Con una caja y varios biblioratos en mano, una representación de las Asambleas Técnico Docentes (ATD) de Primaria y Secundaria fue recibida en la reunión del Consejo Directivo Central (Codicen) de la Administración Nacional de Educación Pública de este miércoles. De esa forma, los organismos que representan la visión del cuerpo docente en ambos subsistemas cumplieron con el plazo establecido por el organismo que está definiendo los últimos aspectos de la reforma curricular que empezará a ejecutarse el año que viene.

No obstante, sentados a la mesa del Codicen, los voceros de las ATD leyeron dos declaraciones -una de Primaria y otra de Secundaria- en las que plantearon dificultades para estudiar todos los documentos, principalmente por contar con “escaso tiempo” para su análisis.

En la declaración de la ATD de Primaria, aprobada sin votos en contra y sólo con una abstención, se sostiene que los docentes fueron convocados por ANEP “para legitimar documentos”. En ese sentido, lamentan que “fue desacreditada” cualquier expresión “que no fuera en consonancia” con lo que pretendían las autoridades.

Según plantea el colectivo, los maestros y maestras ya cuentan con “experiencia en un proceso de consulta y elaboración curricular participativo” por el que se concretó el Programa 2008, actualmente vigente. Según se contrasta, ese proceso fue largo y “respetuoso de tiempos y espacios” para “estudiar, debatir posiciones, establecer mayorías o llegar a acuerdos”. “Esta transformación curricular que hoy se propone está atada a compromisos políticos, que nada tienen que ver con los tiempos pedagógicos de docentes y la comunidad educativa”, cuestiona la ATD.

Por su parte, se afirma que la reforma pretende implementarse “sin tener en cuenta las condiciones materiales necesarias”. En suma, “reitera el rechazo al proceso y sustento de la transformación curricular” y, por tanto, “exige que se detenga” su implementación para que se convoquen “espacios reales de participación”. De esa forma, los docentes podrían discutir “los principios y sustentos teóricos en los que se debería apoyar cualquier transformación educativa”, sostienen.

Luego de la aprobación del informe y la declaración final, la ATD Nacional remitió el documento a las escuelas para que los maestros se pronunciaran al respecto, y el informe contó con el respaldo de 10.400 docentes y votaron en contra solamente 1.040, mientras que otros 3.252 se abstuvieron.

Mientras tanto, la ATD de Secundaria afirma que a partir del análisis de los programas y del Reglamento de Evaluación y Pasaje de Grado se confirmaron sus “más oscuros presagios” sobre el “retroceso” que los cambios implicarán para la educación pública.

La declaración, aprobada por unanimidad en la asamblea nacional, considera que “el gobierno justifica el derecho a impulsar su propuesta con base en una visión electoralista de la democracia” en la que se “limita” la participación ciudadana al voto”, y representa una “mirada empobrecedora y elitista de la República”. Por su parte, manifiestan su rechazo al enfoque de competencias definido por la ANEP, ya que lo consideran “un factor de precarización e instrumentalización de los procesos de enseñanza y aprendizaje”, y defienden una educación pública “transformadora” y “pensada como un derecho humano fundamental y no como un servicio comercializable”.

Además de las declaraciones, los integrantes de las ATD entregaron al Codicen el análisis de cada uno de los documentos y una serie de propuestas que ambos organismos realizaron desde la recuperación democrática, en busca de responder a los discursos de autoridades del gobierno que afirman que las ATD se oponen a todos los cambios, explicó a la diaria una de las voceras.