El Consejo de Formación en Educación (CFE) ofrece a los estudiantes de las carreras de Magisterio, Profesorado, Maestro en Primera Infancia, Maestro o Profesor Técnico y Educador Social la opción de postularse para una beca de movilidad académica por medio del Programa Paulo Freire, que se coordina junto a la Organización de Estados lberoamericanos (OEI). Las pasantías se hacen desde 2016 y cada año aumenta el número de interesados en realizarlas, ya que “tienen grandes ventajas de formación”, comentó a la diaria el consejero del CFE, Edison Torres. Las inscripciones están abiertas hasta el 6 de mayo y se pueden consultar las bases en la página del Consejo.

Las pasantías duran 45 días y se les propone a los estudiantes formar parte de la vida académica del centro que los reciba. Luego podrán revalidar algunas materias y para otras se les ofrece un espacio de tutorías y un período especial de prueba porque, según explicó Torres, el CFE busca minimizar las dificultades que puedan tener los estudiantes al realizar el intercambio.

Después de dos generaciones de participantes, Torres afirmó que el programa tiene al menos “tres resultados extremadamentes destacables”. Por un lado, señaló como una ventaja el hecho de que los estudiantes tengan parte de su formación “en otro contexto, en otras realidades” y que se tengan que enfrentar a estas con “las competencias y habilidades que han ido desarrollando como educadores en Uruguay”. A su criterio, los estudiantes “han valorado muy positivamente este cambio de escenario”.

Por otra parte, remarcó que para el CFE “traer vivencias de otros sistemas educativos y establecer un análisis comparativo con el uruguayo permite ver, de alguna manera, qué cambiar y qué enfatizar”. Por último, destacó que “ir desarrollando un sistema de reconocimiento de tránsitos académicos es un paso muy interesante para construir un escenario que permita luego concretar la Universidad de la Educación, porque allí se visualizan distintas funciones [universitarias] como la investigación y la extensión, además de la enseñanza”.

A pesar del éxito que han tenido tanto los estudiantes que viajan como los que pasan un tiempo en Uruguay, la cantidad de becas para la movilidad académica es reducida: este año se plantea una distribución por cupos que otorga tres lugares para Magisterio y la misma cantidad para Profesorado, mientras que para Maestros Técnicos y Educadores Sociales hay dos cupos para cada uno. Hasta ahora han viajado estudiantes de las carreras de Educación Social, Magisterio y Profesorado, aunque Torres augura que el programa se extenderá a toda la oferta del CFE.

La semana pasada, en el lanzamiento de la convocatoria 2018, participaron algunos de los estudiantes que viajaron el año pasado. Flavia Patteta estuvo en México trabajando en su formación como maestra, y destacó su paso por varias instituciones de ese país, incluyendo escuelas rurales y comunidades alejadas de la metrópolis. Por su parte, Paola Pombo, estudiante de Educación Social, comentó su pasantía en Mendoza, Argentina, y resaltó las prácticas con estudiantes en contexto de encierro y el trabajo en temas de derechos humanos e inclusión. También hicieron sus presentaciones Marcelo Ferreira y Jhonatan Silveira; ambos subrayaron “cuestiones muy interesantes que ponen sobre la mesa estrategias que tuvieron que aplicar los uruguayos para resolver distintas situaciones”, comentó Torres.