El Programa de Desarrollo de las Ciencias Básicas (Pedeciba) también tiene abierta otra convocatoria a pasantías, pero en este caso a docentes de Matemática en educación media, aprovechando que durante febrero, en general, los profesores tienen mayor disponibilidad para coordinar los horarios. El programa Acortando Distancias tiene como objetivo facilitar el encuentro entre los ámbitos de docencia de enseñanza media y formación en educación con aquellos donde se hace investigación en Matemática, y por eso convoca a profesores de la asignatura interesados en hacer pasantías en laboratorios de investigación en el área. “Una de las cosas más complicadas de la enseñanza de la matemática es el divorcio que hay entre el IPA [Instituto de Profesores Artigas] y la Udelar [Universidad de la República], es decir, entre el lugar donde se capacitan quienes van a dar clases en secundaria y la gente que hace matemática. Eso es histórico, y si bien no es el único país donde pasa, en Uruguay es algo bastante marcado”, opinó Marcelo Fiori, investigador del área Matemática del Pedeciba y de la Facultad de Ingeniería de la Udelar. El matemático aclaró que las diferencias tienen que ver con que “son instituciones distintas y muy separadas, que podrían existir sin que conocer lo que ocurre en la otra. Estamos intentando pelear un poco contra eso, tener programas conjuntos y mayor colaboración”, dijo a la diaria.

El régimen de la pasantía depende del acuerdo al que lleguen los pasantes con los investigadores, ya que no hay carga horaria estipulada; el único requisito es que haya encuentros presenciales, donde se busca transmitir “qué es hacer matemática”. El intercambio va “más allá de los temas de investigación en sí, porque no le va a cambiar nada al chiquilín en la clase tener un docente que haya pasado por la pasantía o si conoce o no la teoría de grafos. No tiene que ver con los contenidos, sino más bien con entender la matemática desde una perspectiva distinta, más cercana a lo que hacen los matemáticos: la matemática como forma científica que se va construyendo como si se colocaran ladrillos, en la forma de pensar los problemas, en saber que hay un montón de problemas que están abiertos”, explicó.

“Está esa idea de que la matemática ya está creada, que no hay nada más para descubrir, cuando en realidad es todo lo contrario: son más las cosas que no se saben que aquello que se sabe, e incluso en temas cercanos a lo que se enseña en educación media hay problemas abiertos”, puntualizó. Fiori también hizo referencia a la concepción de la matemática como algo utilitario: “Hay chistes incluso entre estudiantes universitarios: ‘Otro día sin usar el mínimo común múltiplo’. Y claro, capaz que no lo vas a usar en tu vida cotidiana, pero los contenidos de la matemática no son lo más importante, sino las herramientas que provee en términos de capacidades de cómo razonar, cómo pensar y cómo encarar un problema”. La intención de la pasantía es poder transmitir, en el encuentro entre los investigadores y los docentes, la matemática “como algo sumamente vivo, que requiere seguir empujando los bordes del conocimiento, saber plantearse las preguntas correctas, saber atacar un problema por distintos métodos y en sucesión”, explicó Fiori.

“No va en los contenidos, sino más bien en entender la matemática desde una perspectiva distinta, más cercana a lo que hacen los matemáticos: la matemática como forma científica que se va construyendo como si se colocaran ladrillos, en la forma de pensar los problemas, en saber que hay un montón de problemas que están abiertos”.

En los últimos años los pasantes son en promedio unos diez docentes de Matemática, números chicos pero que se ajustan al tamaño de la comunidad de matemáticos. Pero según Fiori, los pasantes quedan enganchados y terminan vinculados a otras actividades. Muchos de ellos se han sumado al Diploma en Matemática, una especialización conjunta entre la Udelar y la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), que pone el acento en la matemática y en la educación. Otros se inclinan por profundizar en la investigación en matemática y optan por la Maestría del Pedeciba, y en particular por el programa conocido como 3+3+3, que incluye un trayecto pensado para egresados de los centros de formación docente.

La pasantía cuenta con un respaldo económico de entre 5.000 y 12.000 pesos para los docentes seleccionados, como apoyo para cubrir pasajes, viáticos, alojamiento, material didáctico o informático, algo importante porque, según explica Fiori, la mayoría de los postulantes son del interior del país. Pueden inscribirse hasta el domingo 19 inclusive, completando un formulario en www.pedeciba.edu.uy, docentes de educación media o de Formación en Educación con título de la ANEP o quienes hayan ejercido la docencia directa o hayan sido ayudantes preparadores durante 2018 y 2019.

Hay 11 propuestas de pasantías en el Centro de Matemática de la Facultad de Ciencias, en el Instituto de Matemática y Estadística Rafael Laguardia de la Facultad de Ingeniería, en el Departamento de Matemática y Estadística del Litoral del Centro Universitario Regional del Litoral Norte, en Salto, y en el Departamento de Métodos Cuantitativos de la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración. Las propuestas profundizan en líneas de investigación como aprendizaje automático, sistemas dinámicos, probabilidad, simetrías en física y matemática o geometría algebraica, entre otras. En su postulación, los docentes pueden elegir dos de esas opciones, y luego, de acuerdo con los cupos disponibles y la selección, se asignarán los lugares.