El inicio de las clases en enseñanza primaria estuvo marcado por el anuncio del Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP) de que este año llegarían a todos los niños de las escuelas públicas del país distintos materiales de estudio que hasta 2018 se distribuían principalmente en centros educativos de zonas con bajos niveles de ingreso económico. No obstante, según supo la diaria, no en todas las escuelas se informó de la entrega de materiales en los primeros días de clase y, en algunos casos, circuló la versión de que no llegarían materiales para todos los niños en los centros educativos que se encuentran en zonas de mayor nivel adquisitivo. En suma, el 28 de febrero, un día antes del arranque de clases, la secretaria general de la Federación Uruguaya de Magisterio (FUM), Elbia Pereira, dijo al semanario Búsqueda que el anuncio del CEIP generó demasiada expectativa, ya que no habría condiciones materiales y logísticas para que los materiales llegaran a todos los niños este año.

Consultado por la diaria, el integrante del CEIP Héctor Florit aseguró que la entrega de los materiales se está cumpliendo de acuerdo con lo planificado, y las escuelas los seguirán recibiendo hasta el 31 de marzo. El jerarca detalló que hasta el 15 de marzo todas las inspecciones departamentales recibieron los útiles, que luego distribuyen con locomoción propia en las escuelas del departamento respectivo. En el caso de Montevideo proveeduría del CEIP hace la distribución directamente en las escuelas. Florit explicó que existen dos tipos de materiales a ser entregados a las direcciones de cada escuela. Por un lado, según el criterio de cada centro, los directores pueden entregar de diferentes formas materiales “más vinculados a la plástica”, como hojas A4, hojas de garbanzo, pintura acrílica o pinceles, en cuya entrega se privilegiará a las escuelas “que pueden tener mayores necesidades”.

Por otro lado, el CEIP compró materiales básicos para entregar a todos los estudiantes de las escuelas públicas uruguayas. En algunos casos, dichos útiles llegarán armados en kits, pero en la mayoría de las escuelas se recibirán los materiales y cada centro deberá repartirlos entre los niños, con una pauta específica de lo que le corresponde a cada estudiante. Si bien el tipo de útiles depende del grado y del tipo de escuela –contemplando, por ejemplo, si se trata de un centro especial–, el consejero hizo énfasis en que está previsto que cuadernos, gomas y lápices lleguen a los 340.000 niños inscriptos en el CEIP. Florit consideró que dicha entrega no se contradice con que haya escuelas que pidan o sugieran a los padres la compra de otros materiales complementarios.

En suma, el jerarca recordó que los niños también reciben libros de texto, uno de lectura y escritura y otro de matemática, adaptado para cada grado, con una edición para educación inicial. “También están siendo distribuidos, en este caso por el correo, a todas las escuelas”, agregó. Por su parte, señaló que el carácter individual y no diferenciado por contexto de la entrega de estos materiales está financiado por el Impuesto de Primaria. “Es un retorno de uno de los impuestos más justos que tiene Uruguay, que es progresivo, basado en la propiedad de inmuebles o de tierras, con una focalización que tiene como destinatarios a niños de la educación pública. La mayoría de lo recaudado es para alimentación escolar pero también para materiales, los aportes a comisión de fomento, los campamentos educativos. Cuando insistimos con este señalamiento es a los efectos de que exista el adecuado control social sobre la ejecución del gasto público, que además es aportado por un impuesto específico”, concluyó.