Praxis es el nombre del proyecto que lleva adelante un grupo de docentes del Centro Regional de Profesores del Centro del Consejo de Formación en Educación (Cerp Centro-CFE), el Programa de Entornos Virtuales de Aprendizaje de la Universidad de la República (ProEVA-Udelar) y el Departamento de Tecnologías Digitales de Formación en Educación del CFE. Este equipo interinstitucional intenta indagar sobre las prácticas desarrolladas por los docentes para identificar las ventajas y limitaciones que les aportan las tecnologías digitales. En el camino desarrollaron dispositivos de análisis innovadores en los contextos en que los aplicaron, ya que se trabajó con comunidades de aprendizaje y de prácticas.

El proyecto está financiado por la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII), por su línea CFE Investiga. En cuanto al diseño metodológico, el equipo previno tres paquetes de trabajo: por un lado, en el último semestre del año pasado hicieron un análisis de la actualidad del tema. Luego, diseñaron los dispositivos de análisis de las prácticas –algunos más tradicionales como la filmación, el análisis y el debate de las clases, y otros más innovadores, que presentaron ayer–. La última parte del trabajo, que serán las conclusiones, se espera para febrero.

Según comentó a la diaria Virginia Rodés, de ProEVA, “el primer componente interesante fue la propia conformación de comunidades de aprendizaje y de prácticas con impronta de prácticas educativas abiertas; esa articulación es una combinación interesante a nivel internacional”. Participaron en estas comunidades unos 20 docentes de la Udelar y 30 estudiantes del último año de Formación Docente del Cerp.

Uno de los dispositivos de análisis más innovadores fue una reedición de la clásica observación. Plantearon que fuera cruzada entre pares y se practicara de forma presencial y virtual. Rodés comentó que el armado “fue una articulación de diferentes instrumentos similares”. Agregó que desde el equipo se cree que “puede operar como un nuevo instrumento que a futuro puede ser utilizado por otros grupos de investigación. Se reeditaron algunos componentes y eso hace que sea una innovación desde el punto de vista de la investigación”. De hecho, están trabajando en una publicación que desarrolle esta herramienta en particular, producto de una presentación que hicieron en España en la que les señalaron “que era un instrumento muy necesario”.

La docente universitaria también destacó otros dos dispositivos de análisis en los que incursionaron con el proyecto. Por un lado, el trabajo sobre incidentes críticos, esto “tiene que ver con identificar ámbitos o situaciones que generaban pequeñas desestabilizaciones pero que permiten también cambios y transformaciones”. Por otra parte desarrollaron “la anatomía de la acción, un dispositivo que busca analizar la práctica desde diferentes ámbitos; desde los contenidos, las emociones, las creencias, y el autoanálisis, otros aspectos que son más del orden de la subjetividad, que no siempre se incorporan en el análisis”.

En los próximos meses comenzarán con el análisis de los resultados de esos dispositivos. “Vamos a trabajar en dos grandes grupos de producción: uno más situado en elegir algunos casos y ver cómo se reflejan los dispositivos, y otro más situado en análisis de redes sociales”, indicó Rodés.

En la presentación de estos resultados preliminares participó Fernando Fraga, docente de la Universidad de Santiago de Compostela, en España, que trabaja con el equipo como asesor. En su presentación abordó parte del análisis del proyecto y trató temas como la formación en prácticas de redes sociales.