El ex frigorífico Anglo –estandarte histórico y cultural de la ciudad de Fray Bentos, del país y del mundo– olvidó por un día la historia para sumergirse en el futuro. Aproximadamente 150 adolescentes de distintos liceos y centros de estudios del país viajaron hasta allí para, a orillas del río, participar en el foro estudiantil del primer festival de educación, arte y cultura de estas características en Uruguay: EduRíoNegro.

El festival, que comenzó el jueves y termina hoy, tiene como eje “Los desafíos de la educación en el siglo XXI” y propone paneles, conversatorios, encuentros y muestras. El primer día, el foco estuvo en el estudiante; el segundo, en el docente, y el tercero en la población interesada en general. Comenzó el jueves de mañana con actividades dirigidas a escolares en las plazas Constitución, Levratto y Artigas, mientras que al mismo momento, en el Anglo, estaba prevista la llegada y acreditación de los liceales.

El foro contó con la presencia de estudiantes provenientes de Nuevo Berlín, San Javier, Young, Sei Greco, Sarandí de Navarro y Fray Bentos, acompañados por familiares, docentes y referentes. Al llegar, los estudiantes recorrieron las instalaciones del Anglo, recibieron una bienvenida rápida y fueron a almorzar a la cantina de la Universidad Tecnológica (Utec) que, en Fray Bentos, se ubica desde 2016 en un ala refaccionada –y moderna– del ex frigorífico.

Luego de almorzar, los liceales recibieron la indicación de, en dos instancias, recorrer mediante experiencias interactivas cinco estaciones: robótica y drones, mecatrónica, educación y cooperación, ciencia y tecnología de lácteos y tecnología médica.

Motivar desde la experiencia

“Vinimos con una propuesta interactiva para mostrar un poco qué hacemos, quiénes somos, cómo trabajamos; para que los estudiantes de bachillerato se entusiasmen y sepan que estas son carreras que están a su alcance”, explicó a la diaria Alejandra Álvarez, docente de Imagenología de la Escuela Universitaria de Tecnología Médica en Paysandú. Álvarez contó que la Licenciatura en Imagenología dura cuatro años y que el tercer año se puede cursar en Fray Bentos. Este año ingresaron 99 alumnos porque aumentó el cupo –al igual que en 2018–, pero la docente lamenta que muchos abandonen porque se les dificulta la inserción laboral. “Vemos esta instancia como una ventana para darnos a conocer”, expresó.

En una situación muy similar se encuentran los docentes que vinieron a promocionar la Licenciatura en Ciencia y Tecnología de Lácteos que se imparte en la localidad de La Paz, en Colonia. A diferencia de la anterior, que está bajo la órbita de la Universidad de la República, esta carrera la imparte la Utec. María Inés Infante, docente de Microbiología Alimentaria de esa licenciatura, contó que el interés principal que tienen es que “se conozca la carrera en todo el país”. “Río Negro es un departamento cercano a Colonia y sin embargo no hemos podido abarcarlo en las salidas de difusión que hemos tenido”, señaló. En la estación, además de explicar la carrera y mostrar “en vivo” cómo se realizan algunos procesos relacionados a ella, los estudiantes pudieron probar quesos y helados. Según la docente, lo que más le interesó a los alumnos es saber que allí existe un nicho, porque hay “muchos productos innovadores que se pueden sacar con un alto valor agregado, que hoy se están perdiendo”.

Una de las estaciones que más les llamó la atención a los estudiantes fue la de robótica y drones. Los liceales eran conducidos a un patio trasero de la Utec donde uno o dos estudiantes universitarios sacaban un dron, explicaban cómo funcionaba y, luego de un par de demostraciones, permitían que los futuros universitarios lo manejaran. En esta estación no faltaron las risas nerviosas, las manos levantadas y los ojos atentos.

En la “latería” del Anglo se encontraba una de las estaciones más recreativas: educación y cooperación, con una propuesta de música, bailes, juegos e información para conocer un poco más la oferta académica y las cuestiones relativas a la vida universitaria del interior. “Trabajamos en juegos cooperativos para acercarnos y después reflexionamos sobre la existencia de distintas miradas, que es una de las características de la Udelar de acá”, explicó Matías Belbey, docente de extensión de la Casa de la Universidad en Río Negro. “Creo que por los propios juegos se vieron motivados a decir ‘esto me gusta, voy a seguir esto, voy a buscar, voy a investigar’; y ese era el objetivo de este día, desde la experiencia, poder llenar de expectativas el futuro que se les viene”, señaló Belbey.

La carrera de Ingeniería Mecatrónica sólo se dicta en la Utec de Fray Bentos y por eso su estación recibió especial atención. Ángelo Ferrari y Mathias Rosas dieron un taller de creación de prototipos de dron que, para motivación de los estudiantes, volaban de verdad. Los liceales recortaron bases prediseñadas de papel, las doblaron y pegaron con silicona y finalmente las conectaron soldando unos cables a un motor. Los coordinadores del taller dijeron que es una experiencia que ya han hecho anteriormente con alumnos de muchas edades y que suele ser un gran motivador para despertar el interés en la mecánica y la electrónica.

Los protagonistas

Federico Alzamendi, de 5° biológico del liceo 1 de Young, contó a la diaria que lo que más le gustó fue lo relacionado a la programación, porque se trataba de “llevar cosas grandes, que nosotros tomamos como complejas, a cosas que cuando ves a simple vista son muy fáciles de entender”. Por su parte, Nataly Sosa, Pilar Rey y Camila Cheveste, de Nuevo Berlín, dijeron que lo que más les gustó fueron las dinámicas de intercambio y los juegos. Todos los alumnos consultados esperan poder repetir esta experiencia, les sirva o no para orientarse en el camino universitario a elegir.

La actividad es organizada por la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP) y la Intendencia de Río Negro. Carolina Ferreira, de la OPP, dijo que “la idea de impulsar esta iniciativa es la de potenciar Fray Bentos como polo educativo de la región” y fomentar “la descentralización en todas sus áreas”. “Quedamos muy satisfechos porque vimos a los gurises muy contentos; pudieron ver propuestas académicas de la región y cosas que se vienen, en consonancia con el lema del evento que es la educación en el siglo XXI”, finalizó.

Todo lo bueno que hay aquí

El jueves, docentes y estudiantes de la escuela rural de Sarandí de Navarro fueron galardonados con el Premio a la innovación educativa 2019 “Sarandí de Navarro se mueve por la educación”. La escuela, que cuenta con séptimo, octavo y noveno grados, tiene un programa de formación por áreas y mediante talleres que permite preparar a los alumnos de la localidad –de 139 habitantes– para las UTU y bachilleratos tecnológicos. “Decimos que Sarandí de Navarro se mueve por la educación porque los chiquilines continúan estudiando; y eso es muy positivo, porque significa que en estos lugares realmente se necesita que se implemente el ciclo básico, por lo menos en esta modalidad”, dijo a la diaria Daniela Torres, directora de la escuela.