Tras tres años como director ejecutivo del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (Ineed), ayer fue el último día de trabajo de Mariano Palamidessi; el doctor en Educación y maestro argentino presentó su renuncia hace alrededor de dos meses, pero ayer la hizo pública en una entrevista en No toquen nada, de FM Del Sol. En ella dijo que su renuncia responde a una “decisión familiar”, pero que “junto con eso hay otro tipo de elementos que me parece importante señalar, y los he señalado internamente a la comisión directiva, acerca de que el Ineed tiene en su diseño institucional un problema”. Se refería a un impedimento de gobernanza originado en la Ley General de Educación, que crea el instituto y establece que la comisión directiva la integran “personas elegidas, en su mayoría –por lo menos cuatro de seis–, por los organismos que indirectamente son evaluados”, en referencia a los dos representantes que son elegidos por el Ministerio de Educación y Cultura (MEC, actualmente Alex Mazzei y Óscar Ventura) y los dos designados por la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP, actualmente Limber Santos y Marcelo Ubal). Los otros dos integrantes son nombrados por la Universidad de la República (Alejandro Maiche) y por las asociaciones de centros educativos privados (Pablo Cayota).

“De un modo u otro estas pertenencias institucionales y estas culturas institucionales se hacen sentir al momento de imaginar, pensar, orientar estratégicamente y generar el estilo de una institución que tiene que ser sumamente autónoma, basada en criterios exclusivamente técnicos en la construcción de evidencias, sin interferencias de distinto tipo de presiones, preferencias o necesidades políticas”, opinó. “Es muy difícil que uno se evalúe a sí mismo, porque evidentemente hay un conflicto de interés”, dijo, y mencionó también dificultades presupuestales: “Hay cuestiones de recursos relativos, tenemos un presupuesto muy limitado para evaluar un sistema muy amplio”.

“No hemos dejado de decir cosas, pero ha sido trabajoso y muy desgastante”, aseguró Palamidessi. “A veces uno tiene la evidencia, pero en cómo la presenta la evidencia y en cómo la valora entra el nivel de la interpretación”, consideró, y graficó la situación con la presentación, la semana pasada, del informe Aristas sobre enseñanza primaria: “En mi interpretación, y la de buena parte del equipo técnico, un porcentaje bastante relevante de los chiquilines va a tener muchas dificultades para entrar a la educación media”. Añadió: “La base estructural de la educación tiene estos problemas y creo que hay que mirarlos de frente, sin atacar a nadie, porque las responsabilidades son múltiples, vienen de lejos, pero me parece que no hay que edulcorarlo. No hay que proteger a la gente y decirle ‘quédense tranquilos que está todo más o menos bien’”. Según Palamidessi, “parte de la comisión directiva del instituto no coincide con estas conclusiones que estoy sacando y que buena parte del equipo técnico saca”.

Además, recordó la renuncia del anterior director ejecutivo, Pedro Ravela, en 2014. “El instituto está ubicado en una zona de fricción entre las demandas políticas, el sistema educativo, el sistema científico, las reglas de juego de la evaluación; es normal que haya roces, hay que ver las maneras de procesar estas discusiones”, señaló, y opinó que el hecho de que dos directores se hayan ido en poco tiempo significa que “lejos de poder graduarse, [el Ineed] funciona con que cada tanto salta la térmica”. También presentó su renuncia Juan Soca, el director de la Unidad de Evaluación de Aprendizajes y Programas del Ineed.

Repercusiones

Todos los integrantes de la comisión directiva del Ineed lamentaron la renuncia del director ejecutivo. Mazzei, presidenta de la comisión directiva, explicó a la diaria que Palamidessi presentó su renuncia hace dos meses por un planteo que “tiene que ver con una cuestión personal; es argentino y manifestó que tiene que volver a Buenos Aires”. Lo mismo puntualizaron Santos y Ventura, representante del Partido Colorado nombrado por el MEC por el acuerdo interpartidario. “Palamidessi renunció por ‘razones personales’, no por lo que menciona”, escribió en su cuenta de Twitter Ventura, y añadió que el trabajo del equipo técnico del Ineed “sigue siendo muy bueno. Y si no le servía al gobierno, va a seguir sin servirle, porque no pensamos adaptar la realidad a lo que ellos entiendan que deba ser”.

Cayota, por su parte, dijo a la diaria que algunos de los desencuentros de Palamidessi “no han sido con toda la directiva, sino con la mayoría”, y añadió que él ha sido parte de la minoría. El representante de las instituciones educativas privadas aseguró que actualmente está “en proceso de evaluar y ponderar la situación”.

Mazzei aseguró que “nunca recibió presiones” y que el instituto “funciona con autonomía. A veces los informes les gustan más a las autoridades, a veces menos, incluso lo expresan públicamente”. Consideró que sería bueno que el ahora ex director “explicitara bien” a qué casos de presiones se refiere, porque al Ineed “le ha costado mucho consolidarse, y hay que tener un poco de cuidado con la imagen institucional”. Sobre el problema de diseño institucional que menciona Palamidessi, la presidenta opinó que es “relativo”: “el organismo al que evalúa el Ineed es la ANEP, que tiene dos representantes, y a la educación privada, que tiene un representante; y además ellos no vienen ‘en nombre de’, los designan estas organizaciones y tienen autonomía de gestión”, afirmó.

Tanto Mazzei como Santos mencionaron que sí hubo discrepancias o desacuerdos sobre algunas decisiones de la comisión directiva, pero el representante de la ANEP también negó “absolutamente” la existencia de presiones. “En las publicaciones del Ineed queda plasmado lo que concluyen los equipos técnicos; no ha habido ningún tipo de presión política en ningún momento”, aseguró. Unas de las discrepancias que hubo entre la mayoría de la comisión directiva y Palamidessi fue respecto de la decisión de aplicar la evaluación Aristas en educación media. La directiva consideró que era mejor hacer un censo entre los terceros años de educación media que una prueba muestral, porque “contribuía a generar una cultura de la evaluación y porque nos permitía tener más información y cruzarla según múltiples variables, como tipo de instituto o ubicación”. Tanto Palamidessi como otros integrantes del equipo técnico “entendían que no era necesario un censo, y eso fue generando resistencias”, señaló Santos. Finalmente, como no se tuvo presupuesto para hacer un censo en toda la educación media, se optó por hacerlo en la educación media rural, y aplicar una prueba muestral en el resto. “Palamidessi no ha estado de acuerdo, lo cree innecesario”, añadió Santos como ejemplo de una discrepancia que tuvo con la mayoría de la directiva.

Otro caso fue cuando Santos propuso que el director ejecutivo no participara regularmente en las sesiones de la comisión directiva, salvo que se lo convocara expresamente. “Siempre entendí, y el resto –salvo Cayota– estuvo de acuerdo, que esa participación era a título de invitación”, agregó, y consideró que la resolución “mejoró el funcionamiento de la comisión, porque dio libertad de discusión política interna”; “me consta que esa decisión le molestó a Mariano, que entendió que no era pertinente”.

El Ineed ya contrató a la empresa CPA Ferrere para que se encargue de la selección del futuro director ejecutivo de la institución, que se hará mediante llamado internacional, como en 2015. Mazzei informó que se espera que el cargo se pueda cubrir antes de fin de año.