Hace cinco años, cuando el Taller de Arte Audiovisual (TAA) era apenas una idea, Carolina Deveras, su directora y fundadora, no se imaginaba que el proyecto sería capaz de llenar la sala Zitarrosa con una exhibición de audiovisuales hechos por niños y adolescentes de todo el país. Sin embargo, eso fue lo que ocurrió el miércoles 5 de diciembre, cuando 700 personas llenaron la sala para presenciar el cierre de fin de año de la organización, en el que se expusieron 16 cortometrajes confeccionados en distintos espacios de formación en audiovisual que se brindan desde TAA.

La mitad de las piezas fueron trabajos elaborados por los niños y adolescentes que participan en los talleres presenciales de la organización, que se imparten en la Escuela de Cine del Uruguay y en los colegios Latinoamericano y Elbio Fernández. La otra mitad fueron el resultado final de Con Los Ojos Bien Abiertos (CLOBA), un curso virtual que se ofreció a través de la plataforma Crea 2 del Plan Ceibal para grupos de estudiantes de la educación pública uruguaya. El curso tuvo como uno de sus principales materiales una serie educativa de ficción de cuatro capítulos, con el nombre del curso. Según dijo Deveras a la diaria, como se trató de su primera edición, CLOBA tuvo un carácter experimental y fue diseñado a partir de la experiencia de los docentes de TAA, que nunca habían trabajado en un formato virtual de estas características. Sin embargo, la primera experiencia “superó las expectativas”, ya que se anotaron más de 40 grupos de varios puntos del país, cuando esperaban 20, y presentaron el corto final más de 30. Además, la docente destacó que mayormente recibieron devoluciones muy positivas desde los grupos que fueron parte del proyecto.

Para la muestra se seleccionaron los ocho mejores audiovisuales del curso y se invitó a los participantes a asistir, pero como algunos de ellos eran del interior, se solicitó al Plan Ceibal apoyo para los traslados desde departamentos como Tacuarembó y Salto. Deveras contó que uno de los cortos seleccionados fue filmado por estudiantes de la escuela 200, que trabaja con personas con discapacidad motriz. Precisamente, el tema del audiovisual fue el periplo de una persona con discapacidad para moverse en su barrio, detalló la docente, y agregó que en el caso de algunos integrantes del equipo fue la primera vez que asistieron a una sala a ver cine, ya que no hay muchas salas que sean accesibles en todo el país.

Acerca de la temática del resto de los cortos, Deveras señaló que en el caso de los hechos por adolescentes, “fueron para un lado totalmente emocional”. En particular, contó que abordan distintas situaciones en las que adolescentes atraviesan por “miedos y frustraciones” y muestran “ganas de liberarse de la mochila y de las reglas”, que quieren que se definan “horizontalmente”. “A veces van por el lado de las películas de zombis, que también está bueno, pero había temáticas como violencia de género, bullying, suicidio adolescente, o sobre la escucha de los padres a los adolescentes”, agregó la docente. En el caso de los niños, sus ficciones abordaron en buena medida situaciones de bullying, principalmente con el objetivo de quien es objeto de ese tipo de abuso, pero también produjeron audiovisuales en los que se imaginaron en un futuro en el que internet y los dispositivos digitales no funcionen.

Por la diversidad de edades, Deveras reconoció que la muestra final no fue fácil de armar, de forma de que los contenidos fueran atractivos para todos los asistentes. En el cierre de la actividad hubo una presentación musical de la banda de jóvenes Pepe Delay, que compuso la banda sonora de CLOBA. Además de mostrar lo hecho durante el año, la exhibición sirvió para festejar los cinco años de TAA, en los que han pasado 1.500 niños y adolescentes por los distintos espacios de formación, según aseguró la docente. De cara al futuro, Deveras se mostró entusiasmada porque va a continuar la alianza con el Plan Ceibal que les permitió realizar CLOBA, y adelantó que incluso planean llevar la serie a formato televisivo, en conjunto con la productora Montelona films. Además, seguirán trabajando en conjunto con la sala Zitarrosa, donde harán una actividad anual de ahora en adelante, similar a la de la semana pasada. Para Deveras, lo más destacado de 2018 fue la posibilidad de llegar a trabajar con la educación pública, de forma que “la educación artística sea un derecho” y que la mayor cantidad de jóvenes pueda aprovechar la tecnología para hacer audiovisuales y con la posibilidad de exhibir sus realizaciones.