Los estudiantes del gremio del liceo 1 de Solymar organizaron el martes 13 una mesa de debate con integrantes de Memoria de la Costa, un colectivo que milita por los derechos humanos y la recuperación de la memoria del pasado reciente, en el marco del Día de los Mártires Estudiantiles que se celebra cada 14 de agosto. En esa oportunidad un hombre con uniforme militar intentó participar; al notar su presencia, estudiantes y docentes pidieron a la dirección del liceo que lo invitara a retirarse y así se hizo. Ante el pedido, el hombre reaccionó “de forma violenta, gritando y no aceptando irse”, contaron a la diaria varios testigos del hecho.

Luego de discutir, el hombre decidió irse, sólo para volver minutos después, vestido de civil. Nuevamente se le pidió que se retirara, ya que la actividad era exclusivamente para estudiantes, por lo que no podían participar padres o vecinos de la comunidad. El hombre alegó que era el padre de uno de los estudiantes y quería saber “qué les estaban metiendo en la cabeza a su hijo y al resto de los jóvenes”, destacaron los participantes. En esa oportunidad sacó su celular y comenzó a grabar a la subdirectora y a los estudiantes que participaban en la actividad en el liceo, hasta que nuevamente lo convencieron de que se fuera.

Según dijo a la diaria Eduardo Núñez, docente del liceo, la Federación de Profesores de Enseñanza Secundaria denunció este hecho ante el Consejo Directivo Central de la Administración Nacional de Educación Pública, y no descarta presentar la denuncia en otros ámbitos, como la Institución Nacional de Derechos Humanos. A su vez, el núcleo sindical del liceo evaluaba la posibilidad de denunciar la situación en distintos ámbitos.

El gremio de estudiantes aún no se reunió, ya que durante el miércoles se convocaba a un paro activo por el 14 de agosto. De todas formas, Malena, una de las estudiantes, señaló a título personal a la diaria que la participación y la actitud del hombre se entiende como “violencia simbólica”, en parte porque “estaba uniformado y los que estaban dando la charla eran ex presos políticos y exiliados” y también porque “su actitud fue mala, no amigable; es una persona ajena a la situación que intentó meterse y empezó a sacar apuntes de lo que se decía y a grabar a la gente”.

Malena considera que “la educación debería ser formadora de gente crítica, pensante y sensible” y que los estudiantes tienen que poder informarse sobre el pasado reciente, porque es un tema “que no está laudado”. “Es una herida abierta que tenemos todos; heredamos preguntas sobre qué pasó, dónde están los desaparecidos y por qué no están”, dijo la joven. En este sentido el gremio estudiantil lleva a cabo “desde hace varios años” actividades con motivo del 14 de agosto, en las que “todos puedan mostrar su punto de vista, porque eso siempre es interesante: se puede abrir el debate con posturas distintas con respecto al tema, siempre en un marco de respeto total”.