre del G20 que se realizó en noviembre incluyó la propuesta de trabajar hacia impuesto a los milmillonarios.

El panel de Mello, Zucman y Ruiz analizó las iniciativas internacionales y los marcos legales para abordar la evasión fiscal de los milmillonarios. En este marco, según informó el Observatorio Fiscal de la UE, Mello aseguró que Brasil va a asumir un papel protagónico en el posible surgimiento de una “coalición de la voluntad”, un grupo de países dispuestos a impulsar la iniciativa del gobierno de Lula.

Por ejemplo, la Asamblea Nacional de Francia aprobó en febrero un proyecto de ley que implementa un impuesto mínimo del 2% para los contribuyentes con un patrimonio neto superior a 100 millones de euros. Ahora debe discutirlo y aprobarlo el Senado, que lo tiene agendado para el 12 de junio. Pero, según el observatorio, “se están desarrollando debates más amplios en toda Europa y el resto del mundo, lo que indica un posible cambio hacia una mayor equidad fiscal y una cooperación global más sólida”.

En la conferencia, además, se presentaron investigaciones académicas sobre las tasas impositivas efectivas de los milmillonarios en países como Francia, Países Bajos, Italia, Reino Unido, Brasil, Estados Unidos, Noruega y Suiza, que mostraron que existen tendencias similares en la acumulación de riqueza por parte de estos superricos y las tasas impositivas efectivas bajas.

En este sentido, Zucman destaca en su propuesta que, “incluyendo todos los impuestos, los superricos pagan menos impuestos que otros grupos, típicamente alrededor del 15%-20%-25% de sus ingresos, mientras que la clase trabajadora y la clase media pagan el 35%-40%-50%-55%, dependiendo el país”.

Otro tema que se debatió en la conferencia fue el de la jurisprudencia relativa a gravar el patrimonio de forma generalizada, y los expertos Antoine Bozio, del Instituto de Políticas Públicas, y Bastien Lignereux, profesor de Derecho Tributario de la Universidad Paris Cité, coincidieron en que no hay legislación que se oponga a este impuesto propuesto, pero que se deben generar instrumentos nuevos para hacerlo efectivo, prescindiendo de medidas “antiguas” como el impuesto de solidaridad a la fortuna (ISF, por sus siglas en francés). El ISF fue creado en Francia en 1989 y reemplazado en 2018 por el impuesto a la fortuna inmobiliaria (IFI), que se aplica a las personas físicas y a las parejas no sobre sus ingresos anuales o transacciones, sino sobre el patrimonio personal.

Finalmente, hubo una charla con Thomas Piketty, economista francés especializado en desigualdad económica y distribución de la renta, que habló básicamente de la tributación de los milmillonarios y la redistribución, y señaló que, al poder acceder a datos sobre los escenarios de tributación del patrimonio entre países, el Simulador Global de Impuesto al Patrimonio permitirá a investigadores y autoridades participar en la discusión.