El histórico déficit de auxiliares de servicio en los centros públicos de educación inicial y primaria generó que la Asociación de Funcionarios de Primaria (Afuprim) respondiera las afirmaciones que las autoridades de la educación hicieron en la Comisión de Educación y Cultura de la Cámara de Diputados. El 6 de abril, una delegación de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), encabezada por el presidente de su Consejo Directivo Central (Codicen), Robert Silva, fue consultada al respecto por legisladores del Frente Amplio.
Según dijo el propio Silva, la situación de los auxiliares de servicio es “un problemón” que las actuales autoridades “heredaron” y están buscándole solución. El jerarca explicó que la situación no se da sólo en Primaria y puso el ejemplo de UTU, donde al llegar encontraron “600 cargos vacantes de auxiliares”, pero al querer cubrirlos sólo “había financiamiento para 14”. Al respecto, aclaró que ello ocurrió porque “el resto de los recursos se gastaron en otra cosa” y que “pasa lo mismo” en liceos, escuelas y jardines. Silva dijo que un “segundo problemón” es que muchas de las auxiliares contratadas se encuentran con certificación médica y no van a trabajar o lo hacen con “tareas reducidas”.
“¿Qué hemos hecho en tiempos de pandemia? Hemos invertido muchísima plata y hemos tratado de atender soluciones. ¿Estamos en el óptimo de condiciones? No. ¿Hay muchas escuelas que tienen necesidades? Sí. ¿Hay escuelas que tienen auxiliares por 30 horas y trabajan por 40, como se ha planteado? Sí. ¿Hay escuelas que tienen dos o tres auxiliares o liceos o escuelas técnicas que tienen poquísimos auxiliares? Sí, es cierto”, admitió el presidente del Codicen ante los legisladores.
Olga de las Heras, subdirectora de Educación Inicial y Primaria de la ANEP, dijo en la comisión que el día anterior a la concurrencia se habían ocupado 33 cargos de auxiliares, que se habían liberado a raíz de jubilaciones. Además, informó que se otorgaron 190 partidas a comisiones de fomento para financiar cargos de 15 horas semanales, que se destinan principalmente a escuelas rurales en las que hay un único docente. Además, hasta ese momento se habían otorgado 75 partidas para cargos de 30 horas semanales.
Otra de las soluciones encontradas para atender la suba de la demanda durante la pandemia fue la contratación de cooperativas de trabajo para realizar tareas de limpieza. Al respecto, De las Heras informó que cada cooperativa tiene diez personas y que hay 21 funcionando en el interior y tres en Montevideo. La ANEP cuenta con financiamiento para contratar 589 jornales de cuatro horas en la capital, por intermedio de la Corporación Nacional para el Desarrollo (CND). Por su parte, en Montevideo también contrata 252 auxiliares mediante una empresa de limpieza.
”Oro en polvo”
En la comisión, Silva dijo que en los últimos meses se aumentó el número de cooperativas y que los 170 millones de pesos adicionales que logró la ANEP por intermedio de la CND para contratar empresas o cooperativas cuando hacen falta auxiliares facilitaron la gestión de las escuelas y jardines. Respecto de esta modalidad de contratación, el jerarca afirmó que es “oro en polvo”, según lo que le han planteado en los mismos centros educativos.
Esta afirmación, que fue recogida por El Observador, motivó que Afuprim emitiera un comunicado que cuestiona al presidente del Codicen. En la nota, el sindicato sostiene que desde hace años denuncia la falta de auxiliares y que es necesario crear 600 cargos en escuelas y jardines de todo el país. Según señalan, ello se debe a las vacantes que se generan por jubilación o fallecimiento, dado que algunas no son repuestas, además de las certificaciones médicas que generan inasistencias o tareas reducidas. Respecto de estas últimas, afirman que se generan mayormente por las propias condiciones de trabajo de las auxiliares.
Si bien consideran que no es “un tema nuevo”, Afuprim señala que la ausencia se ha notado más a causa de la pandemia, que implicó el cumplimiento de un protocolo de limpieza “pensado para un número muy mayor” de auxiliares que el que tienen las escuelas y jardines. Agregan que eso se sumó a las tareas cotidianas, que en muchos casos incluyen la elaboración de las comidas diarias. Por ejemplo, el comunicado menciona que en algunos centros educativos uno o dos funcionarios deben dedicarse a limpiar todo un edificio y además cocinar “para cientos de escolares”.
Afuprim señala que el tema se ha planteado en todas las reuniones bipartitas con las actuales autoridades, pero nunca recibieron las respuestas que consideran “correctas”. Lamentan que se haya optado por la tercerización, que genera la “precarización del trabajo”, ya que los trabajadores perciben menos salario que los funcionarios de la ANEP y no acceden a derechos laborales. “En lugar de generar presupuesto para el ingreso de funcionarios públicos para lograr el principio de igual función, igual remuneración, [que] aquí no existe, se contrata con otra modalidad y [se] genera desigualdad económica y de derechos”, concluyen. En ese sentido, piden que en la próxima Rendición de Cuentas se contemplen los recursos para la contratación de más auxiliares.
Cuidados paliativos
Daysi Iglesias, representante docente en el Codicen, tomó el tema y elaboró una propuesta paliativa para la situación de las auxiliares que trabajan más de lo que indica su carga horaria. Según planteó, en el máximo órgano ejecutivo de la ANEP, pretende que la carga horaria de quienes están sobrecargados de tareas se extienda de 30 a 40 horas y que, de esa forma, no tengan que trabajar horas que no son pagas.
En un informe periódico que la consejera sube a Youtube, Shirley Mendoza, de la filial de Rivera de Afuprim, planteó que las funcionarias no docentes cobran por 30 horas, pero a causa de la pandemia “trabajan mucho más”. “El centro educativo tiene que estar en buenas condiciones”, dijo, y junto con Iglesias explicaron que pese a que la emergencia sanitaria haya finalizado, las medidas sanitarias de limpieza se mantienen. Todo eso hace que las auxiliares “se sientan muy cansadas” y también que a veces terminen “lesionadas”, porque “trabajan más de lo que perciben”, lamentó Mendoza.
Iglesias señaló que actualmente existen cerca de 3.000 funcionarios con 30 horas semanales y que ya no se reponen cargos de 40 horas. Según la consejera, las auxiliares se quedan en las escuelas pese a que su horario de trabajo haya finalizado porque “si no, las tazas quedan sucias o los baños no se limpian”.
Si bien la representante docente entiende que la situación debe ser “regularizada” mediante la asignación de más recursos fijos en el presupuesto de la ANEP, que deberían lograrse en la próxima Rendición de Cuentas, elaboró una medida transitoria. Según detalló, consiste en ampliar la carga horaria a 40 horas hasta diciembre de este año, lo que para el Codicen tendría un costo de 9.000 pesos por funcionario y para las auxiliares implicaría el pago de 6.000 pesos extra por mes.
Iglesias planteó la idea ante el Codicen y finalmente el organismo definió solicitar un costeo de cuántos recursos se necesitarían para aplicar esa medida a 800 auxiliares. La consejera señaló que, como el pago sería hasta diciembre, en la medida en que pase el tiempo se pagaría durante menos meses y, por lo tanto, se podría alcanzar a más auxiliares.