El domingo 8 terminó el XVII Congreso de la Federación Nacional de Profesores de Enseñanza Secundaria (Fenapes), que durante cuatro días reunió a más de 200 delegados de todo el país bajo el lema “La educación pública enseña, resiste y sueña”. El Congreso eligió a las futuras autoridades de la federación, que asumirán en febrero, y se pronunció respecto del resultado de las elecciones nacionales y el futuro gobierno, que caracteriza como una “coalición de derecha y ultraderecha, con componentes fascistas, lo que avizora el intento de realizar un rápido proceso de ajuste y retroceso en derechos, junto a la amenaza de una escalada represiva ante la posible conflictividad social”. Con ese escenario planteado, Fenapes considera que el “movimiento popular deberá combinar la firmeza con la amplitud, generando un poderoso conglomerado social y político”.

En el documento aprobado consideran que los anuncios del futuro gobierno y los acuerdos de la coalición “expresan grandes líneas de retroceso con respecto a lo que los trabajadores organizados hemos conquistado y con principios rectores de la sociedad uruguaya”, y aseguran que la necesidad de aprobar los cambios mediante un proyecto de ley de urgente consideración da cuenta de “las dificultades que tendrá este acuerdo político para mantenerse en el tiempo y la necesidad del movimiento popular de enfrentar con firmeza esta primera embestida”.

Sostienen que se busca lesionar la autonomía de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), “dándole preeminencia al MEC [Ministerio de Educación y Cultura] respecto a ella. Junto a ello eliminar los consejos desconcentrados sustituyéndolos por gerentes generales, descartando a la vez cualquier atisbo de participación, al mismo tiempo que la representación de los trabajadores en el Codicen [Consejo Directivo Central] aparece cuestionada, tanto sobre si existirá como [sobre] si los eventuales consejeros serán meros espectadores”, en referencia a los cambios anunciados en materia de gobernanza de la ANEP. También afirman que se afecta la libertad de cátedra, lo que se combina con “un uso tendencioso de la laicidad, que intenta coartar expresiones legítimas de los docentes a efectos de generar miedo en el cuerpo docente para tener las mejores condiciones para imponer su proyecto conservador”.

En la declaración advierten que se quiere “lesionar los derechos laborales de los trabajadores de la educación, precarizando las condiciones de trabajo, sea por la modificación unilateral del Estatuto Docente, la aplicación de estatutos paralelos y la facultad discrecional de las direcciones liceales para la elección de los equipos docentes bajo el manto de la ‘autonomía de centro’”, y explicitan que Fenapes “rechaza enfáticamente estos planteos”, que, aseguran, “confirman la denuncia que venimos realizando con respecto al avance en el mundo y la región de planteos y propuestas con contenidos de profundización neoliberal y retrocesos pedagógicos conservadores”. De cara al futuro de la organización sindical, Fenapes propone profundizar “la construcción de una propuesta educativa democrática y democratizadora, buscando generar el mayor marco de alianza con el conjunto de las organizaciones populares” y el fortalecimiento de la organización sindical. Avistan un futuro “complejo” y, según afirman, “de las fuerzas organizadas del movimiento popular movilizado en torno a un programa dependerá evitar retrocesos y conquistar avances”.

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