El presidente de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), Wilson Netto, negó que existan “presiones” de las instituciones que integran la comisión directiva del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (Ineed) al equipo técnico del organismo, tal como sugirió al renunciar el ex director ejecutivo del instituto, Mariano Palamidessi, argentino y doctor en Educación. En una entrevista en No toquen nada, de FM Del Sol, Palamidessi dijo que renunciaba por una “decisión familiar”, pero cuestionó el diseño institucional del Ineed, cuya comisión directiva está integrada por personas designadas por los organismos que “indirectamente” son evaluados: el Ministerio de Educación y Cultura (MEC) nombra a dos directores, la ANEP a otros dos, las asociaciones de educación privada a uno y la Universidad de la República a otro. Esto genera, opinó el entrevistado, “interferencias de distinto tipo de presiones, preferencias o necesidades políticas” en el equipo de la institución, que, entiende, “tiene que ser sumamente autónoma”.

Netto aseguró ayer en rueda de prensa que “no existen presiones de las instituciones” y que “los delegados de las instituciones no son mandatados”, sino que se los designa en función de su trayectoria. Invocando lo que opinó la mayoría de la comisión directiva del Ineed, que tras la difusión de los dichos de Palamidessi descartó también que hubiera presiones y reafirmó que este se había alejado por motivos personales, Netto aseveró que “el conjunto de personas de diferentes instituciones, con referencias académicas y distintos partidos políticos, tiene una visión diferente a las valoraciones que ha manifestado el [ex] director ejecutivo, que claramente renuncia por situaciones de orden personal y familiar”.

Además, el presidente de la ANEP cuestionó un dato mencionado por Palamidessi en esa entrevista para fundamentar que el sistema educativo uruguayo “no sólo reproduce sino que acrecienta la desigualdad social”. Hablando sobre los porcentajes de culminación de la educación media superior, el especialista dijo que, en términos generales, la proporción de los jóvenes que “terminan en tiempo” el bachillerato “araña el 40%”, pero que los porcentajes de culminación por quintil socioeconómico muestran que en Uruguay “el sistema es muy empinado, sobre todo para los quintiles más bajos”, ya que “la posibilidad de terminar la educación media para una persona del quintil más bajo es de 7%. El 7% termina, el 93% no termina”.

Netto aseguró que ese dato es de 2005, y comentó que, dado que el Ineed “viene trabajando muy bien”, debería “generar confianza en toda la sociedad”. Dijo que le preocupó que Palamidessi compartiera un dato de 2005. Afirmó que en cambio, según los datos de los anuarios estadísticos del MEC, en 2012 la proporción de culminación de la educación media superior en el primer quintil era de 8%, y que en 2017 aumentó a 13%. Según el informe “Logro y nivel educativo de la población 2017” del MEC, con base en datos de la Encuesta Continua de Hogares, 12,8% de los jóvenes del quintil de ingresos más bajo, de 21 y 22 años, terminaron el bachillerato.

“No se puede desinformar a la población”, sostuvo Netto y, a diferencia de lo que señalan las conclusiones del informe Aristas sobre la educación primaria, y anteriores documentos del Ineed, consideró que “no hay ningún elemento objetivo que avale la expresión de que se profundiza la desigualdad en el país”.