En su universidad, Ana María Margallo publicó el artículo Claves para formar lectores adolescentes con talento. El título, que hace referencia a la obra de un escritor español, refiere a que los docentes no deberían conformarse con “lectores acomodaticios”, explicó la autora, y agregó: “Hay lectores solamente de los best seller; está bien, hemos de saber que hay esa pulsión lectora y que a los adolescentes les gusta mucho. Pero nuestro objetivo como mediadores es que ese lector de literatura kleenex, de usar y tirar, ese lector conformista, dé un paso más y se convierta en un lector más sofisticado, capaz de tener una mirada distanciada de los textos, para entenderlos como un mecanismo. El disfrute es más completo cuanto más profundo es; si se sabe paladear las palabras, se disfruta más”.

Según Margallo, las claves que se señalan en ese artículo “son muy básicas” e incluyen acciones como “dedicarle un tiempo en la escuela, si se puede diario, a la lectura silenciosa, porque si queremos que sean lectores tenemos que dejarles espacio para que lean”, y en ese tiempo “deben leer lo que quieran junto con el docente, para que no se vea como un tiempo de obligación”, detalló. Otra de las recomendaciones es tener a mano un corpus de lectura variado; para eso es “fundamental que los docentes conozcan esa literatura de calidad, saber recomendaciones para hacerles subir un escalón más”. También propone “hacer actividades que no desanimen, no pedirles después de cada lectura que hagan un resumen o una ficha de personaje, porque se está desnaturalizando el carácter social de la lectura; el docente debe ser más creativo, dar cierta libertad para expandir la respuesta lectora”.

Ese lector talentoso es el que se debe preparar para la nueva etapa: la literatura digital. Un tema en el que Margallo también ha incursionado: “La literatura no es digitalizada, que sería literatura en PDF, sino literatura genuinamente digital, que está creándose y adaptándose a las posibilidades que da la pantalla, nos da la opción de usar la música, los movimientos, los encuadres, de usar la interacción del lector”.

En la Universidad Autónoma de Barcelona están explorando las características de la literatura juvenil digital y tratando de llevarlas al campo infantil: “Estamos entrando en escuelas, llevando obras de este tipo, haciendo talleres de formación con maestros, porque es una literatura de un medio que a ellos les es afín pero que, al mismo tiempo, presenta complejidades que requiere un lector muy talentoso, que sepa darse cuenta de que esa música está diciendo cómo es el personaje en lugar de las palabras; eso hace a un lector muy activo y perspicaz”, detalló.