Esto es lo que se desprende del último informe de precios fronterizos, elaborado por el campus Salto de la Universidad Católica del Uruguay y difundido el viernes. El indicador contrasta los costos de adquirir la misma canasta de consumo representativa a un lado y al otro de la frontera, ofreciendo así una aproximación alternativa a la brecha de precios vigente entre Uruguay y Brasil.
Sobre el diferencial vigente en agosto
Si bien los precios uruguayos son más altos en todas las categorías relevadas, las diferencias al interior del indicador son significativas. Por un lado, la brecha más grande corresponde al caso de las bebidas alcohólicas y el tabaco, con un diferencial promedio que asciende actualmente al 114%. Por el otro, el diferencial más bajo es el del rubro transporte, donde la diferencia ahora se sitúa en torno al 8%.
En el caso de los alimentos y las bebidas no alcohólicas, que es la categoría con la mayor incidencia en el indicador, la canasta es 77% más cara de este lado de la frontera (para la sal, por ejemplo, la diferencia es casi del 400%).
Diferencia de precios por división | |
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Bebidas alcohólicas y tabaco | 114% |
Productos del hogar | 98% |
Bienes diversos | 91% |
Alimentos y bebidas no alcohólicas | 77% |
Prendas de vestir y calzado | 52% |
Comidas fuera del hogar | 44% |
Artículos escolares | 34% |
Transporte | 8% |
Fuente: UCU Campus Salto
En este último caso es importante destacar el peso que tiene el beneficio asociado a la reducción del Imesi sobre las naftas, cuyo incremento reciente permitió reducir la brecha con respecto a la medición realizada en junio. Concretamente, considerando este tratamiento tributario especial, la diferencia de precios para el litro de nafta súper es de 6,2%; en su ausencia, la brecha treparía 50 puntos porcentuales, hasta el 56,2%.
Sobre la evolución reciente del indicador
Si bien la brecha de precios con Brasil permanece en niveles elevados (en torno al 66% durante el último trimestre), es más baja con respecto a los guarismos alcanzados durante la segunda mitad del año pasado e inicios de este. En efecto, el diferencial se redujo cerca de 13 puntos porcentuales en lo que va del año, dado que en enero era superior al 79%.
La misma medición, pero aplicada a la frontera con Argentina, marcó en julio un diferencial del 26% (último dato disponible). Sin embargo, la depreciación reciente del peso argentino supone un nuevo abaratamiento de nuestro vecino, que podría agravarse abruptamente si la presión de los últimos días termina por dinamitar el sistema de bandas cambiarias vigente en Argentina desde el 11 de abril.
En ese caso, el gobierno uruguayo podría verse obligado a recalibrar nuevamente las medidas adoptadas para aliviar la situación del litoral y enfrentaría un escenario muy complejo de cara a la próxima temporada turística.