El retorno a la presencialidad en la escuela fue a partir del 29 de junio para todos los tipos de escuelas del país, aunque en forma gradual y progresiva en días y horarios. Según datos del Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP), en la primera semana 48% de los niños convocados asistieron a las escuelas públicas, y el porcentaje creció a 61% en la segunda semana de retorno. En los primeros dos días de esta semana, marcados por la ola de frío en todo el país, la concurrencia bajó a 50%.

Este miércoles, en el programa En perspectiva, el consejero del CEIP en representación de los docentes, Pablo Caggiani, informó que los niños que concurren a escuelas del quintil 5, de mejor nivel socioeconómico, tienen 15 puntos porcentuales más de asistencia que los que asisten a escuelas del quintil 1, las de nivel socioeconómico más bajo.

Según datos a los que accedió la diaria, en la primera semana en que se completó el retorno a la presencialidad, en las escuelas de quintil 1 el promedio de asistencia fue de 41% (con días de 30% y días de 55%), mientras que el promedio de asistencia en las escuelas de quintil 5 fue de 56% (con variaciones entre 33% y 73%). La segunda semana de clases la asistencia mejoró, aunque aumentó la distancia entre quintiles: en el quintil 1 la asistencia fue en promedio de 52% y en las escuelas de quintil 5 fue de 71%. En los dos primeros días de esta semana la asistencia volvió a bajar, pero la diferencia se mantuvo: en las escuelas de quintil 1 fue de 43,5% y en las de quintil 5 de 58,5%.

“Hay un sesgo en la asistencia que estaría dando cuenta de que la apertura con la asistencia voluntaria estaría generando desigualdad en los sectores más vulnerables, y esto es parte de la preocupación que tenemos”, opinó Caggiani. En diálogo con la diaria, advirtió que también existen estas diferencias de asistencia “en un año normal”, pero aseguró que esto requiere “una batería de medidas que tiendan a que los gurises vayan” y, a su entender, “la obligatoriedad es una de ellas”. “Sostener la escolarización en esta situación para las familias es complicado, pero si además es optativo es más complejo”, opinó sobre los motivos de la diferencia por quintiles. Otra razón, mencionó, podría ser “la apertura de los comedores escolares, por eso pedimos que nos permitan abrir los comedores de las primeras escuelas rurales, y abrieron unos 830. En la medida en que vas normalizando las clases vas mitigando este efecto”, dijo, y advirtió que “es terrible”.

En varias oportunidades el CEIP planteó por unanimidad establecer la obligatoriedad de la asistencia en los días y horarios que se indiquen, pero hasta el momento la respuesta del Consejo Directivo Central (Codicen) ha sido negativa, en el entendido que, según ha reiterado su presidente, Robert Silva, mientras dure la emergencia sanitaria el principio de la libertad debe primar por sobre el de la obligatoriedad.

Caggiani señaló que para los niños con mayores dificultades de aprendizaje o menor asistencia se deberán encontrar “acciones complementarias” para recuperar el tiempo pedagógico, y enumeró entre las alternativas la presencia de más maestros comunitarios para trabajo a contraturno y de más maestras de apoyo que, durante el horario de clase, trabajen con grupos más pequeños, de tres o cuatro niños.

En el CEIP se está discutiendo la inclusión, en la propuesta presupuestal, de un apartado que contemple la inversión necesaria a raíz de la pandemia, tanto para elementos de prevención, como para suplencias de funcionarios en población de riesgo y, también, para acciones compensatorias, y añadió que esa es una de las recomendaciones de organismos internacionales como UNESCO.