Después de que en el Parlamento naufragaran dos proyectos de creación de una universidad de la educación y de que la ley de urgente consideración (LUC) introdujera cambios normativos, distintos colectivos y organizaciones sociales decidieron agruparse para dar más fuerza a sus demandas. La Asamblea Técnico Docente (ATD) del Consejo de Formación en Educación (CFE), la Asociación de Docentes de la Universidad de la República (ADUR), la Federación de Estudiantes de Formación en Educación del Uruguay (Fefeu), el Grupo de Reflexión sobre Educación (GRE) y la Intergremial de Formación Docente (IFD) son los colectivos que dieron el puntapié inicial.

Según se explicó este miércoles en el lanzamiento del Movimiento nacional a favor de la formación pública y universitaria de docentes y educadores, se conformará una comisión coordinadora provisoria para comenzar a darle forma y contenido. Un titular y un alterno por cada una de las organizaciones convocantes serán los encargados de formar ese espacio, que generará actividades de intercambio y difusión y convocará a comisiones de trabajo. Una de ellas estará destinada a elaborar una propuesta de estructura y formalización del movimiento, según explicó Héctor Cancela, presidente de ADUR. La primera definición con la que estuvieron de acuerdo quienes siguieron la actividad presencial y virtualmente es que el colectivo lleve el nombre del maestro Miguel Soler Roca, destacado educador y pedagogo fallecido este año.

En cuanto al contenido, según se detalla en un documento fundacional del movimiento, los colectivos parten de la base de que las transformaciones que está implementando el Ministerio de Educación y Cultura (MEC) y son habilitadas por la LUC “implican la inferiorización, desmantelamiento y fragmentación de la formación pública en educación”. Silvia Grattarola, integrante del GRE, consideró que ello tiene que ver con las disposiciones de la ley que habilitan el establecimiento de un procedimiento voluntario de reconocimiento de carreras de formación docente, tanto en instituciones públicas como privadas. Además, cuestionó que la ley otorga al MEC un “nuevo rol” que va en contra del “espíritu constitucional” que establece la autonomía de la educación pública.

En suma, dijo que la LUC “interfiere” en el proceso de creación de una universidad de educación y consagra la “extinción” del Instituto Universitario de Educación previsto en la Ley General de Educación de 2008. En la misma línea, Fernanda Alanís, de la IFD, planteó que la formación docente no puede depender de vaivenes político partidarios. Por su parte, Cancela dijo que la educación siempre plantea desafíos, pero estos deben ser abordados en el marco de un sistema nacional de educación pública y que se debe contemplar las especificidades y trayectorias de las instituciones que lo componen. El docente dijo que la política del actual gobierno va en “otro rumbo” y se basa en la competencia entre educadores públicos y privados, que será “perjudicial” para el desarrollo de una política pública universitaria en formación docente. Además, planteó que el CFE se verá debilitado y que habrá un aumento de la oferta privada, lo que implicará “pérdida de soberanía” y de “garantías académicas”.

Juntar fuerzas

Otro de los motivos por los que se conformó el movimiento es la necesidad de “instalar una mirada prospectiva de la formación pública de grado y posgrado de los educadores”. En esa línea, Julio Arredondo, integrante del GRE, sostuvo que la idea es que se puedan incorporar “cada vez más organizaciones” y que el colectivo se fortalezca. Silvia Adano, presidenta de la mesa de la ATD del CFE, dijo que desde ese espacio se apuesta “al encuentro fraterno que permita mirar al futuro”, con el horizonte en lograr una universidad de la educación. Según analizó, hasta el momento ello no se ha logrado “porque no se consiguió voluntad política”. Por lo tanto, valoró que podrá lograrse “un futuro mejor” si desde las bases sociales se construye adecuadamente la demanda. En ese sentido, sostuvo que será clave que las organizaciones que componen el movimiento se centren en los puntos que comparten y, al mismo tiempo, respeten sus diferencias.

Desde la Fefeu, Ramiro Dutra consideró que la creación del movimiento nacional es un hito “muy importante”, porque permite que diversas organizaciones se coloquen “detrás de la bandera de defensa de la educación pública”. Al respecto, indicó que ante una coyuntura política que “atenta contra la educación pública y el carácter público de la formación en educación”, los estudiantes no pueden “permanecer quietos y en silencio”. Por el contrario, mencionó que deben luchar por lograr autonomía y cogobierno en todos los niveles de la educación pública. La Fefeu actualmente tiene representación en el CFE y al respecto Dutra valoró que falta “mucho por andar”. Según agregó, es necesario “darles el lugar que les corresponde” a estudiantes y docentes para que la participación sea real. De todas formas y de cara a la elección de representantes estudiantiles en el consejo del 30 de octubre, adelantó que desde la Fefeu seguirán “ocupando y defendiendo los lugares institucionales”.

Si bien no estuvo entre las organizaciones convocantes, desde el Centro de Estudiantes del Instituto de Profesores Artigas (Ceipa) también estuvieron presentes. Según dijo una de sus integrantes, el Ceipa está dispuesto a integrar el movimiento porque permitirá reivindicar la autonomía y el cogobierno y salir del discurso “derrotista” de conformarse con lo que hay.