La precarización laboral, la desvalorización de la fuerza de trabajo y la desproporcionalidad de la tarea docente son las principales preocupaciones del Sindicato Nacional de Trabajadores y Trabajadoras de Enseñanza Privada (Sintep). Hoy, 15 de junio, en el marco de un nuevo Día Nacional del Trabajador de la Enseñanza Privada, feriado no laborable para los docentes y funcionarios de las instituciones privadas por tercer año consecutivo, el presidente del Sintep, Sergio Sommaruga, planteó que esos problemas son el “trípode” y la “tendencia” que viene con “mucha voracidad avanzando” en las instituciones privadas. Si no existiese el sindicato, que también este martes cumple 36 años, “hoy sería tierra de nadie; muchas veces, ante la sinrazón del poder discrecional de las empresas, el único muro de contención es la fuerza organizada de los trabajadores y trabajadoras”, observó el sindicalista.

Como forma de “celebrar” un nuevo año, harán “barriadas” en la búsqueda de más firmas para tratar de derogar 135 artículos de la ley de urgente consideración, campaña que promueven el PIT-CNT, el Frente Amplio y algunas organizaciones sociales. Sommaruga sostuvo que “la actividad está muy controvertida por la emergencia sanitaria y hace que el pleno goce del feriado no pueda ser usufructuado de la mejor manera, sin poder hacer grandes actividades colectivas a nivel conmemorativo, pero eso no opaca la valorización de la fuerza de trabajo”.

Si bien en un principio estaban en desacuerdo con la ley que consagró el Día del Trabajador de la Enseñanza Privada, desde la Asociación de Institutos de Educación Privada (Aidep) consideraron que es una “discusión saldada y antigua”. En diálogo con la diaria, Juan Carlos Noya, presidente de Aidep, señaló que “más allá de eso, ya es una ley. Entendemos que es una forma de reconocer el trabajo que desarrollan los funcionarios que dependen de las instituciones privadas. No tenemos ningún reparo. Y este año [por la pandemia], más que merecido que tengan un día en que se reconozca el trabajo de ellos”.

En la próxima ronda de Consejos de Salarios, el Sintep y Aidep, junto con el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, aprobarán un protocolo que, de “alguna manera, regule las acciones a llevar adelante en situación de acoso sexual dentro de las instituciones educativas”, afirmó Noya. Desde el sindicato se valora esto, si bien consideran que “aún falta”. “El sindicato ha logrado una contratendencia a ese trípode. Estas contratendencias no son hegemónicas; lo hegemónico es la precarización, la desvalorización y la desprofesionalización de la tarea del docente”, insistió, y agregó que “la pandemia no ayudó en nada a dar la pelea contra esas tendencias”, expresó Sommaruga.

La discusión por el despido de dos docentes por publicaciones en redes

Este día se celebra en un contexto en que dos docentes, de distintos centros educativos privados, fueron despedidas por publicaciones personales en sus redes sociales, según informó el mes pasado El País. Ante esto, Sintep prepara una campaña de denuncia pública para tratar de “generar el debate social a que no se naturalizara, no se convirtiera en una anécdota, al sentido común reaccionario y regresivo”.

El miércoles 9 comparecieron ante la Comisión de Educación y Cultura de la Cámara de Diputados para denunciar esto. Según supo la diaria, el miércoles asistirán a dicha comisión una de las maestras despedidas y la dirección del liceo para explicar el porqué de la decisión. En ese ámbito, dijo Sommaruga, dejaron asentada una visión “crítica” y de “rechazo” a estos despidos, “en tanto configuran violencia institucional de las empresas, que tiene como víctima a dos maestras; aunque no son afiliadas al sindicato, el Sintep salió a repudiar [los despidos] porque entendía que [en esa decisión] había un abuso de poder y un componente de clase y género que repercutía en ese ejercicio de violencia hacia las trabajadoras”.

El sindicalista lamentó que se hayan quedado sin trabajo en medio del año escolar y, además, en medio de la pandemia. A su vez, en su comparecencia a la comisión parlamentaria señalaron que, “sin perjuicio de esta acción violenta de las empresas”, también se limitaba la libertad de expresión de las maestras. “Era muy importante que el Parlamento tomara nota porque, a nuestro entender, hay que problematizar desde el punto legislativo el poder discrecional de las empresas”, añadió.

Por su parte, Noya consideró que “es una zona bastante vidriosa donde hay que ser muy cuidadoso, porque hay muchos derechos de muchas partes involucradas; creo que lo mejor es sentarse y dialogar, y creo que eso falta”. En este sentido, reflexionó: “No sólo hay un vacío legal, hay una cantidad enorme de discursos respecto de ese tema, hay que discutirlo. Es algo que no se ha hecho en ningún ámbito, menos en la educación. ¿Hasta dónde llega la vida privada y hasta dónde llega el poder de las instituciones? Esas dos cosas tienen que ser tomadas en cuenta, tanto el respeto a la vida privada y la libertad de expresión de las personas que trabajan como el derecho de las instituciones a pedir determinados cuidados mínimos, dado que los docentes somos modelos a seguir por parte de nuestros estudiantes”.

No se descarta la creación de una comisión integrada por Sintep, Aidep, la Administración Nacional de Educación Pública para tratar este tema. Incluso, de manera informal, en la pasada administración ya se había conversado al respecto, pero no se llegó al cuórum necesario. “Hay que legislar, pero después de una discusión en la que se escuche a todas las partes”, concluyó el presidente de Aidep.