En mayo de 2017 un club de ciencias de la Escuela Agraria de Rosario, Colonia, trajo a Uruguay el cuarto premio del Intel ISEF, un certamen internacional de ciencias preuniversitario que se celebra en Estados Unidos, gracias a un proyecto innovador: el AgroReel, un dispositivo que permite mejorar la forma en que se delimita el campo, con hebras, para que el ganado pastoree en los sectores que corresponde. Menos de un año después, dos de los integrantes formaron una empresa, se postularon a una beca de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) y trabajan en la validación técnica y comercial de su producto. La semana pasada participaron en la ExpoActiva Nacional, la mayor muestra de agronegocios del país, y obtuvieron una mención por innovación tecnológica.

Sabrina Cornú y Ezequiel Rivoir, dos de los tres estudiantes del club de ciencias, decidieron seguir adelante con su proyecto cuando regresaron a Uruguay e invirtieron el dinero que ganaron en la feria para crear un nuevo prototipo del producto, mejorado. Con la ayuda de la ANII están trabajando en la etapa de validación de su proyecto y, según dijo Cornú a la diaria, les está yendo muy bien. Tan es así que en junio decidieron presentarse a un llamado de la Agencia Nacional de Desarrollo (Ande) que otorga, entre otras cosas, capital semilla para seguir avanzando.

Con el apoyo de la ANII lograron trabajar con un diseñador industrial y una diseñadora gráfica en la mejora del prototipo. El dispositivo original ya era innovador: le colocaba un motor desmontable con batería recargable al aparato para delimitar el campo, facilitando una tarea que hasta ese momento era manual; esto generaba una verdadera dificultad a las personas encargadas de la tarea, que generalmente son mujeres. Con el dispositivo ideado por los jóvenes se puede colocar el carrete y mover la hebra mucho más rápido y sin esfuerzo físico.

Para obtener la validación técnica y comercial, el equipo de AgroReel debía alcanzar ciertos objetivos: hacerlo más liviano, que su costo no sea mayor a 200 dólares y obtener al menos 70% de interés de su público objetivo: los productores rurales. Cornú explicó que están confiados en obtener la validación porque lograron que el producto tenga el mismo peso que ahora tiene un dispositivo manual, y están trabajando en hacerlo incluso más liviano; además los dos prototipos que hicieron tuvieron un costo menor de lo esperado, y ahora están esperando que lleguen piezas del exterior que permitirán abaratar aun más el producto final.

A la hora de evaluar el interés del público, los jóvenes también obtuvieron buenos resultados, ya que de todos los encuestados en la Expoactiva Nacional sólo una persona hizo comentarios desfavorables. Consultaron con los empresarios del agro si estarían dispuestos a probar el dispositivo y a comprarlo, si tendría que estar en el mercado y por qué. Cornú afirmó que los resultados responden a la necesidad de esta innovación: “Creo que va a ser algo positivo para el campo porque da una solución a un verdadero problema. En la Expoactiva un hombre agradeció el producto: él había sido operado dos veces del hombro porque desde los 16 años se dedicó a marcar las parcelas con los carretes manuales. Para él, esto es la solución a su tarea”.

Los jóvenes terminaron la enseñanza media y avanzan en sus carreras; Rivoir continuó por el área empresarial y Cornú está cursando el segundo año de la Facultad de Agronomía. En mayo viajará otra delegación de estudiantes a la feria Intel ISEF. El mejor consejo que tiene la joven emprendedora para ellos es que “más allá de los resultados, disfruten la experiencia, que es muy recomendable”. “Se abren muchas puertas estando allá”, aseguró. Además, alentó a que “no se queden ahí”. “Hay muchas personas en Uruguay que se postulan a emprendimientos porque están haciendo las cosas buenas que necesitamos”, dijo y aseguró que, a pesar de los estudios y sus responsabilidades, “siempre se puede tener un lugar para hacer cosas nuevas y buenas”.