Después del lanzamiento oficial del sexto campamento latinoamericano de ciencias, cinco de sus participantes empiezan a conocerse un poco más, antes de transcurrida una semana de convivencia en el departamento de Lavalleja. Laura Dianessi, estudiante del liceo departamental de Rocha, se enteró de la convocatoria por Facebook. “Me pareció una excelente idea para sumarme y seguir aprendiendo en ciencia, que es lo que considero mi vocación y lo que quiero para el resto de mi vida”, cuenta. Además, asegura que en particular le gusta la química, disciplina que piensa seguir estudiando en la Universidad de la República en Montevideo para luego dedicarse “a la investigación en química en el mundo y aplicarlo en Uruguay”.

A su derecha en la ronda está Sofía Foglia, de Colonia Valdense, quien se inscribió gracias a su profesor de química, quien habló en el liceo sobre la convocatoria, que también había visto en las redes sociales. “Me gusta todo, pero quisiera enfocarme en física o química. Me encanta aprender”, dice. Otra de las integrantes de la ronda es Nicole Hernández, de Minas, quien llegó al campamento gracias a su participación en un club de ciencias. Según dice, tiene interés por la química y la biología, y le interesa la ciencia “por el hecho de conocer a otras personas y cosas que talvez nunca estudié”. A Nathaly Silva y Clara Gama, de Fraile Muerto, Cerro Largo, les pasó algo similar y se enteraron de la convocatoria gracias a dos jóvenes que fueron a una de las reuniones del club de ciencias al que ellas concurren y les contaron del campamento.

Ellas son cinco de los 33 estudiantes de educación media que vinieron a Uruguay desde varios países de Latinoamérica. Otro es Douglas Cardoso, que llegó desde Paraí, en Río Grande do Sul, Brasil, quien también se anotó por sugerencia de sus profesoras, y aceptó “porque era una experiencia nueva y una nueva cultura para aprender”. También llegaron estudiantes desde Argentina, Chile, Colombia, y Paraguay.

De la Tierra a la Luna

El lanzamiento del campamento se llevó a cabo ayer en el Museo de Historia Natural del Consejo de Educación Secundaria (CES), ubicado en el mismo predio del liceo IAVA. El director de Cultura Científica del Ministerio de Educación y Cultura (MEC), Gustavo Riestra, señaló que, como las cinco ediciones anteriores, el campamento tendrá lugar en el camping del cerro Arequita, donde hasta el viernes los estudiantes intercambiarán experiencias y estarán en contacto con la naturaleza. Consultado por la diaria, Riestra contó que este año el campamento tiene dos ejes transversales: la astronomía, cuando se celebra el 50º aniversario de la llegada del hombre a la luna, y el cuidado “sostenible y amigable” del ambiente.

Según agregó, ambos temas estarán “atravesados por distintos talleres, vinculados explícitamente a la matemática aplicada, al trabajo en equipo, al liderazgo y la motivación del emprendedurismo”. “Los talleres apuntan a fortalecer el pensamiento crítico y reflexivo de nuestros estudiantes, en un siglo en el que hay mucho para discutir, pero a veces no tenemos los elementos para sostener una discusión concienzuda, madura, objetiva y reflexiva. Poder dar opinión, pero también escuchar la de los demás; en eso el campamento va a hacer mucho hincapié”. Además de talleres, habrá salidas de campo, ya que los jóvenes irán al río Santa Lucía, a una playa oceánica y subirán al Arequita, lo que les permitirá comparar tres ecosistemas uruguayos en función de su fauna, de su flora y de los factores ambientales y antropogénicos que inciden.

Para participar en el campamento, que es organizado por el MEC y cuenta con el apoyo de otros organismos, los jóvenes debieron postularse, en respuesta a una convocatoria que se llevó a cabo meses atrás. Según explicó Riestra, no necesariamente debían tener un proyecto científico en marcha, como participar en algún club de ciencias o en una olimpíada de alguna disciplina científica. Si bien esos eran elementos que se valoraban, también se quiso dejar abierta la posibilidad de que participaran jóvenes que no tenían experiencia en el campo de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y la matemática. En particular, se pensó que el campamento podría ser una forma interesante de acercamiento a esas disciplinas, en una actividad que si bien se vincula con la educación formal, tiene que ver más con lo no formal. “Lo que nos importa es la formación de ciudadanía sobre la base de tres dimensiones fundamentales: la conceptual, la procedimental y la epistémica, que se van a poner en juego durante todos los días de este campamento”, resumió. En la presentación Riestra dijo a los estudiantes que durante la semana se trabajará en torno a la frase “la fuerza de tus convicciones determina tu éxito, no el número de tus seguidores”.

En el lanzamiento también expusieron Fátima, de Mariscala, y Zaira, de Rivera, quienes participaron en la pasada edición del campamento. Si bien señalaron que cada campamento es diferente porque también lo son sus participantes, dijeron que era seguro que se iban a llevar “valores” y que, después de disfrutar durante toda la semana, seguramente muchos se emocionarían hasta las lágrimas cuando terminara el campamento. Además, contaron que los integrantes de la edición de 2018 siguen en contacto mediante un grupo de Whatsapp que, cada tanto, “explota” de mensajes.