La incertidumbre y la disconformidad se acentúan cada vez más, al mismo tiempo que la certeza de que en marzo de 2023 Formación en Educación será “un caos”, afirmó a la diaria la consejera docente en el Consejo de Formación en Educación (CFE), Rosana Cortazzo.

Recientemente, en el marco de la reforma educativa que la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) pretende instalar en 2023, formación docente tomó contacto con la nueva malla curricular, que todavía está en discusión. Sin embargo, aún faltan los programas y también la elección de horas docentes que, a esta altura del año, ya estaba en marcha en años anteriores. Como primero se suele hacer la convocatoria en el CFE, ello también retrasa la elección en los demás subsistemas.

En sesión extraordinaria del CFE convocada este lunes por una “cuestión presupuestal”, se votó por mayoría el inicio de las elecciones de horas docentes para el 9 de diciembre, según contó Cortazzo. La elección se realizará teniendo en cuenta que el año próximo se aplicarían las nuevas mallas únicamente en el primer año de todas las carreras, mientras que en segundo, tercero y cuarto se realizarán con el plan vigente.

La consejera fue la única que se abstuvo, porque considera “absolutamente inviable e irresponsable votar una moción como esa, sabiendo que no hay condiciones organizativas para que ocurra”. Cortazzo resaltó que si bien este martes el Consejo Directivo Central (Codicen) de la ANEP sesionará para aprobar un cúmulo de planes –que no necesariamente han pasado por la Asamblea Técnico Docente (ATD)–, todavía no está claro el contenido de los programas y “ni siquiera está claro qué cursos vamos a abrir y en dónde”, ni tampoco hay “un reglamento de evaluación aprobado”. “Es la mentira como práctica política. Es para decirles a los de afuera: sí, sí, la elección de formación docente empieza el 9”, cuestionó Cortazzo.

Julian Mazzoni, consejero docente en el Codicen, hace varias semanas formuló 22 preguntas al presidente del CFE, Víctor Pizzichillo, sobre cómo se implementarían los cambios a partir del año que viene. Mazzoni planteó a la diaria su disconformidad con las respuestas y considera que el CFE “no está en condiciones” de implementar los cambios curriculares el año que viene. Para el representante de los docentes en el Codicen, “elegir horas sin programa se hace complicado para cualquier docente”. Si bien señaló que “se trata de docentes muy bien calificados”, ya que se trata de los formadores de los futuros educadores, consideró que “sin programa es difícil”.

Respecto de los planes, Cortazzo dijo que entre el domingo y el lunes “han empezado a llegar nuevas versiones de los documentos” y que, de acuerdo a lo observado, las nuevas versiones “no se están haciendo eco de algunos planteos”. Cortazzo ejemplificó con una contrapropuesta que la Sala Nacional de Filosofía hizo la semana pasada, pero que “no fue atendida”. Según dijo, algo parecido ocurrió con la malla de Historia, que el único cambio fue que Historia del Uruguay volvió a quedar separada de la de América Latina, ya que en la propuesta original se habían fusionado.

Más reclamos

En los últimos días, al CFE también comenzaron a llegar reclamos “por el recorte de cursos de segundo a cuarto” año, dijo Cortazzo. Por su parte, agregó que a ello se suma que hay “una situación presupuestal bastante delicada, porque crecimos en matrícula, pero no tuvimos incremento en el presupuesto inicial ni en las rendiciones de cuentas, y queremos atender cada vez más estudiantes con el mismo presupuesto que cada vez rinde menos”.

La semana pasada, las autoridades del CFE recibieron a representantes de salas de especialidades y un grupo de docentes de intersalas. Entre otras preguntas sobre la situación actual y lo que se viene, Pablo Langone, uno de los integrantes de la Coordinación de Salas Nacionales, contó a la diaria que las autoridades les pidieron propuestas y que, por lo tanto, solicitaron la postergación de la reforma educativa en formación docente para 2024. La propuesta de las salas es que sean convocadas para poder elaborar la reforma mientras transcurre 2023.

Según Langone, la respuesta de las autoridades fue que se trataría en la sesión del Codicen del día siguiente. Sin embargo, llegado ese día no recibieron respuesta. “Yo pensé que había habido una escucha y una autocrítica del proceso, capaz que para revisar los mecanismos, pero estamos como los teros: cantamos en un lugar y ponemos los huevos en otro”, dijo Cortazzo. El cambio curricular a partir de 2024, en tanto, fue negado por el Codicen y, en consecuencia, también por el CFE. Una de las pocas certezas, entonces, es que el año entrante la reforma se aplicará en Formación en Educación, y según dijo a la diaria el presidente del Sindicato de Docentes de Formación en Educación (Sidfe), Líber Romero, la aprobación será sin los programas finales, tan sólo con “el esqueleto”.

“La cuestión principal es el agotamiento de los tiempos y lo que va a generar en la formación docente, porque los docentes estamos con una total incertidumbre. Y también va a traer un efecto en los distintos subsistemas”, concluyó Langone.

En este contexto, durante esta semana los centros del CFE tienen una única consigna: “La Formación en Educación está de luto”. Así lo acordaron durante el fin de semana las salas autoconvocadas, miembros de la ATD de Formación en Educación, la consejería docente y estudiantil, distintos colectivos y gremios estudiantiles, y el Sidfe.

Entre las medidas acordadas, este martes a las 18.00 en la sede del CFE, consejeros estudiantiles y docentes de formación docente y consejeros docentes del Codicen, realizarán una conferencia de prensa “ante cambios que deterioran la formación de docentes y educadores”. Asimismo, cubrirán los edificios de negro y el jueves habrá movilizaciones: en Montevideo se marchará a las 17.00 hasta el Palacio Legislativo y en el interior del país hasta las intendencias y juntas departamentales, con el fin de cuestionar a los legisladores y ediles “si están de acuerdo con estos recortes”, afirmó Romero.

Las mallas curriculares

Por varias razones, las mallas curriculares que el CFE presentó a la ATD son objeto de críticas y desacuerdos por parte de las propias ATD, las salas nacionales y el Sidfe. Uno de los puntos manifestados es que se eliminan asignaturas y, por otro lado, se reducen contenidos. Sobre este último eje, Langone especificó que “desapareció la visión crítica” que el docente podía darle a la disciplina, así como todo lo que tiene que ver con “la problematización” de los distintos temas. Según Romero, “se cortó la reflexión sobre el objeto de estudio”.

Uno de los ejemplos más claros que evidenciaron tiene que ver con el trayecto de Derecho, en el que se eliminan diez asignaturas, entre ellas Historia del Pensamiento Político y Social, Historia del Derecho y Sociología Jurídica. Ello también ocurre en Historia, ya que en la malla actual se eliminan tres asignaturas: Teoría y Metodología de la Historia, Historia de la Historiografía y Filosofía de la Historia.

Asimismo, según una sistematización que hizo el Sidfe, la nueva malla curricular deja al núcleo común de Profesorado con 11 cursos, cuando al día de hoy cuenta con un total de 18. En todas las asignaturas, asimismo, se quita Introducción a la Didáctica y, paralelamente, en los distintos trayectos hay pérdida de asignaturas, reducciones de horarios o sustituciones. Aun así, ante la carencia de los programas, no se sabe aún si alguna de las asignaturas eliminadas será suplantada.

Otro de los puntos criticados es que las mallas que el CFE remitió para la discusión “en muchos casos estaban incompletas”, aseguró Romero. A su vez, comentó que algunos de los docentes que habían sido designados políticamente para elaborar las mallas “decían que algunas no eran las que habían hecho y, por tanto, por detrás hubo recortes”. Langone agregó que en varios casos no se consideraron los aportes realizados por esos docentes y, en ese contexto, dijo que “los mecanismos de elaboración de esas mallas siguen siendo muy tortuosos y poco transparentes”.

La semestralización

Romero aseguró que en una instancia tripartita que tuvo lugar el 3 de setiembre el CFE se había comprometido a brindar una solución a los docentes cuya asignatura anual pasaba a ser semestral. El viernes, el sindicato tuvo una reunión bipartita con el CFE en la que las autoridades presentaron una propuesta de anualización no sólo para las horas de clase sino también para las de departamento y coordinación. “Se plantea un reconocimiento funcional anual”, por lo que a los docentes que darán cursos semestrales “no les afecta en cuanto al escalafón o el avance de grado, porque mantienen el año completo”, explicó Cortazzo.

Sin embargo, aseguró que en el documento no está explicitado “cómo se organizaría el trabajo docente, porque las horas de departamento son una cantidad relativamente baja” y, por lo tanto, queda la duda de cómo será el cumplimiento horario en las funciones que no sean el dictado de cursos. A su vez, subrayó que tampoco está resuelto el hecho de que, hoy por hoy, en el sistema informático “no está habilitada la anualización de las horas de departamento”. En conclusión, para Cortazzo se trata de una propuesta “muy coyuntural, para salir del paso, pero es muy precaria en cuanto a cómo organizar el trabajo docente”.

El Sidfe, por su parte, solicitó un tiempo para analizar la propuesta en la mesa representativa y presentar una respuesta el 5 de diciembre. Asimismo, emitió un “breve informe” en el que adelantan que la propuesta del CFE “resuelve el tema del cómputo anual de la antigüedad y de la relación institucional del docente”, pero “el problema se encuentra en la confrontación horaria con otros subsistemas o dentro del mismo CFE”.

Por otro lado, se afirmó que “la posibilidad de horarios se va a ver limitada, principalmente en el semestre en que se dicte el curso, por la obligación de realizar la coordinación de centro. Esto hace que la acumulación de horas esté condicionada por la confrontación horaria, generando una pérdida salarial indirecta”. En primera instancia, para el sindicato la “propuesta mejora las condiciones de aquellos docentes que ya se encuentran trabajando semestralmente”, al mismo tiempo que “precariza las condiciones laborales de las y los docentes que tenían hasta ahora cursos anuales”.

la diaria intentó consultar a Pizzichillo sobre el tema pero no fue posible coordinar una entrevista.