Remo, regata y atletismo son algunos de los deportes que llevaron a Uruguay a participar en los Juegos Olímpicos en los últimos años. Los deportistas que compitieron y actualmente están retirados recorren centros educativos de UTU en el marco del programa Testimonios, de la Secretaría Nacional del Deporte. Las charlas son abiertas pero el público objetivo son los estudiantes del Bachillerato de Deporte, la Tecnicatura en Recreación y la Tecnicatura en Deportes Náuticos. Además de una conferencia en la que los ex olímpicos cuentan sus historias y trayectorias deportivas, se organizan actividades prácticas para que los alumnos puedan vivenciar de lo que se habla.

Este año el ciclo comenzó en Montevideo, con una charla a cargo de Rodolfo Collazo, el remero que representó a Uruguay en los juegos de Atenas 2004, Pekín 2008 y Londres 2012; continuó en Maldonado con Alejandro Foglia, el regatista que llegó a participar en Río de Janeiro 2016; mientras que la última instancia hasta el momento será en Mercedes, el 3 y 4 de agosto, con Heber Viera, el velocista que se estrenó en Sídney 2000 y compitió hasta Londres 2012. Además, ya se están planificando otras actividades en más departamentos.

Para Daniel Domenech, coordinador nacional de Cultura Física de UTU, estas instancias son muy positivas y funcionan con gran éxito porque “los deportistas, si bien hablan de su disciplina, cuentan todo lo que implica el entrenamiento deportivo y la vida del deportista, el entorno de estar en un juego olímpico, convivir en la villa olímpica... estas cosas son lo que les interesan a los chiquilines y van más allá del deporte en sí”, explicó en diálogo con la diaria.

En Montevideo, más de 80 estudiantes no dudaron en hacer todo tipo de preguntas a Collazo: desde cómo era la dieta que tenía que hacer para llegar a los exigentes 70 kilos necesarios en la competencia de remo, hasta cómo afectaron los entrenamientos su relación con la familia. El objetivo estaba puesto en que los jóvenes se llevaran la idea más clara posible de lo que fue vivir en la villa olímpica, “donde tenés todo lo que precisás al alcance de la mano, los mejores equipos para entrenar, los comedores con toda la comida necesaria, todo a disposición. Además, ahí es donde convivís con todos los deportistas, de repente estás comiendo y al lado tuyo está [el tenista Rafael] Nadal”, contó el coordinador.

Según Domenech, todos los deportistas remarcan “el trabajo, el sacrificio, la voluntad de seguir adelante, y la necesidad de renunciar a determinadas cosas para obtener sus logros. Esas son lecciones de vida muy interesantes para los chiquilines”, aseguró, y agregó que la mayoría de los jóvenes que deciden seguir carreras relacionadas con el deporte lo hacen porque ellos mismos lo practican en algún nivel. Por lo tanto, consideró que “es bueno” que tengan en cuenta la experiencia de los atletas.

En la conversación con los estudiantes, Collazo destacó especialmente el apoyo de los allegados y, según el coordinador, es un denominador común en el discurso de todos los atletas. Para el remero, “la familia es el esponsor principal del deportista”. Contó a los estudiantes sobre los sacrificios que hizo durante sus años como profesional al separarse de sus seres queridos durante largos períodos de tiempo para entrenar de cara a todas las competencias en las que participó.

Domenech apuntó que, a su entender, la mayor dificultad para los deportistas profesionales en Uruguay es la falta de apoyo, sobre todo en los deportes menos populares. “Hay un tema de infraestructura que se nota en la educación, eso es histórico. Se construyen nuevos centros educativos y no en todos lados se hace un gimnasio, por ejemplo. Además, los deportes llamados ‘menores’ no cuentan con un apoyo [institucional] como puede pasar con otros”, señaló. De todas formas, acotó que “ahora se está intentando articular un poco más; en los últimos años hubo una política de Estado y se ve en los resultados deportivos, pero hace falta más apoyo, porque generalmente nuestros deportistas van en desventaja”.