El fallo judicial que anulaba la repetición de una escolar en un colegio privado generó polémica y puso en discusión, una vez más, el tema de la repetición. El propósito de este artículo es traer a discusión las diferentes miradas que los maestros proponen a la hora de concebir dicha práctica. La propuesta se fundamenta en los hallazgos que venimos haciendo a partir de una investigación elaborada por un equipo de maestros durante 2017, financiada por el Fondo Sectorial de Educación de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación, el Instituto Nacional de Evaluación Educativa, la Administración Nacional de Educación Pública y el Ministerio de Educación y Cultura. En este proyecto nos propusimos recuperar y sistematizar aquellas prácticas pedagógicas alternativas a la repetición escolar, con el fin de desentramar las principales cualidades que las constituyen.

Sobre la repetición

La repetición, como instrumento administrativo y pedagógico, en conlleva consecuencias importantes en las trayectorias de los estudiantes. Muchas de las consecuencias son de carácter negativo, y ello ha llevado a que diversas políticas educativas y pequeñas prácticas generadas dentro de las instituciones educativas hayan abogado por desarrollar alternativas pedagógicas a esa práctica. Algunos de los argumentos sobre los cuales se fundamenta esta posición refieren al aumento del riesgo de desvinculación educativa, la no garantía en la mejora de los aprendizajes, el alejamiento de los grupos de pares, consecuencias socioemocionales relacionadas con la sensación de fracaso, la reducción en las expectativas de las familias y los estudiantes, entre otros (Ineed, 2017). El abordaje de la repetición es complejo, puesto que se vincula directamente con las desigualdades sociales, las frustraciones tempranas y la desafiliación en niveles educativos posteriores (Kachinovsky, 2012). Dichos fenómenos se traducen en el fortalecimiento de los lazos de inequidades socioeconómicas con inequidades educativas reforzadas por el sistema educativo en su conjunto (Pasolini, 2011), lo que genera procesos de exclusión ya desde los primeros años de escolarización.

Los datos transforman a la repetición en una temática que requiere ser puesta en tensión para encontrar las herramientas que permitan superarla. Se hace necesario pensar la supresión de la repetición, no desde una mirada simplista sino desde la generación de mecanismos que recojan los significados y creencias de la propia comunidad docente, en tanto profesionales de la educación. Para ello, resulta esencial generar espacios de participación y de difusión de los significados simbólicos atribuidos por los docentes a la repetición, así como las prácticas llevadas adelante en sus aulas. Es en esa línea que la presente investigación pondera la participación de los docentes, dándoles voz y recogiendo insumos de prácticas alternativas a la repetición, así como las diferentes miradas en torno a cómo esta es concebida por los educadores.

La repetición se convierte en una compleja problemática que nace en la educación primaria (acentuada en el primer año escolar), pero sus nefastas consecuencias implosionan en la educación media. Es en este sentido que la repitencia repercute en los trayectos (y/o fracasos educativos), en el vínculo entre la escuela y la familia, y se traduce en altos costos económicos, políticos y pedagógicos.

La repetición en el discurso del maestro

Al concebir la repetición, en los discursos de los maestros se ponderan diferentes aspectos que van desde la importancia de adquirir determinados aprendizajes en un grado específico, la asociación a procesos madurativos, la necesidad de alcanzar ciertas habilidades sociales, las apelaciones a procesos decisionales y a la autoridad del maestro, hasta posturas que la consideran una segunda oportunidad para el niño.

Cuando prima el aprendizaje

Desde esta postura, la concepción de la repetición aparece fuertemente ligada a la adquisición de aprendizajes específicos para el grado; por ejemplo, la lectura y la escritura para primer año. De acuerdo con lo que plantea este discurso, la repetición se constituye como herramienta que posibilita la continuidad de aprendizajes posteriores durante la trayectoria escolar, entendiendo que dicho mecanismo entra en juego cuando no se han logrado aprendizajes previos, por lo que se pone relevancia en el carácter pedagógico de la repetición. En palabras de un maestro: “Para mí, es como afirmar para darle herramientas para que después siga un tránsito más fluido, porque se le van a ir incorporando otras dificultades que, me parece, llevan a la frustración”.

La madurez como prerrequisito

En este caso, la repetición se concibe como un espacio o un tiempo de espera, de oportunidad para que el niño logre una mayor maduración de ciertos aspectos que se creen imprescindibles para la adquisición de los aprendizajes. Desde esta postura, para que el niño promueva debe haber alcanzado ciertos requisitos no relacionados directamente con el conocimiento académico, sino con cierta predisposición personal, como la atención, la escucha, los buenos modales, la tolerancia o el respeto. Estos aparecen en el discurso del maestro como prerrequisitos para adquirir contenidos curriculares. Así, se sostiene que en el tránsito del niño por el “espacio de espera, contención y retención” que la repetición escolar le brinda, se estarían favoreciendo sus procesos madurativos. Una de las maestras expresaba: “Hay cosas mínimas que tiene que haber; además, la situación familiar, conviene retener un poquito ahí, hacer como un nidito [...] son medio chicos, medio inmaduros y en base a ello se toman las decisiones”.

Habilidades sociales y rol de la familia

En esta concepción de repetición prima la necesidad de que los niños cuenten con un repertorio de ciertas habilidades o competencias sociales, que al igual que la postura anterior se identifican como imprescindibles para que el maestro pueda llevar adelante el proceso de enseñanza y aprendizaje. Desde este discurso, se presupone que, en la mayoría de los casos, la causa de que haya niños que no cuentan con ciertas habilidades sociales es que pertenecen a familias vulnerables o con dificultades para generar relaciones interpersonales tendientes a favorecer en ellos el relacionamiento con los demás. Pareciera que desde este discurso, la familia no ha logrado con éxito el proceso de socialización primaria, por lo que, al transitar por la escolaridad, el niño no cuenta con las herramientas que la familia le debiera haber transmitido. Un maestro enuncia: “Está bueno porque son familias muy vulnerables […] La repetición como una oportunidad de desarrollar las habilidades sociales”.

Repetición vinculada a la segunda oportunidad

En esta concepción, la repetición es concebida como aquella herramienta que posibilita que el niño transite nuevamente el mismo trayecto; los propios maestros reconocen que implica volver a recursar el grado bajo el mismo formato pedagógico en que lo hizo anteriormente. Aún así, se valora a la repetición como necesaria para adquirir lo no logrado y se le confiere un fin meramente repetitivo, no pedagógico, en el sentido de que su valor está dado por volver a realizar el mismo trayecto varias veces y no se centra en el aprendizaje. Esta postura parece estar fundamentada en pensar la repetición desligada de todo elemento negativo como la frustración; por el contrario, adquiere el valor de recompensa ante no haber podido lograr lo esperado. En palabras de un maestro: “Darle otra oportunidad de hacer lo mismo para ver si puede avanzar un poco más”.

Procesos decisionales y la autoridad del maestro

En esta concepción, la repetición es concebida como producto de un proceso que oscila entre una decisión individual del maestro y la decisión en diálogo con terceros, como la familia u otros profesionales. Durante el proceso de realización de entrevistas con los docentes, en todos los discursos subyace la idea de que el primer responsable de la decisión de que un niño repita es el maestro de aula, y que luego pasa a ser una decisión compartida con los otros actores institucionales como el maestro director o los maestros de apoyo, para involucrar luego a las familias en el proceso de argumentación de la decisión tomada. En otros casos, el proceso decisional es fundamentado desde los diagnósticos que surgen de informes de la derivación a especialistas, como psicólogos o médicos, entre otros.

En esta postura, las dimensiones clave a analizar son los acuerdos institucionales, la argumentación ante la familias y las derivaciones a otros técnicos, que parecen poner en primer plano la autoridad del docente como decisor de la repetición. En palabras de los maestros: “Lo discutimos acá muchas veces, yo voy a la clase o a esa última reunión que tenés, venís con el cuaderno del niño y vamos viendo cómo entró en marzo, cómo estuvo a mitad de año, y cómo está ahora, si lo están atendiendo o no. ¿Puede ser positiva la repetición o va a ser un fracaso más? Son muchas cosas”.

En los últimos días, la repetición escolar ha adquirido gran visibilidad. Constituyendo un síntoma, es la cara visible de un complejo entramado de luchas, intereses y tensiones que le son propias a la educación, pero aparecen como un problema que requiere una intervención puntual. La discusión en torno a la repetición debe responder a preguntas como: ¿Cuál es el tiempo de la escuela? ¿Cuáles son sus formas? ¿Qué lugar ocupan los sujetos en ella? En ese punto se entrecruzan, por un lado, la idea de un maestro “garante” de las exigencias del dispositivo, mediante la constatación de los aprendizajes “necesarios”, y, por otro, la de un maestro que necesita cada vez más argumentos para sostener su decisión. A ello ahora podríamos sumarle la desconfianza de la familia respecto de la decisión de los maestros, para lo que se apela a la Justicia en busca de revertir lo resuelto por el docente. Al parecer, ya no basta con su palabra, ni con la legitimidad de su juicio: su opinión resulta un insumo más.

Noelia Campos, Verónica Habiaga, Evangelina Méndez, Tania Presa

Referencias bibliográficas

Pasolini, M. (2011). La repitencia como problema de (in)justicia educacional: un análisis de estrategias alternativas en Brasil y Argentina. Argentina. Ineed (2017) La repetición en el sistema educativo uruguayo. Una mirada a la luz de los datos de la Encuesta Nacional de Adolescencia y Juventud (2008-2013). Montevideo. Kachinovsky, A., y Gabbiani, B. (ed.) (2012). Una alternativa al fracaso escolar. CSIC-Udelar, Montevideo.