Un estudio realizado en conjunto entre las áreas de Formación y Evaluación y Monitoreo del Plan Ceibal abordó, en forma exploratoria, el rol que cumple la figura del Maestro de Apoyo Ceibal (MAC), y sus inquietudes acerca de la generación y uso de datos en las distintas plataformas del Plan Ceibal. La del MAC es una figura ejercida por maestros que se radican en las mismas escuelas en las que trabajan. La idea es que en un turno se desempeñen como MAC y en el otro como maestros.

Para el estudio se combinaron datos cuantitativos con el resultado de grupos de discusión de los que participaron 237 MAC y 23 coordinadores de los Centros de Tecnología Educativa del Consejo de EduCación Inicial y Primaria. Los principales resultados, recogidos en un informe, muestran que entre los MAC existe un alto nivel de uso de las plataformas, tanto para el diagnóstico –sobre todo a la hora del seguimiento de los aprendizajes y la planificación escolar, mediante las plataformas CREA, SEA y PAM– como para la gestión, que implica la sistematización y actualización de información personal de los niños mediante las plataformas GURI y CREA. Además, los MAC entienden mayormente que la generación y uso de información es útil para la mejora educativa, y también muestran una alta confianza y seguridad sobre las instituciones públicas, en particular las educativas.

En relación a las principales necesidades identificadas, aparece la formación de familias, maestros y estudiantes sobre “el uso consciente de la información” y para el diagnóstico de aprendizajes. Más en concreto, se señala la importancia de que las distintas plataformas del Plan Ceibal presenten contenidos “con más posibilidades de adaptación por parte de las maestras, en función de las necesidades específicas del aula”; “la posibilidad de que PAM y CREA puedan funcionar de manera adaptativa para los niveles de educación inicial, primer, segundo y tercer año; y lograr “mayores niveles de formación acerca de cómo interpretar reportes o contenidos que brindan las plataformas”. En suma, se recoge la necesidad de crear un espacio de intercambio –una wiki o un foro– y un banco de contenidos o rúbricas en CREA, además de lograr mayores niveles de formación sobre el uso de recursos educativos abiertos.

El informe también plantea recomendaciones dirigidas a las instituciones y las comunidades educativas para que docentes, niños y familias puedan “empoderarse” de las plataformas y recursos educativos. Entre ellas, está la idea de “ampliar y enriquecer” la noción de alfabetización digital, para que no sólo se la considere a partir del uso de los recursos y plataformas tecnológicas, sino que también contemple dimensiones asociadas al desarrollo de ciudadanía. También se sugiere “continuar desarrollando y fomentando diferentes instancias de formación en la comunidad educativa”, en particular sobre cómo utilizar la información de cara a una mejora de la gestión y el seguimiento de los estudiantes.

Otra de las recomendaciones es la de generar acciones para “que los espacios de formación no se limiten a los desafíos que plantea el uso de tecnología, sino que también promuevan un uso proactivo de los espacios digitales” como comunidades de práctica, producción, uso y recomendación de recursos educativos, además de llegar a “mayores niveles de formación sobre recursos educativos abiertos, mejora de los espacios para el trabajo colaborativo y crecientes necesidades de personalización de los contenidos”. Por su parte, se habla de la necesidad de desarrollar acciones para involucrar en el diálogo sobre alfabetización digital a diferentes actores de la comunidad educativa, como directores, inspectores, familias y comunidades próximas al contexto escolar, entre otros. En relación a este punto, también se sugiere crear “espacios de diálogo regular” en los que se pueda informar, atender consultas, y dar recomendaciones, para, de esa forma, “promover un uso crítico y reflexivo de los dispositivos digitales”.