Uno de los efectos del cierre de los centros educativos es la pérdida de la fuente de trabajo para los cantineros de escuelas, liceos y UTU. El Consejo Directivo Central (Codicen) de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) tiene en cuenta esta situación y trabaja activamente para remediarla, aseguró a la diaria el consejero Juan Pérez. Este viernes se aprobó el protocolo para la reapertura de las cantinas, que incluye entre las nuevas normas la obligación de respetar el distanciamiento físico sostenido y la prohibición temporal de elaborar alimentos en los centros educativos.
Aún se aguarda la respuesta del Ministerio de Salud Pública, que tiene la última palabra, pero según comentó Pérez, esperan que se puedan abrir a la brevedad, aunque sólo sea con la venta de productos ya envasados.
La elaboración de la comida en los establecimientos sigue siendo un problema clave para la ANEP, ya que además de la situación de las cantinas, son varios los comedores de centros urbanos que aún no pudieron retomar actividades, lo que afecta directamente la alimentación de miles de estudiantes.