El documento preliminar del Plan de Estudios de la Educación Básica Integrada presentado por el Consejo Directivo Central (Codicen) de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) trajo cambios curriculares en los distintos niveles de la educación, entre ellos la UTU. Si bien la implementación será a inicios de 2023, el director general de Educación Técnico-Profesional, Juan Pereyra, aseguró a la diaria que en la institución “la transformación educativa comenzó a principios de este año” y que “viene funcionando bien”, con “grandes innovaciones” que “van a ser usadas” el año entrante.
Pereyra puntualizó que la Formación Profesional Básica es una de las partes ya avanzadas. Por otro lado, dijo que el nuevo tercer ciclo –ahora Ciclo Básico Tecnológico– “viene bien”: “Está siendo diseñado y ha sido importante en el sentido de que nuestras horas de taller han aumentado, y en esta transformación curricular se ha fortalecido el área que es ‘básico’ en UTU, como la parte de taller, tecnología, informática, y alguna nueva asignatura muy importante”.
Respecto de este último punto, Pereyra contó que están diseñando nuevos talleres para que sean implementados en la currícula y estima que próximamente serán aprobados. Según adelantó, algunos de los talleres que posiblemente traiga la reforma educativa en séptimo, octavo y noveno grado en UTU son: audiovisual, portugués, desarrollo personal y bienestar, técnicas de estudio, English for speaking, robótica, programación, micromovilidad, turismo y circuitos productivos en Uruguay, construcción, micromovilidad sostenible, orientación vocacional y ocupacional. Para Pereyra, se trata de talleres “muy importantes, que marcan un avance en las especializaciones de UTU”.
Consultado sobre si la reforma implica la implementación de un plan único, el director general de UTU explicó que las tres modalidades del Ciclo Básico Tecnológico se mantendrán; no obstante, en lo que refiere a la educación básica integral, “este tercer ciclo va a tener una currícula similar para los tres, pero se mantienen la forma y el formato”. Es decir que las tres formas de estudio “se van a mantener pero transformadas, con una currícula común, a la que se le agrega lo específico de cada uno o lo del formato dictado de cada uno”, aclaró.
La modificación que hasta ahora más ha trascendido es que la nueva propuesta curricular plantea que la asignatura obligatoria de educación sexual, brindada en los dos primeros años del ciclo básico de UTU, pase a ser un taller optativo. Al respecto, Pereyra fundamentó que en función de “las problemáticas” que suelen plantear los estudiantes, es “mucho mejor trabajarlas de una manera más distendida, que le llegue más al alumno, con más participación, y el formato en taller es mucho mejor”.
Según Pereyra, cada uno de los talleres serán anuales y de cuatro horas semanales, pero debido a que “recién ahora estamos haciendo los programas, la currícula y sus contenidos”, aún no se tiene claro “el docente que va a ir y si tenemos que capacitar”.
El nuevo plan será implementado por competencias, modelo que UTU “ya hace mucho” que aplica, según recordó el jerarca. Por otro lado, resaltó que habrá cambios en las formas de evaluación y, por tanto, “si no capacitamos [al cuerpo docente] esto fracasa, eso es real”.
En este marco, remarcó que “todos somos conscientes, sin ningún tipo de ideología, de que los resultados educativos no eran buenos, entonces, se buscaron alternativas y nosotros estamos proponiendo cambios”. Para Pereyra, algunos de estos cambios serán “excelentes”, otros “buenos” y otros que quizás “después no dan resultados”, pero junto a las autoridades de la educación entienden que la reforma educativa hay que “hacerla sí o sí, porque continuar como estábamos no podemos”.
Un repaso
“Creo que a nivel educativo venimos muy bien”, resaltó Pereyra. Delineó que se implementaron nuevos cursos, como bachilleratos tecnológicos bilingües, de movilidad eléctrica, logística y producción equina en el norte del país. Recordó, además, que se abrieron 23 escuelas técnicas y que se construirán “varias más”. Por otro lado, consideró “muy importante” un convenio con la Intendencia de Paysandú para que la UTU “se haga cargo de las cabañas de las termas de Guaviyú y que el parador funcione como un centro de excelencia hotelero para los alumnos y para hacer prácticas en el área de gastronomía”. Por último, resaltó nuevos cursos de informática que tendrán junto al Instituto de Alta Especialización de UTU y también sobre recursos naturales, junto al Ministerio de Ambiente y la Facultad de Veterinaria de la Universidad de la República.