El proyecto Luces para aprender es impulsado en la región por la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) y apunta a lograr que más escuelas cuenten con energía eléctrica. En el caso de Uruguay, contó con el apoyo del Ministerio de Educación y Cultura, la Administración Nacional de Educación Pública, el Plan Ceibal, UTE y la fundación Elecnor. El objetivo inicial fue dotar de electricidad y conectividad a internet a 72 escuelas rurales del país, lo que se cumplió en los primeros años. Si bien en un principio se utilizaron paneles solares, por medio de UTE la electrificación fue llegando a los distintos centros educativos, lo que permitió que pudiera darse otro uso a los paneles.
El lunes, OEI, la fundación Elecnor y UTE firmaron un nuevo convenio por el que se habilita a utilizar los paneles para otros fines. En concreto, se colocarán en casas de escolares que se ubiquen lejos del tendido eléctrico de UTE, se utilizarán para potenciar el desarrollo de emprendimientos comunitarios, y para la instalación de espacios didácticos sobre energías renovables. El primero de ellos se instalará en Durazno, en articulación con la Universidad Tecnológica, que ofrece la carrera de Energías Renovables en la zona.